La torre de las 4.400 ventanas
La torre Agbar alcanza algo m¨¢s de un tercio de los 142 metros de su altura y ya 'habla' con la Sagrada Familia
Desmesurado. Todas las variables habituales en la construcci¨®n de un edificio se elevan a unas dimensiones exageradas en la torre Agbar, en la plaza de las Gl¨°ries, de Barcelona: 4.400 ventanas, 30.000 metros c¨²bicos de hormig¨®n, 80 kil¨®metros lineales de tuber¨ªa de agua y 600 kil¨®metros de cableado. Son algunas de las cifras que dan una idea de la estructura del gigantesco cilindro -que ya ha sido bautizado con m¨²ltiples nombres, como torpedo y cohete, entre otros-, que ya ha alcanzado 88 metros de altura, de los 142 que tendr¨¢.
Falta algo m¨¢s de un tercio de la torre, la parte m¨¢s complicada puesto que la planta ovoidal se va cerrando progresivamente. Ser¨¢ una gran c¨²pula -las seis ¨²ltimas plantas- de acero y vidrio que ocupar¨¢ la direcci¨®n de Aguas de Barcelona, y un mirador.
La torre, dise?ada por el arquitecto Jean Nouvel y promovida por el grupo Layetana, emerge de la tierra como un cr¨¢ter. Un foso de agua -procedente de la capa fre¨¢tica- y cascadas rodear¨¢n el cilindro exterior, de 39 metros de di¨¢metro. Por debajo, tres plantas de aparcamiento y un auditorio.
La torre tiene un n¨²cleo central. Por ¨¦l discurrir¨¢n los ascensores que acceder¨¢n directamente a las plantas de direcci¨®n - en lo m¨¢s alto-, los montacargas, escaleras y servicios. Entre el n¨²cleo y la fachada exterior la planta es di¨¢fana, sin paredes divisorias, lo cual posibilita una espl¨¦ndida vista de la ciudad desde todas las direcciones: hacia Levante, pero tambi¨¦n mirando a Montju?c y el Tibidabo. El punto negro de ese panorama es el interior del anillo viario de las Gl¨°ries que ayer mismo estaba repleto de vendedores ilegales.
La primera piel de la fachada es un muro de hormig¨®n horadado de forma aparentemente an¨¢rquica. Son las ventanas. "Es la visi¨®n que se quiere dar, pero lo cierto es que la disposici¨®n de las ventanas -los agujeros en el encofrado de hormig¨®n- est¨¢ cuidadosamente calculada. Hay m¨¢s huecos en el lado norte de la torre y menos en el sur para ajustarse a los niveles de irradiaci¨®n. Tambi¨¦n de acuerdo con la estructura y, por ¨²ltimo, para garantizar un m¨ªnimo de oberturas al exterior en la futura distribuci¨®n de las oficinas", explica el arquitecto Ferm¨ªn V¨¢zquez, asociado a Nouvel y que controla la evoluci¨®n cotidiana de la obra.
El muro de hormig¨®n -forrado con un aislamiento t¨¦rmico- estar¨¢ recubierto de una chapa de aluminio ondulada y lacada de colores. Tonos tierra, azules, verdosos y grises que ya se pueden apreciar en una prueba de fachada. Su distribuci¨®n tambi¨¦n persigue un efecto: "La torre sale de un cr¨¢ter, por lo que en la parte m¨¢s baja predominar¨¢n los tonos m¨¢s rojizos y marrones. A medida que la torre crece, los colores se desvanecen", contin¨²a explicando el arquitecto. A unos 80 cent¨ªmetros de esa plancha de aluminio, una cortina de vidrio ser¨¢ el revestimiento exterior de la fachada. Algo parecido a un gigantesco gravent (cerramiento de l¨¢-minas de cristal graduables), cuyas lamas de vidrio tamizar¨¢n los colores de la plancha de aluminio. Los 80 cent¨ªmetros de separaci¨®n ser¨¢n una pasarela que servir¨¢ para el mantenimiento y la limpieza de las lamas de vidrio. "Parte de esas lamas ser¨¢n c¨¦dulas fotovoltaicas", dentro del compromiso de utilizar energ¨ªas renovables, puntualiza Xavier Sala, director de proyecto del grupo Layetana. La torre Agbar, que supone una inversi¨®n de 150 millones de euros, estar¨¢ acabada en la primavera pr¨®xima. Ser¨¢, con seguridad, un nuevo punto de referencia de Barcelona. Entre las torres de la Sagrada Familia y las de la Villa Ol¨ªmpica.
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