Espa?a retira a su candidato a juez en la Corte Penal Internacional

El nacimiento de la Corte Penal Internacional (CPI) est¨¢ siendo laborioso. La elecci¨®n de sus 18 jueces, que esta semana tuvo lugar en Nueva York y deb¨ªa terminar ayer, desemboc¨® en una lucha por los escasos puestos, especialmente entre los europeos, que casi amenaza con paralizar todo el proceso. El candidato de Espa?a, el diplom¨¢tico Juan Antonio Y¨¢?ez-Barnuevo, retir¨® su candidatura a ¨²ltima hora del jueves para tratar de desbloquear la situaci¨®n.

Y¨¢?ez-Barnuevo, actualmente jefe de la asesor¨ªa jur¨ªdica internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores, no pudo ocultar su decepci¨®n. "Hubiera preferido que Espa?a estuviera en la Corte desde el principio y poder participar en su construcci¨®n, pero seguiremos apoyando su lanzamiento desde fuera". El diplom¨¢tico espa?ol decidi¨® retirarse en la octava ronda de votaciones, tras consultar al embajador espa?ol ante Naciones Unidas, Inocencio Arias. "Estoy desolado porque era un excelente candidato, pero en esta votaci¨®n ha habido hacia muchos postulantes m¨¢s incumplimientos que los que hace Sadam Husein", dijo Arias. Espa?a, que llevaba un a?o preparando su candidatura, ten¨ªa apalabrado el apoyo de unos 50 pa¨ªses. Al final apenas la mitad cumpli¨® su promesa y Y¨¢?ez-Barnuevo no pudo reunir los votos suficientes.

"Todos los pa¨ªses quieren figurar y todos votan por sus candidatos", indic¨® una fuente cercana al proceso electoral. El mayor caos se produjo entre los europeos y las campa?as no siempre fueron limpias. Italia, indicaron las mismas fuentes, organiz¨® una intensa campa?a para desprestigiar a algunos de sus rivales, especialmente al candidado brit¨¢nico.

Al cierre de esta edici¨®n se hab¨ªan elegido 15 de los 18 jueces tras 13 agotadoras rondas, ocho hombres y siete mujeres. Los pa¨ªses representados eran: Bolivia, Irlanda, Mal¨ª, Reino Unido, Trinidad y Tobago, Alemania, Canad¨¢, Finlandia, Ghana, Costa Rica, Chipre, Sur¨¢frica, Corea del Sur, Brasil y Letonia. Entre los elegidos figura la surafricana Navanethem Pillay, presidenta del Tribunal Penal Internacional para Ruanda.

El sistema electoral, que ha querido respetar el equilibrio entre distribuci¨®n geogr¨¢fica, diversidad de sistemas legales y representaci¨®n por g¨¦nero (tiene que haber al menos seis candidatas femeninas), es tan complicado que incluso los expertos no se aclaran del todo. Los jueces, que tendr¨¢n un mandato de nueve a?os (aunque en esta primera vez algunos tendr¨¢n mandatos de tres y seis a?os para asegurar una renovaci¨®n peri¨®dica), han sido elegidos entre dos listas de expertos: una de especialistas en Derecho Penal y otra en Derecho Internacional.

Las seis candidatas "obligatorias" salieron en las primeras rondas. El reparto regional entre los cinco grandes grupos (Europa Occidental, Europa del Este, Am¨¦rica Latina y Caribe, Asia y ?frica) fue mucho m¨¢s delicado. Se quer¨ªa evitar que los europeos acapararan la mayor¨ªa de los puestos. No hubo candidatos ¨¢rabes. Jordania, el ¨²nico pa¨ªs de la zona que se ha acogido a la CPI ya preside su Asamblea. S¨®lo hay dos pa¨ªses hispanohablantes: Costa Rica y Bolivia.

"Se sab¨ªa de antemano que este no iba a ser un proceso simple por una simple cuesti¨®n de cifras, se presentaron 43 candidatos, hay 87 votantes y se necesita una mayor¨ªa de dos tercios, unos 57 votos para resultar ser elegido", explic¨® Y¨¢nez-Barnuevo.

El complejo sistema de elecci¨®n "pretend¨ªa que aquellos que salieran elegidos tuvieran un apoyo mayoritario y fueran los m¨¢s representativos", dijo el diplom¨¢tico espa?ol, "pero en el futuro ser¨¢ sin duda necesario afinar el proceso porque crea muchas disfunciones".

El Estatuto de Roma, que cre¨® la CPI, ha sido ratificado por 88 pa¨ªses. Entr¨® en vigor el 1 de julio del a?o pasado y su inauguraci¨®n est¨¢ prevista para el pr¨®ximo 11 de marzo en la Haya. La CPI se ha creado pese a la feroz oposici¨®n de Estados Unidos que hace unos meses consigui¨® en la ONU que sus cascos azules quedaran fuera de su autoridad. En octubre la UE concedi¨® una inmunidad parecida a los diplom¨¢ticos y soldados estadounidenses.