Pegatinas contra la guerra

Una semana despu¨¦s de la entrega de los premios Goya, y a la vista de los diversos acontecimientos, no puedo reprimir la necesidad de expresarme. Fui invitado a la ceremonia por la compa?¨ªa Animalario, y m¨¢s concretamente por Guillermo Toledo, presentador de la gala junto a Alberto San Juan, y estuve repartiendo gran cantidad de pegatinas de "No a la guerra" en la entrada del recinto. Los asistentes casi me las quitaban de las manos para inmediatamente coloc¨¢rselas en sus pecheras.

La ¨²nica persona que rechaz¨® la ya famosa insignia fue Eduardo Campoy, presidente de la FAPAE. Me dijo (palabras textuales) que ¨¦l acud¨ªa a la gala como institucionalidad y que como tal no se la pod¨ªa poner, y que si acudiera como productor puede que quiz¨¢s lo pensara, pero que en todo caso era libre de hacer lo que quisiera (esto ¨²ltimo, ya con cierta displicencia). Nos despedimos sin m¨¢s y as¨ª qued¨® la cuesti¨®n.

Al d¨ªa siguiente, cuando conoc¨ª la noticia de que este se?or hab¨ªa pedido la cabeza de Marisa Paredes, presidenta de la Academia del Cine, me pregunt¨¦ en el acto si lo habr¨ªa hecho desde el estrado de la instituci¨®n o como productor... En fin, parece que su petici¨®n no se va a llevar a cabo, sino que, m¨¢s bien al contrario, es ¨¦l el que quiz¨¢s sufra de alg¨²n modo las consecuencias de semejante falacia. Quiero adem¨¢s aclarar que el "no a la guerra" que llevamos tantos espa?oles en el pecho no es una afirmaci¨®n pol¨ªtica, sino una afirmaci¨®n humana y un vehemente deseo de paz y serenidad.

Por ¨²ltimo, quiero adherirme y solidarizarme con Marisa, con la compa?¨ªa Animalario una vez m¨¢s y con todos los que est¨¢n a favor de que este planeta sea un lugar apacible y agradable en el que se pueda vivir con dignidad y que no se convierta en un asteroide devastado por la energ¨ªa nuclear y surcado por seres monstruosos, como una vez so?¨® en su pel¨ªcula Dreams el magn¨ªfico Akira Kurosawa. No a la guerra.