Un paseo con Marilyn
La c¨¦lebre actriz dej¨® que un joven admirador filmara una jornada de compras
?l ten¨ªa 14 a?os; ella, 29. ?l era un chaval del Bronx, flaco y con unas enormes orejas; ella era una bomba rubia de Hollywood. Dec¨ªan que jam¨¢s podr¨ªa funcionar, y efectivamente as¨ª fue. Excepto por un breve d¨ªa en la primavera de 1955, en el que el amor roz¨® a Peter Mangone y Marilyn Monroe. Y ¨¦l tiene la pel¨ªcula que lo demuestra.
En los a?os cincuenta, Mangone, que ahora tiene 63 a?os y vive en Palm Beach, Florida, era un admirador tan entusiasta de Monroe que estuvo varios meses apostado en el hotel Gladstone, en la calle 52, donde ella se recuperaba de su divorcio de Joe DiMaggio y del repentino fin de su contrato con la Century Fox.
Una de aquellas ma?anas de novillos, Mangone le cogi¨® la c¨¢mara Kodak de ocho mil¨ªmetros a su hermano, puso rumbo al centro y se encontr¨® con Monroe justo cuando ella sal¨ªa del hotel para animarse con una jornada de compras. Y entonces, como en las pel¨ªculas, ella le salud¨®, le gui?¨® un ojo y le pidi¨® que la acompa?ara. "Una vez que la ve¨ªas, una vez que tus ojos se fijaban en ella, se quedaba marcada a fuego en tu cabeza", recuerda Mangone. "No he podido volver a mirar de la misma forma a ninguna otra mujer".
Como en las pel¨ªculas, ella le salud¨®, gui?¨® un ojo y le pidi¨® que le acompa?ara
Mangone y Monroe pasaron la tarde juntos, revelaron la pel¨ªcula y la estuvieron viendo en la casa de ¨¦l, en Starting Avenue. ?l no volvi¨® a ver la cinta durante casi 50 a?os. "Recuerdo que a los 17 a?os estuve limpiando mi habitaci¨®n y que tir¨¦ muchas cosas, revistas de cine y cosas as¨ª, porque ya era una persona madura", comenta, "y perd¨ª la pel¨ªcula".
Mangone se convirti¨® en patinador velocista, una estrella del Roller Derby, y, finalmente, en un estilista profesional que trabaj¨® con estrellas de Hollywood que hac¨ªan en Florida espect¨¢culos como los de Las Vegas (del tipo Zsa Zsa Gabor, Sammy Davis Jr., Wayne Newton). Monroe regres¨® a Hollywood y sigui¨® luchando con los hombres, las drogas y la depresi¨®n. Muri¨® de sobredosis de pastillas para dormir en 1962, a los 36 a?os de edad. Mangone no volvi¨® a ver su pel¨ªcula hasta el a?o pasado, cuando su hermano la encontr¨® entre las pertenencias de su padre y se la devolvi¨®. "Cre¨ªa que estaba de broma", dice. La pel¨ªcula, ignorada y guardada en una desgastada caja de cart¨®n, estaba pr¨¢cticamente intacta. De algo m¨¢s de cinco minutos de duraci¨®n, la pel¨ªcula original en color no hab¨ªa sufrido los estragos del tiempo "porque nadie la hab¨ªa visto ni proyectado", seg¨²n Russ Suniewick, presidente de Colorlab, una empresa de conservaci¨®n de pel¨ªculas de Rockville, Maryland, que pas¨® la pel¨ªcula a 16 mil¨ªmetros, VHS y DVD. No ten¨ªa sonido.
"Es una pel¨ªcula sorprendente", dice Suniewick. Est¨¢ rodada a una distancia de entre metro y metro y medio, con una serie de interacciones entre Monroe y la c¨¢mara. Caminando hacia atr¨¢s, Mangone capt¨® a Monroe en poses neoyorquinas cl¨¢sicas, paseando por la Quinta Avenida del brazo de su amigo y fot¨®grafo Milton B. Greene, y pisando cautelosamente la rejilla del metro. (Fue el a?o de La tentaci¨®n vive arriba y de aquel famoso golpe de aire que hizo volar el sugestivo vestido blanco).
La c¨¢mara tambi¨¦n capt¨® momentos sin glamour en los que estaba desprevenida: bostezos, tropezones y cuando le entra una mota de polvo en el ojo. Monroe llevaba un traje negro de cachemir. Beth Vahle, representante de la empresa CMG Worldwide que gestiona los derechos de imagen de Monroe, dijo que no ten¨ªa conocimiento de la existencia de ninguna otra grabaci¨®n casera de la actriz correspondiente a aquel periodo.
Mangone no volvi¨® a verla despu¨¦s de 1955, pero su fascinaci¨®n por la actriz ha renacido. No tiene claro qu¨¦ hacer con la pel¨ªcula. Una idea es hacer un ¨¢lbum de instant¨¢neas. Pero dice que se siente feliz de haber vuelto a encontrar a su viejo amor. "Es un regalo", cuenta. "Ha sido como volver a encontrar a mi amada del instituto. ?Y sabe qu¨¦? Era justo como la recordaba".
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