Los transbordadores exigen una fuerte modernizaci¨®n
La inmensa mayor¨ªa de los aviones comerciales que vuelan hoy en el mundo fue dise?ada y construida despu¨¦s de los transbordadores espaciales de la NASA. Cualquier Airbus y muchos Boeing o McDonell Douglas actuales son m¨¢s modernos. Los transbordadores se hicieron con la tecnolog¨ªa de los a?os setenta, pero como adem¨¢s, en el espacio, hay que minimizar los riesgos y se tiende a utilizar equipos y componentes muy probados, ni siquiera las tecnolog¨ªas de los transbordadores fueron siempre las m¨¢s avanzadas de hace 30 a?os.
En la cabina de un transbordador o un simulador de vuelo de estos veh¨ªculos (antes de las modernizaciones realizadas ya en un par de ellos, precisamente el Columbia y el Atlantis), se pueden ver palancas y botones electromec¨¢nicos tremendamente anticuados y pantallas de rayos cat¨®dicos. En comparaci¨®n, la cabina de un avi¨®n de pasajeros es un escenario de ficci¨®n cient¨ªfica.
Precisamente la instrumentaci¨®n de la cabina es uno de los puntos cr¨ªticos en los que los expertos de la NASA y las compa?¨ªas contratistas consideran que habr¨ªa que dar un paso adelante m¨¢s si se pretende mantener a los transbordadores en uso 10 a?os o m¨¢s.
Dotar de nuevos hardware y software a los pilotos de los transbordadores costar¨ªa unos 420 millones de euros, pero as¨ª los ordenadores proporcionar¨ªan no s¨®lo datos sobre los sistemas y subsistemas, sino tambi¨¦n informaci¨®n de ayuda a la navegaci¨®n, incluidas soluciones inteligentes de asistencia en situaci¨®n de fallo, algo que ahora no tienen.
Otros elementos de los transbordadores que est¨¢n pidiendo a gritos una modernizaci¨®n es la alimentaci¨®n de motores auxiliares de potencia, el tren de aterrizaje y los sistemas de activaci¨®n de los elementos m¨®viles de avi¨®nica, que hasta ahora utilizan la hidracina como combustible. Se trata de un compuesto altamente t¨®xico (la NASA advirti¨® que no se tocasen los restos del Columbia esparcidos por el suelo tras el accidente) que no s¨®lo entra?a el riesgo de explosiones, sino que tambi¨¦n es altamente corrosivo y complica las operaciones de mantenimiento de las naves. La alternativa, explica Space-com, ser¨ªa dotar a los transbordadores de un sistema el¨¦ctrico "como el que llevan los aviones militares F-22 y los helic¨®pteros Comanche".
Nuevos sensores para los motores principales de los transbordadores que, unidos a nuevos ordenadores, proporcionar¨¢n un mayor control del sistema de propulsi¨®n y nuevas toberas y c¨¢maras de combusti¨®n, tambi¨¦n est¨¢n en la lista de modificaciones a realizar. Incluso se est¨¢ trabajando en un redise?o completo de los propulsores laterales de combustible s¨®lido (los dos cohetes que ti?en de amarillo y naranja brillante el cielo en los lanzamientos). No se descarta sustituir estos propulsores por alternativas de combustible l¨ªquido. Adem¨¢s, est¨¢n siempre en primer plano la mejora de la seguridad de los astronautas y los medios para afrontar situaciones de riesgo.
No hay que olvidar que todos los equipos embarcados en veh¨ªculos espaciales deben tener una certificaci¨®n especial que garantice su funcionamiento en las condiciones especiales de presi¨®n, vac¨ªo, temperatura y dem¨¢s. En toda la electr¨®nica es important¨ªsimo el blindaje contra los rayos c¨®smicos, que, en ausencia de la atm¨®sfera protectora, pueden destruir chips y otros dispositivos sensibles. Por motivos obvios de coste se certifican pocos equipos, de manera que no hay mucho donde elegir a la hora de seleccionar componentes ni los fabricantes ofrecen las actualizaciones que acostumbran en inform¨¢tica, por ejemplo.
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