Blair utiliz¨® un trabajo acad¨¦mico desfasado en su informe sobre Irak

El Gobierno brit¨¢nico qued¨® ayer en rid¨ªculo tras saberse que su ¨²ltimo informe sobre las fechor¨ªas del r¨¦gimen iraqu¨ª de Sadam Husein se basaba m¨¢s en antiguos estudios acad¨¦micos que en informaci¨®n fresca procedente de los servicios secretos. El patinazo de Downing Street, que reconoci¨® que deb¨ªa haber atribuido la autor¨ªa de esos textos, disolvi¨® como un azucarillo en agua hirviendo el meritorio esfuerzo del primer ministro, Tony Blair, por convencer a los indecisos. Blair se someti¨® en televisi¨®n a las preguntas de un pu?ado de ciudadanos que son contrarios a la guerra en Irak.

Los portavoces de Blair insistieron ayer en que el informe era "exacto" y "s¨®lido". Pero sus efectos sobre la opini¨®n p¨²blica pueden acabar siendo los contrarios de los que busca el Gobierno. Cuatro de los 19 folios del informe eran copia casi milim¨¦trica de un trabajo publicado en la revista Middle East Review of International Affairs por Ibrahim al Marashi, un estudiante de posgrado californiano. Otras partes se basaban en trabajos de profesores desconocidos publicados en Jane's Intelligence Review. Downing Street admiti¨® que ten¨ªa que haber citado a esos autores y asegur¨® que el Gobierno no pretend¨ªa hacer creer que el informe se basara exclusivamente en la inteligencia sobre el terreno.

Pero el fiasco no s¨®lo afecta a Londres. El secretario de Estado norteamericano, Collin Powell, ha quedado tambi¨¦n en entredicho tras recordar a los medios brit¨¢nicos que en su intervenci¨®n ante el Consejo de Seguridad, el mi¨¦rcoles, se empe?¨® en "llamar la atenci¨®n de mis colegas sobre el magn¨ªfico informe que ha distribuido el Reino Unido (...), que describe con exquisito detalle las falaces actividades iraqu¨ªes".

Tambi¨¦n ha restado credibilidad a los esfuerzos del primer ministro Tony Blair por convencer a la opini¨®n p¨²blica de que esta guerra es justa y necesaria. Blair demostr¨® una vez m¨¢s su enorme coraje pol¨ªtico el jueves. Durante una hora se someti¨® a las preguntas no s¨®lo de Jeremy Paxton, que pasa por ser el periodista m¨¢s agresivo de la BBC, sino de un pu?ado de ciudadanos opuestos a la guerra.

Aunque bastante est¨¦riles, los esfuerzos de Blair por explicarse ante la ciudadan¨ªa de su pa¨ªs empiezan a ser heroicos y cada vez contrastan m¨¢s con la actitud de su gran amigo pol¨ªtico, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Mientras el jefe del Gobierno espa?ol acept¨® a rega?adientes comparecer esta semana en el Congreso por primera vez en un debate sobre Irak sin r¨¦plicas posibles, el primer ministro brit¨¢nico multiplica sus presencias en el Parlamento, y ahora tambi¨¦n en televisi¨®n.

Bastante m¨¢s nervioso de lo habitual en ¨¦l, Blair cape¨®, sin embargo, con muchas tablas algunos momentos muy dif¨ªciles. Se qued¨® impert¨¦rrito cuando uno de los asistentes le ech¨® en cara su servilismo hacia George W. Bush al tratarle de "se?or vicepresidente" y de "muy honorable representante de Tejas norte". M¨¢s temple tuvo a¨²n cuando el entrevistador Paxton le pregunt¨® de manera inopinada si Bush y ¨¦l rezaban juntos, tocando uno de los puntos m¨¢s ¨ªntimos del primer ministro, un cristiano anglicano creyente y practicante. Blair, ofendido, respondi¨®: "No. ?Por qu¨¦ me lo pregunta?".