Irak exhibe sus viejos misiles sovi¨¦ticos
EL PA?S visita dos de los emplazamientos militares denunciados por Colin Powell ante la ONU
Para ojos no expertos, todo lo que se ofrec¨ªa a la vista en el desolado territorio de Al Rafah eran dos estructuras de hierro y hormig¨®n y algunas construcciones de piedra de peque?as ventanas, que se encontraban cerradas, adem¨¢s de un dep¨®sito de combustible pintado de blanco para evitar el recalentamiento. Una de las dos estructuras de hierro y hormig¨®n era vieja y se parec¨ªa a una plataforma de reparaci¨®n de coches, aunque a escala ampliada. La otra, m¨¢s moderna, m¨¢s a¨¦rea y mucho mayor que la primera, consist¨ªa en una plataforma cubierta por un entramado c¨²bico formado por vigas verticales y horizontales.
Aqu¨ª estamos, en dos de los escenarios que figuran entre las fotograf¨ªas tomadas por sat¨¦lite de los emplazamientos iraqu¨ªes de armas presentadas por el secretario de Estado, Colin Powell, ante el Consejo de Seguridad de la ONU el mi¨¦rcoles pasado. Un paseo entre generadores el¨¦ctricos fabricados en la URSS y componentes de viejos misiles en los que a¨²n se adivinan c¨®digos de seguridad escritos en caracteres cir¨ªlicos.
Los dirigentes iraqu¨ªes llevaron ayer a un grupo de periodistas extranjeros a visitar dos instalaciones que, seg¨²n ellos, corresponden a dos de los emplazamientos de actividades militares supuestamente clandestinas mencionados la v¨ªspera por el secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, ante la ONU. El grupo, formado por una treintena de personas, entre rusos y franceses adem¨¢s de esta corresponsal, fue conducido en autob¨²s, primero, a Al Rafah, un emplazamiento situado a 50 kil¨®metros al oeste de Bagdad, y luego a otro en Al Mutasin, al sur de la capital iraqu¨ª. El primer lugar correspond¨ªa a unas instalaciones de pruebas de motores de misiles operados con combustible l¨ªquido. El segundo era un pol¨ªgono de pruebas de lanzamiento de misiles de combustible s¨®lido. Sobre el terreno es imposible saber si los lugares visitados corresponden a las sitios mencionados por Powell.
El responsable de la visita, Mazen Zakar¨ªa, que se present¨® como un brigadier (un oficial de rango situado entre un coronel y un general de brigada), calcul¨® en el emplazamiento de Al Rafah las dimensiones de la estructura de mayor tama?o en 18 metros de anchura, 15 de altura y 35 de largo. Zakar¨ªa asegur¨® que la instalaci¨®n estaba destinada a realizar pruebas horizontales con motores de misiles de corto alcance de radio no superior a 150 kil¨®metros, como el Sumud. Irak no est¨¢ autorizado a poseer misiles de mayor alcance.
Repetidas inspecciones
En el momento de nuestra visita, seg¨²n Zakar¨ªa, no hab¨ªa misiles porque ¨¦stos s¨®lo son desplazados al centro de pruebas cuando han de ser usados. La estructura de mayor tama?o ten¨ªa capacidad para sostener cinco toneladas, se?al¨® Zakar¨ªa, que iba acompa?ado por tres militares de uniforme, dos de ellos coroneles y otro sin identificaci¨®n. Nuestro gu¨ªa puntualiz¨® que un misil de corto alcance pesa precisamente cinco toneladas y que de ellas 3,5 corresponden al motor. Seg¨²n Zakar¨ªa, la instalaci¨®n pertenece a la empresa estatal Alkarama, especializada en tecnolog¨ªa de misiles, y ha sido repetidamente visitada por los inspectores de la ONU. "El territorio de estas instalaciones se ampli¨® para que los trabajadores estuvieran m¨¢s c¨®modos y tambi¨¦n para mejorar las condiciones de seguridad en caso de explosi¨®n", dijo.
La plataforma de mayor envergadura, se?al¨®, no hab¨ªa sido utilizado nunca hasta ahora y, en caso de serlo, se har¨ªa con el control de los inspectores. Estos habr¨ªan visitado las instalaciones en varios grupos y por lo menos seis veces, comenzando el 27 de noviembre de 2002 y acabando el pasado 4 de febrero. Zakar¨ªa afirm¨® que los inspectores "pudieron convencerse de que todo estaba bien" y afirm¨® que no hab¨ªa motivo para la acusaci¨®n de Powell en la ONU.
El secretario de Estado norteamericano hab¨ªa llamado la atenci¨®n sobre la diferencia de tama?o entre la plataforma vieja y la plataforma nueva, que, seg¨²n ¨¦l, era cinco veces superior a la primera. Si la vieja estaba dedicada claramente a los misiles de corto alcance, la nueva, seg¨²n Powell, lo est¨¢ a misiles que pueden alcanzar 1.200 kil¨®metros.
En el distrito de Kada Alimsei visitamos el pol¨ªgono de Al Mutasin. Antes de llegar, el camino pasa junto a m¨¢s de una decena de edificios cerrados y camuflados en el paisaje bajo una cobertura de tierra. Nuestros gu¨ªas nos dicen que ¨¦ste es el lugar donde se hacen pruebas est¨¢ticas de misiles bal¨ªsticos con combustible s¨®lido, que es m¨¢s seguro y m¨¢s moderno que el combustible l¨ªquido. Al entrar en el recinto, una especie de anfiteatro circular rodeado por un terrapl¨¦n de gran altura, nos esperan un conjunto de reliquias de la ¨¦poca sovi¨¦tica, que han sido modificadas para alcanzar sus posibilidades m¨¢ximas de desarrollo, tanto en edad como en radio de alcance.
Tras dejar atr¨¢s un viejo generador el¨¦ctrico fabricado en la URSS, que enternece a nuestros compa?eros, encontramos dos sistemas de lanzamiento m¨²ltiple de misiles de origen sovi¨¦tico, uno de ellos la modificaci¨®n del famoso Katiushka (B-M 21 Grad) y el otro un modelo Babel 3. Hay adem¨¢s los componentes de un misil t¨¢ctico, Luna, tierra-tierra con un radio de 70 kil¨®metros de alcance. En uno de los componentes de un misil pueden leerse a¨²n unos c¨®digos de f¨¢brica con algunas letras del alfabeto cir¨ªlico. Al fondo del pol¨ªgono hay otros componentes de misiles, algunos con detallados par¨¢metros en letras cir¨ªlicas, y una docena de relucientes tubos de aluminio. El colega ruso con formaci¨®n militar no est¨¢ del todo satisfecho. En el pol¨ªgono, a simple vista, asegura no ver nada especial, pero los edificios camuflados y cerrados le intrigan. Por estas instalaciones, que fueron bombardeadas en 1991 y en 1998, han pasado tambi¨¦n repetidamente los inspectores de la ONU y, ni qu¨¦ decir tiene, que los iraquies aseguran que todas las pruebas que aqu¨ª se hacen se ajustan a las estrictas reglas que pesan sobre ellas.
Entre los visitantes franceses, que nos acompa?an, hay una figura de excepci¨®n, la ex esposa de Jean Mar¨ªe Le Pen, Jenni, que desde hace varios a?os traslada a Ir¨¢n cargamentos humanitarios y m¨¦dicos. De vuelta a Bagdad, el colega ruso con formaci¨®n militar se divierte adivinando la marca de las instalaciones antia¨¦reas que jalonan nuestro camino y va enumerando los nombres de los viejos y s¨®lidos productos sovi¨¦ticos que, desafiando el clima y el tiempo, a¨²n resisten en el paisaje ¨¢rido de Irak.
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