Contra el sometimiento de la teolog¨ªa
?lvaro Pombo y Jos¨¦ Mar¨ªa Castillo presentan en Madrid el nuevo libro de Tamayo, el te¨®logo condenado por Roma
?Atracci¨®n por la Teolog¨ªa o curiosidad por escuchar a dos te¨®logos perseguidos por la inquisici¨®n romana? Algo de todo. Los heterodoxos siempre han concitado la emoci¨®n de los amantes de la libertad. Con ese esp¨ªritu acudieron 200 personas, en la noche del martes pasado y bajo la nieve, a la sede de Comisiones Obreras en Madrid, donde se presentaba el ¨²ltimo libro del te¨®logo Juan Jos¨¦ Tamayo. Se titula Nuevo paradigma teol¨®gico y ha sido editado por Trotta.
Anatematizado por el Vaticano de forma clamorosa en enero pasado con una "nota" p¨²blica preparada durante tres a?os por los funcionarios de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio), Tamayo vuelve donde sol¨ªa con un libro "deslumbrante y genial", en palabras del novelista y acad¨¦mico ?lvaro Pombo, maestro de la ceremonia junto el te¨®logo Jos¨¦ Mar¨ªa Castillo, el editor Alejandro Sierra y el dirigente de CC OO, Rodolfo Benito.
Tamayo y Castillo. En Espa?a hay muchos y buenos te¨®logos, pero, aunque se enfaden los obispos, pocos suenan tanto como los castigados por Roma. Suman ya una veintena: Juan Antonio Estrada, Marciano Vidal, Benjam¨ªn Forcano, Jes¨²s Equiza...; y Castillo y Tamayo fueron los m¨¢s madrugadores tras el apag¨®n producido para poner orden a los a?os libres del Concilio Vaticano II. En Espa?a, aquellas censuras contaron a veces con el auxilio del siniestro Tribunal de Orden P¨²blico (TOP): la orden de secuestro del libro Por una Iglesia del pueblo, de Tamayo, (Ma?ana Editorial, 1976) llevaba la firma de un juez del TOP.
En cuanto a Castillo, su libro La alternativa Cristiana. Hacia una Iglesia del pueblo (Ediciones S¨ªgueme, 1978) le cost¨® ser arrojado a las tinieblas exteriores de la Iglesia oficial, que lo apart¨® en 1981 de la c¨¢tedra de Teolog¨ªa de Granada acusado de "no fomentar el amor a la Iglesia en sus clases".
"Cuando le¨ª en EL PA?S que Roma condenaba a Tamayo tuve un ataque de ira y el ¨¢nimo de apostatar. Pero qu¨¦ dif¨ªcil; no hay manera de hacerlo. La condena es hiriente. Tamayo es un hombre capaz de hablar de Dios a cualquier hora; sus libros tienen una emoci¨®n cristiana contagiosa", dijo el escritor ?lvaro Pombo. El autor de El Cielo abierto ve a la Iglesia de Roma como asustada. A?adi¨® Pombo: "Pero son fuertes, y un fuerte asustado es terrible, es peligroso".
Castillo no tiene miedo. Tiene dolor. "Me duelo mucho y no me lo puedo callar", dijo sobre la actitud de la jerarqu¨ªa ante los te¨®logos libres. La Teolog¨ªa "es una ciencia", la emperatriz de las ciencias hasta que fue destronada por la Ilustraci¨®n, y no entiende Castillo c¨®mo se puede pretender por Roma disciplinarla a mera repetici¨®n, una y otra vez, de lo que dicen los papas. Citando a Yves Congar, el famoso te¨®logo del Vaticano II, tambi¨¦n perseguido m¨¢s tarde, Castillo lamenta que Juan Pablo II, como en los 50 del siglo pasado P¨ªo XII, "haya desarrollado hasta la man¨ªa un r¨¦gimen paternalista en el que ¨¦l, y s¨®lo ¨¦l, dice lo que hay que decir y pensar, convirtiendo a los te¨®logos en meros comentaristas de sus discursos".
A?adi¨® Castillo: "El concilio abri¨® ventanas de esperanza, pero se han encargado de cerrarlas. La situaci¨®n es m¨¢s grave que la que describ¨ªa Congar. P¨ªo XII era conservador y autoritario, pero nombr¨® obispos de gran categor¨ªa intelectual y humana, los que despu¨¦s hicieron aquel gran concilio, mientras que el actual papa, tambi¨¦n conservador y autoritario, nombra los obispos a condici¨®n de que sean obedientes a Roma y sumisos a los poderes de este mundo de violencia, exclusi¨®n y desesperanza".
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