Cada vez m¨¢s incr¨¦dulo

Como franc¨¦s empadronado en Galicia, har¨¦ uso de mi derecho al voto en los comicios municipales que pronto tendr¨¢n lugar en este pa¨ªs. Desde luego, y para decirlo francamente, la opini¨®n personal que ten¨ªa desde fuera acerca del Gobierno de Aznar era m¨¢s bien positiva. Pero ahora asisto a las actuaciones de este equipo cada vez m¨¢s incr¨¦dulo. Me refiero obviamente al tratamiento pol¨ªtico que se hizo del caso Prestige, as¨ª como a la actitud seguidora a toda costa del unilateralismo americano.

Podr¨ªa entender sus argumentos si no observara, adem¨¢s, su incapacidad para tomar la palabra sin tratar sistem¨¢ticamente a los dem¨¢s de irresponsables, convirtiendo ello en su ¨²nico -y contraproducente- discurso pol¨ªtico. Nosotros, como dem¨®cratas, no podemos dejar que la democracia, algo muy fr¨¢gil que solamente puede existir gracias a la voluntad de cada uno, se reduzca a un simple ejercicio formal (elecciones, instituciones, etc¨¦tera), sino afirmar que es, antes de todo, una disposici¨®n de ¨¢nimo.

Y este esp¨ªritu, claramente, lo ha perdido el partido que hoy gobierna a Espa?a. Tampoco podemos dejar que, a trav¨¦s de problemas tales como son el terrorismo o la proliferaci¨®n de armas de destrucci¨®n masiva, intenten vendernos un modelo de sociedad basado en la brutalidad pol¨ªtica. De hecho, y al igual que la corrupci¨®n o el desinter¨¦s general por la pol¨ªtica, el populismo ya nos ense?a claramente su cara de "enemigo interior" de las democracias occidentales. M¨¢s all¨¢ del lema "no a la guerra", es precisamente la intuici¨®n de este peligro de escala global lo que ha llevado a tanta gente a la calle estos d¨ªas. Un poco como si la guerra contra Irak fuera s¨®lo la punta del iceberg.

Por mi parte, este espect¨¢culo pol¨ªtico ha logrado que en las pr¨®ximas elecciones vote a favor de un partido de izquierda. Ser¨¢ la primera vez en mi vida de elector.