Un naufragio globalizado
El hundimiento del Prestige es un ejemplo impeorable de las consecuencias del funcionamiento de una econom¨ªa globalizada sin reglas ni autoridades claras. Un buque construido en Jap¨®n en 1976; reparado a fondo en China en 2001; un propietario, Mare Shipping Incorporated, y un armador, Universe Maritime Limited, liberiano; un asegurador, P&I Club London Steamship Managers de Londres (Gran Breta?a); con una inspecci¨®n anual en Dubai (Emiratos ?rabes Unidos); dos inspecciones portuarias en Baltimore (EE UU) y Rotterdam (Holanda); una inspecci¨®n medioambiental en San Petersburgo (Rusia); una sociedad clasificadora, American BS (EE UU); un fletador, Crown Resources AG, suizo, sociedad prontamente disuelta tras -al parecer- cobrar el importe del seguro, y una tripulaci¨®n compuesta por un capit¨¢n griego, 24 filipinos y un rumano.
El barco hab¨ªa cargado en Letonia fuel de una empresa rusa, Alfa Holding, y se dirig¨ªa hacia Singapur v¨ªa Gibraltar. En su singladura pas¨® pr¨¢cticamente delante de la oficina del primer ministro en Copenhague. El pr¨¢ctico dan¨¦s que condujo a la nave por los estrechos del Belt prefiri¨® hacer la vista gorda, seg¨²n confesi¨®n propia, acerca del estado de la nave. El barco pod¨ªa haber naufragado all¨ª, en el canal de la Mancha, o donde lo hizo, en el recodo de la autopista mar¨ªtima atl¨¢ntica que es Galicia. En suma, un accidente m¨¢s a a?adir al largo rosario de naufragios y desastres mar¨ªtimos de una econom¨ªa globalizada sin ley, que asuelan las costas europeas regularmente, frente a los cuales la Uni¨®n Europea se mueve entre la frustraci¨®n y la impotencia, por su incapacidad pol¨ªtica para adoptar medidas decididas como hicieron los EE UU con la Control Pollution Act tras el desastre del Exxon Valdez.
De que ocurriera el accidente no se le puede echar la culpa, sin m¨¢s, al Gobierno espa?ol. S¨ª se le puede criticar por la desastrosa gesti¨®n posterior, que ha convertido la asistencia a una nave en peligro en una de las mayores cat¨¢strofes ecol¨®gicas de la historia europea. El titular de la cartera de Fomento, se?or ?lvarez Cascos, se permiti¨® calificarla en el Consejo de Ministros europeos de "verdadero Chern¨®bil", aunque hasta ahora no haya creado ni una comisi¨®n t¨¦cnica de investigaci¨®n en su ministerio ni haya aceptado que se examinen sus responsabilidades pol¨ªticas en la cadena de errores que llev¨® a la cat¨¢strofe. Actitud de cerrojo absoluto que se ha convertido en la ¨²nica pol¨ªtica del Gobierno espa?ol neg¨¢ndose a que haya cualquier tipo de debate serio o comisi¨®n de investigaci¨®n en donde debe haberla fundamentalmente, que es en la carrera de San Jer¨®nimo. Observaci¨®n que hago a partir de la experiencia propia de haberme sometido voluntariamente al trabajo y veredicto de dos comisiones de investigaci¨®n con mayor¨ªa absoluta socialista para examinar la gesti¨®n pol¨ªtica frente a accidentes a¨¦reos (en el Congreso) y en el sistema aeroportuario (en el Senado) durante mi mandato. Experiencia dura en lo personal, pero saludable como pr¨¢ctica democr¨¢tica.
En el Parlamento Europeo se ha planteado la cuesti¨®n, y tiene inter¨¦s exponer la situaci¨®n actual de la misma. Ante todo, hay una dimensi¨®n europea de la cat¨¢strofe, que afecta de modo directo a tres Estados comunitarios, y plantea la aplicaci¨®n de los Paquetes Erika I y II sobre seguridad mar¨ªtima propuestos por la Comisi¨®n a partir del naufragio del barco de ese nombre frente a las costas de Breta?a en el 2000, aprobados por el Parlamento e impulsados por el Gobierno de Jospin frente a un Consejo con una minor¨ªa de bloqueo que jug¨® sobre todo para alargar los periodos de transposici¨®n de las normas, con lo que pr¨¢cticamente no son todav¨ªa obligatorias. En el pleno de diciembre se vot¨® una resoluci¨®n sobre "seguridad mar¨ªtima y medidas para paliar los efectos de la cat¨¢strofe ocasionada por el petrolero Prestige". En la misma se rechaz¨® por pocos votos la propuesta de que la Conferencia de Presidentes (¨®rgano equivalente a la Junta de Portavoces) contemplara favorablemente la creaci¨®n de una Comisi¨®n de Investigaci¨®n, pero se decidi¨® que se hiciera una investigaci¨®n sobre el desastre y la seguridad mar¨ªtima en la Comisi¨®n de Transportes, al tiempo que se ped¨ªa una investigaci¨®n sobre el desastre del Prestige y la seguridad mar¨ªtima por parte de la Comisi¨®n. Tras obtener con creces las firmas necesarias para solicitar la creaci¨®n de una investigaci¨®n de acuerdo con los tratados y el reglamento de la C¨¢mara, la complejidad de la cuesti¨®n me llev¨® a solicitar un dictamen del jurisconsulto del Parlamento sobre los problemas que planteaba en relaci¨®n con las "acusaciones de infracci¨®n o de mala administraci¨®n en la aplicaci¨®n del derecho comunitario" por parte de una "instituci¨®n o de un ¨®rgano de las Comunidades Europeas, o de una Administraci¨®n p¨²blica de un Estado miembro".
Conviene recapitular la situaci¨®n actual: la comisaria Loyola de Palacio ha iniciado, con su habitual impetuosidad, una investigaci¨®n en nombre de la Comisi¨®n Europea en la Comisi¨®n de Transportes del Parlamento. No se sabe cu¨¢l es el status de la susodicha investigaci¨®n de acuerdo con los tratados, desde luego no est¨¢ prevista en el Reglamento del Parlamento. El ¨²nico resquicio de esperanza que queda es esperar que, dadas sus buenas relaciones con el presidente del Gobierno, se?or Aznar, ¨¦ste no vete la comparecencia de responsables en las audiencias p¨²blicas que se preparan ni bloquee la entrega de documentacion. En todo caso, est¨¢ planteado que el Parlamento tenga que decidir sobre la creaci¨®n o no de la comisi¨®n de investigaci¨®n o examinar la conveniencia de crear una comisi¨®n temporal que examine las medidas a adoptar para acabar con este angustioso goteo de accidentes que peri¨®dicamente ensucian y destruyen las costas europeas. Propuesta que tiene sentido a la vista del trabajo a realizar seg¨²n la resoluci¨®n citada del Parlamento, adem¨¢s de las propuestas por el Consejo de Ministros de Transporte. Son las siguientes, entre otras:
- Aplicaci¨®n r¨¢pida y adecuada de los dos "Paquetes Erika" sobre seguridad mar¨ªtima.
- Creaci¨®n de un espacio europeo de seguridad mar¨ªtima y de un sistema de guardacostas.
- Concesi¨®n de un mandato por el Consejo a la Comisi¨®n para negociar en nombre de los 15 Estados miembros (muy pronto 25, con dos pabellones de conveniencia -Chipre y Malta- que han aceptado modificar sus legislaciones para adecuarse a las normas comunes), el control de los buques en tr¨¢nsito en el seno de la Organizaci¨®n Mar¨ªtima Internacional ( OMI ), o por acuerdos bilaterales ante la lentitud de ¨¦sta, con normas m¨¢s estrictas de control de puertos, rutas y practicajes mar¨ªtimos obligatorios.
- Restricci¨®n de transportes en las zonas especialmente sensibles.
- Prohibici¨®n de los pabellones de conveniencia en las aguas territoriales europeas.
- Esfuerzo sostenido de formaci¨®n profesional y mejora de las condiciones laborales y sociales.
- Creaci¨®n de una red de puertos refugio para acoger a los barcos en peligro, con equipamientos para hacer frente a las mareas negras.
- Mejorar y controlar el mantenimiento de las flotas comunitarias.
- Fomento de la capacidad estrat¨¦gica de transporte bajo pabell¨®n comunitario.
- Investigaci¨®n medioambiental y de regeneraci¨®n de las zonas da?adas, adem¨¢s de protecci¨®n de la actividad pesquera, en especial de la producci¨®n en granjas.
Todas estas medidas de seguridad mar¨ªtima, pol¨ªtica social o de desarrollo industrial o tecnol¨®gico est¨¢n muy bien, son necesarias e inaplazables, pero las m¨¢s serias y definitivas son las que se refieren a las responsabilidades financieras en los procedimientos civiles y penales, para conseguir indemnizaciones de los da?os totales, con atenci¨®n especial a las subrogaciones y las responsabilidades compartidas. Para circular en autom¨®vil hay que tener el seguro obligatorio como m¨ªnimo. Esta responsabilidad se debe extender al campo medioambiental y aplicarse a los casos de contaminaci¨®n por hidrocarburos y otros productos. S¨®lo con medidas serias y radicales de este tipo, que son la esencia de la legislaci¨®n norteamericana, se puede romper el laberinto de irresponsabilidades actual y hacer entrar en raz¨®n a los lobbies petroleros y transportistas.
Por ¨²ltimo, est¨¢ la creaci¨®n de un fondo de indemnizaci¨®n de da?os causados por la contaminaci¨®n por hidrocarburos en aguas europeas, tema en el que el Parlamento Europeo espera una posici¨®n com¨²n satisfactoria en primera lectura, adem¨¢s de la movilizaci¨®n del Fondo de Solidaridad. Al respecto, conviene recordarle al Gobierno espa?ol que el Parlamento comparte la autoridad presupuestaria, ya que, seg¨²n las estimaciones del Gobierno espa?ol, de momento la factura se aproxima a los 1.000 millones de euros, cosa que no preocupa al ministro de Hacienda, se?or Montoro, porque dice que "las cuentas est¨¢n saneadas" (sic). Es de esperar que sea m¨¢s riguroso con el resto del dinero de los contribuyentes espa?oles. Adem¨¢s, habr¨¢ que incluir en la cuenta el gigantesco esfuerzo tecnol¨®gico y de investigaci¨®n para recuperar el resto de la carga de fuel del buque, proyecto que s¨®lo es concebible a escala europea. Si no se consiguen los fondos, ?ser¨¢ culpa de los socialistas, que los quieren bloquear en Europa?, como sigue afirmando, impasible el adem¨¢n, el ministro secretario general se?or Arenas, a pesar de los desmentidos comunitarios. Inteligente t¨¢ctica para buscar aliados la de a?adir el insulto a la injuria, como dicen los ingleses. En cualquier caso, este trabajo, que concierne a la mayor¨ªa de las comisiones del Parlamento, necesita una Comisi¨®n que lo trate monogr¨¢ficamente y no operaciones defensivas para enterrar los problemas.
?ste es el "Nunca m¨¢is" que debe dar la Uni¨®n Europea a esta situaci¨®n intolerable. Defender la libertad del mar necesita reglas m¨ªnimas civilizadas que protejan a las personas, su medio ambiente y que impidan que el mar se convierta en un basurero, y los Parlamentos, en desiertos.
Enrique Bar¨®n Crespo es presidente del Grupo del Partido Socialista Europeo en el Parlamento Europeo.
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