La soprano Barbara Hendricks alza su voz contra la guerra
La cantante act¨²a hoy en Madrid, y ma?ana, en San Sebasti¨¢n
Viene a dar guerra contra la guerra. "Los pol¨ªticos deber¨ªan pedirnos menos fe y darnos m¨¢s pruebas", dice Barbara Hendricks, soprano estadounidense, premio Pr¨ªncipe de Asturias, activista comprometida de voz alta y clara, que act¨²a hoy en Madrid, y ma?ana, en San Sebasti¨¢n, junto a la Orquesta de Cadaqu¨¦s y con sir Neville Marriner como director. Cantar¨¢ las Noches de verano, de H¨¦ctor Berlioz.
Estos d¨ªas parece que a Barbara Hendricks le molesta hablar de m¨²sica. Cree que hay cosas mucho m¨¢s importantes. Por ejemplo, la guerra que parece que se avecina y la actitud paternalista de los l¨ªderes mundiales, que es algo que no puede soportar. Hoy cantar¨¢ en Madrid, ma?ana en San Sebasti¨¢n y lo hizo anteayer en Zaragoza. Se siente muy comprometida con Espa?a desde que recibiera el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Artes en 2000, fecha desde la que ha intensificado su presencia en el pa¨ªs. Aunque admite que todav¨ªa no la han invitado a cantar en teatros fundamentales como el Real, a lo que se muestra muy dispuesta: "Me gusta mucho la ¨®pera y creo que lo hago bien. Adem¨¢s, ahora que mis hijos ya me han dejado -tienen 21 y 18 a?os-, tengo much¨ªsimo tiempo y no me importar¨ªa pasarme unos meses en Madrid para hacer ¨®pera, a pesar de que estoy segura de que ganar¨¦ bastantes kilos".
Antes de entrar en materia, habla un poco de Berlioz. "Estas Noches de verano las canto desde que empec¨¦ mi carrera, pero siento que lo hago cada vez mejor, porque tengo m¨¢s experiencia en la vida y desgraciadamente en la muerte, que son los dos temas de los que tratan estas canciones".
Cuando se le pregunta sobre la situaci¨®n mundial, Hendricks es dr¨¢stica. Y empieza: "Me siento orgullosa de la respuesta de la gente en las calles este fin de semana en las manifestaciones. El respeto a la democracia es una obligaci¨®n. Nuestros l¨ªderes no quieren que haya debate, pero nosotros les hemos demostrado que la obligaci¨®n de que nos escuchen es fundamental si quieren que haya respeto por nuestro sistema". Y sigue. "Los ciudadanos no entienden esta prisa por la guerra, necesitamos ver pruebas. Y yo no me considero una pacifista; es m¨¢s, he visto los efectos de la tiran¨ªa, del genocidio, de su sufrimiento, he estado como representante de los refugiados para la ONU en Sarajevo, en Ruanda, he pedido la intervenci¨®n r¨¢pida en Kosovo, pero en este caso creo que no existen pruebas suficientes para intervenir en Irak".
Tampoco, pese a ser una estadounidense que vive en Europa -entre Suecia y Suiza-, siente rechazo hacia su pa¨ªs de origen. "Me he forjado como luchadora en los a?os setenta en Estados Unidos, y es una parte de m¨ª de la que me siento muy orgullosa, pero creo que en ese pa¨ªs no se ha convivido demasiado con el terrorismo y lo han visto hasta ahora como un problema lejano. Por eso las conexiones que se tratan de establecer entre redes terroristas e Irak, creo que no se sostienen".
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