Belicosos

En la guerra fr¨ªa se les llam¨® "warmonger": war es guerra, y monger, el que promueve algo indeseable o desacreditado. Un peyorativo que se hizo internacional hasta en Espa?a, donde todos eran warmongers contra Rusia / URSS ("??Rusia es culpable!!", Serrano Su?er). Tambi¨¦n "halcones" frente a las "palomas", idea que va desde la Biblia hasta Picasso de que ese rudo animal es pac¨ªfico. Pacifista era aqu¨ª, r¨¦gimen militar, palabra mala: conven¨ªa ocultarla, y decir pac¨ªfico, ocultando el "-ista". Ha estado oculta: a partir del momento de la derrota de Vietnam y de "?Haz el amor y no la guerra!", los halcones dejaron de volar. Vuelven: esta verdadera nueva Edad no es la del 11-S en Nueva York, sino la de 1989, cuando ante la estupefacci¨®n de esp¨ªas y pol¨ªticos del mundo se derrib¨® el muro de Berl¨ªn y cay¨® el ¨²ltimo comunismo. Occidente tuvo la desgracia de ganar la guerra fr¨ªa: se qued¨® sin enemigo, y eso es muy malo en democracia: para sujetar la pol¨ªtica interior hay que inventar otro que permita las excepciones abundantes y el se?alamiento de encarnaciones del Mal, o sea, el Diablo.

Fue una desgracia considerable para muchos pa¨ªses: los que llam¨¢bamos Tercer Mundo, que pod¨ªan verse afligidos por terroristas de buena pinta que colocaban las grandes potencias, pero tambi¨¦n socorridos para que no cayeran bajo la influencia del "otro": si no hab¨ªa otro, se le pod¨ªa ya abandonar. Y abandonados fueron a su hambre. No se resignaron: comenzaron a venir por todas las fronteras para comerse lo nuestro. Fue entonces cuando comenz¨® la nueva guerra: para destruir al pobre. Latino, africano, ¨¢rabe. Hubo guerras, invasiones y asaltos antes del 11-S, incluso en el bajo vientre de Europa. No se pod¨ªan llamar guerras de ricos contra pobres, de hartos contra hambrientos, y hab¨ªa que inventar algo. La resistencia de los hambrientos a morirse, realmente fuera de todas las armas de la sociedad, y su tipo de venganzas, vino a resucitar a los warmongers, a los belicosos. Y aqu¨ª est¨¢n. ?frica se muere sola; esta parte de Asia hay que matarla, y cierta Am¨¦rica se consume. Y el orden ya tiene enemigo definido, el antiterrorismo. Y nombres del Diablo: Sadam, Bin Laden. Aqu¨ª nos tenemos que conformar con Arzalluz, o Ibarretxe, y los queremos homologar.