El nuevo presidente ruso, Putin, concede total inmunidad a Yeltsin

Bor¨ªs Yeltsin dej¨® la presidencia de Rusia con un golpe de efecto: present¨® su dimisi¨®n el viernes a mediod¨ªa, s¨®lo 12 horas antes del fin del milenio. Y dej¨® a su ¨²ltimo primer ministro, Vlad¨ªmir Putin, de 47 a?os, como presidente interino y m¨¢s que favorito para las elecciones presidenciales, que, probablemente, se celebrar¨¢n el 26 de marzo. Nada m¨¢s asumir la jefatura interina del Estado, Putin firm¨® un decreto que garantiza la total inmunidad a Yeltsin y a su entorno: el primer presidente de Rusia tras la ca¨ªda de la URSS no podr¨¢ ser detenido, ni interrogado, no cabr¨¢ presentar ninguna acusaci¨®n contra ¨¦l y sus bienes no podr¨¢n ser registrados. La segunda decisi¨®n de Putin fue viajar a Chechenia para pasar la Nochevieja con los militares rusos que cercan Grozni y condecorar a varios de ellos. El nuevo presidente, que recibe como legado una peligrosa herencia de inestabilidad, debe su fulgurante popularidad a la guerra de Chechenia, que le ha dado una imagen de hombre duro y autoritario. Aunque desde el punto de vista pol¨ªtico es todav¨ªa una inc¨®gnita, en ¨¦l convergen los intereses de los servicios de seguridad (que encabez¨®), del Ej¨¦rcito, de los grupos que quieren una Rusia fuerte y de los m¨¢s poderosos miembros de la oligarqu¨ªa corrupta que se ha formado en el pa¨ªs.