El hospital del Aljarafe abrir¨¢ con 192 habitaciones individuales
La comarca del Aljarafe sevillano tiene ya su hospital. Cuando el presidente Chaves visite hoy las nuevas instalaciones que la orden de San Juan de Dios ha levantado en Bormujos, s¨®lo faltar¨¢n por llegar los enfermos. Esto ocurrir¨¢ los pr¨®ximos d¨ªas; todo est¨¢ dispuesto, pues, para que se inicie la actividad.
Levantado en una parcela de cuatro hect¨¢reas, junto a la A-92, el edificio consta de cuatro plantas repartidas en tres grandes m¨®dulos: administraci¨®n, hospitalizaci¨®n y servicios especiales. En total, se han construido 65.147 metros cuadrados en los que, entre otros servicios, destacan 1as 192 habitaciones, todas individuales, y dotadas de la m¨¢s moderna tecnolog¨ªa y servicios audiovisuales de ¨²ltima generaci¨®n.
La plantilla estar¨¢ compuesta por 600 profesionales entre m¨¦dicos y enfermeras, adem¨¢s del personal auxiliar y de otros servicios que ser¨¢n subcontratado con otras empresas al margen de la orden religiosa.
El centro sanitario, equivalente a un hospital comarcal b¨¢sico, dar¨¢ cobertura sanitaria p¨²blica, y por tanto gratuita, a la poblaci¨®n de la comarca aljarafe?a, en la que est¨¢n situados una veintena de pueblos con una poblaci¨®n aproximada de 205.000 habitantes.
La titularidad del hospital corresponde a San Juan de Dios. Tambi¨¦n su gesti¨®n. Pero el dinero lo pone la sanidad p¨²blica. Pr¨®ximamente, Salud firmar¨¢ un convenio con la orden religiosa por el que cede a ¨¦sta los recursos suficientes -los equivalentes a los que sean necesarios para alcanzar la m¨¢xima eficiencia en un hospital de esa categor¨ªa- para la gesti¨®n sanitaria especializada que demande la poblaci¨®n de la zona.
Salud propondr¨¢ al director del Servicio de Urgencias, aunque ser¨¢ el Consorcio, -la nueva figura administrativa creada para la gesti¨®n, participada al 50% por las dos instituciones-, la que dirija a la postre el hospital.Durante el ¨²ltimo a?o, ha sido el Servicio de Urgencias y su direcci¨®n lo que ha imposibilitado el acuerdo y bloqueado las negociaciones. La Junta, en ning¨²n caso, estaba dispuesta a admitir la m¨¢s m¨ªnima posibilidad de que el hospital del Aljarafe tomase un sesgo privado. A este efecto, la puerta de Urgencias y su control eran claves. De ah¨ª la oposici¨®n radical de la Administraci¨®n a cederle el control a la orden religiosa. San Juan de Dios por su parte argumenta que su contribuci¨®n a la atenci¨®n sanitaria representa un valor a?adido para la sanidad p¨²blica y, en ning¨²n caso, dice la orden, son sospechosos de defender intereses al margen de los p¨²blicos ya que su vocaci¨®n es de servicio, sin ¨¢nimo de lucro. El contencioso ha quedado finalmente resuelto y ser¨¢ el SAS quien proponga al director de Urgencias
El complejo hospitalario aljarafe?o parece un hotel. El visitante, una vez que traspasa el umbral, accede a un gran claustro interior, comunicado a su vez con un patio central en el que destaca una fuente de grandes proporciones. "La luz", dice el gerente Jos¨¦ Benavides, "cobra para nosotros especial importancia. Hemos procurado que no s¨®lo los enfermos, tambi¨¦n los trabajadores, tengan siempre la m¨¢xima luz natural".
Por otra parte, el dise?o arquitect¨®nico del hospital permite resolver situaciones, hasta ahora habituales, como la mezcla de enfermos y visitantes en los pasillos. La dotaci¨®n tecnol¨®gica tambi¨¦n resulta significativa. Desaparecen, pr¨¢cticamente, las radiograf¨ªas y se sustituyen por im¨¢genes digitalizadas. "El nuevo sistema ofrece muchas ventajas", explica el gerente. "No s¨®lo de almacenamiento; tambi¨¦n para los profesionales. Por ejemplo, los m¨¦dicos de atenci¨®n primaria podr¨¢n en todo momento consultar estas im¨¢genes para seguir la evoluci¨®n del paciente".
Especialistas en el cuidado de enfermos, la orden religiosa se ha preocupado de la elecci¨®n de colores y mobiliarios. En este hospital, el blanco no existe. Y en las urgencias, est¨¢ la innovaci¨®n principal de este hospital: una enfermera se har¨¢ cargo del paciente una vez traspase el umbral. A partir de ese momento, cualquier enfermo que llega, independientemente de su estado, estar¨¢ permanentemente vigilado.
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