Bostezos y Caballero
Segunda corrida de abono entre el bostezo y el silencio. Los toros del ganadero espa?ol Jer¨®nimo Pimentel, Murube, encaste Domecq, fueron bien presentados, y a excepci¨®n del tercero que hizo olvidar al resto, buscaron las tablas.
La reaparici¨®n de Cesar Rinc¨®n colm¨® las expectativas de una afici¨®n que lo recibi¨® con pa?uelos blancos al grito de torero, torero. Coro que se ahog¨® en el aburrimiento por las condiciones de sus enemigos, mansos, huidizos, que atropellaban en bruscas oleadas. El silencio dej¨® escuchar un aviso en su primero.
A pesar de la gran clase del toro, Manuel Caballero estuvo por encima de ¨¦l, tore¨¢ndolo, de verdad, muy a gusto. Lidia al comp¨¢s de la m¨²sica. Toro con temple y torero con cadencia. Larga faena en los medios. Al final el astado intent¨® huir y ¨¦l lo oblig¨® a plantarse en el tercio donde ejecut¨® dos series muy ligadas, muy lentas con la muleta. Como iron¨ªa, no mat¨® pronto y escuch¨® dos avisos. Vuelta al ruedo al toro y saludos de Caballero desde los medios con el marco de una gran ovaci¨®n.
El Para¨ªso / Rinc¨®n, Caballero, Ruiz
Toros de Jer¨®nimo Pimentel, mansos, a excepci¨®n del tercero, al que se dio la vuelta al ruedo. C¨¦sar Rinc¨®n: aviso y silencio, silencio. Manuel Caballero: dos avisos y saludos, saludos. Rams¨¦s Ruiz: palmas y silencio. Plaza de toros de Santa Mar¨ªa. Lleno total.
El joven Rams¨¦s Ruiz, un novillero bogotano con buen porte, tom¨® la alternativa de manos de Rinc¨®n, pero las condiciones de los astados le condenaron s¨®lo a algunas series aisladas con capote y muleta en el primero.
El segundo hu¨ªa y tras perseguirlo, logr¨® engarzar algunas series de muletazos aprovechando el tropel. Mat¨® entreg¨¢ndose. Palmas en el primero y silencio en el segundo.
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