El desconcierto de la cr¨ªtica
En relaci¨®n al art¨ªculo publicado en EL PA?S (Babelia) el 11-1-03 titulado ?pera en la periferia, quisiera aclarar lo siguiente:
Que un edificio como el teatro Archimboldi, con "su realismo, la honestidad de sus formas exteriores y la funcionalidad expl¨ªcita de sus interiores", no sea causa de admiraci¨®n sino de denuestos, me parece una se?al inequ¨ªvoca del desconcierto de cierta cr¨ªtica de la arquitectura actual incapaz de interesarse por lo que no sean aspavientos formalistas sin m¨¢s relaci¨®n con sus usuarios que la imposici¨®n de sus dikt?t volum¨¦tricos.
El edificio de Vittorio Gregotti en Mil¨¢n es para m¨ª un ejemplo de lo que hoy debe ser un teatro de la ¨®pera.
No s¨®lo responde a las complejas exigencias de las actuales representaciones oper¨ªsticas, sino que con la configuraci¨®n de su volumetr¨ªa (como el autor mismo declara) "expone claramente todas las partes de su programa" y (a?ado yo) consigue devolvernos una imagen de respetuoso sosiego propia de una arquitectura de tan relevante importancia cultural.
Que se pueda calificar de espacio mon¨®tono el vest¨ªbulo, iluminado por una vidriera curva e inclinada (seg¨²n el autor, el ¨²nico elemento original del teatro) sostenida por una teor¨ªa de pilares esbeltos y circundado por una doble balconada, punto a la vez de encuentro y observaci¨®n, es algo que me sorprende. Tal vez el d¨ªa que yo lo visit¨¦ no coincid¨ª con "un p¨²blico obligado a empujarse constantemente".
En cuanto a la visibilidad "democr¨¢tica" del interior de la sala, ¨¦sta es adem¨¢s muy superior a la de teatros como La Bastilla o tantos otros que hoy incomprensiblemente recurren a exageradas inclinaciones interiores. El ¨¢ngulo de visuales desde la ubicaci¨®n del espectador es m¨¢s importante que la distancia de ¨¦ste al escenario. El perfil parab¨®lico de la secci¨®n longitudinal de la sala facilita la visi¨®n de la representaci¨®n esc¨¦nica desde todos los puntos del auditorio.
Si la ausencia de hojarasca decorativa es minimalismo, comprendo que no se encuentre en el Archimboldi ni lo uno ni lo otro.
Yo aplaudo la simplicidad y la expresividad "prism¨¢tica y espartana" de esta arquitectura aut¨¦nticamente moderna, y deseo que sirva de ejemplo para profesionales de futuras generaciones.
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