Kornegay decide al final

En un final ag¨®nico, apretado al l¨ªmite, de aquellos que anuncia pr¨®rroga, el Unicaja trenz¨® su mejor jugada del partido, la m¨¢s certera, domin¨® el tempo, calcul¨® con matem¨¢tica perfecta, se encomend¨® a la mu?eca de Kornegay y acab¨® doblegando a un Joventut que ya no supo qu¨¦ m¨¢s hacer con los dos segundos de esperanza que le quedaban. Se hab¨ªan plantado en los ¨²ltimos 26 segundos empatados a 75, con posesi¨®n para los malague?os. El acierto otorgaba el salvoconducto hacia las semifinales y, en el momento decisivo, el equipo de Maljkovic, no fall¨®. Movi¨® el bal¨®n con cabeza, apur¨® al m¨¢ximo el tiempo de posesi¨®n y, en el ¨²ltimo segundo, Kornegay se catapult¨® hacia el aro. No hubo canasta pero s¨ª personal y dos tiros. Casi llorando entr¨® el primero; ya m¨¢s decidido, el segundo. 77-75 y golpe directo en el rostro del Joventut, que ya no reaccion¨®.

El ajustado final resume a la perfecci¨®n un encuentro que se igual¨® por el desacierto. Si mal estuvo el Joventut desde el per¨ªmetro, especialmente en los dos primeros cuartos, no mejor estuvo el Unicaja que no lleg¨® a un 40% de acierto desde el exterior. "?Defensa, defensa!", se desga?itaban los seguidores malague?os desde la grada. Pero ni siquiera el pobre marcador fue m¨¦rito de la retaguardia; el reiterado desacierto de ambos equipos les facilit¨®, y de qu¨¦ manera, el trabajo.

Jugaron Unicaja y Joventut un partido siempre a rachas, dosificando, abriendo y cerrando gas, como si tuvieran miedo de quemar demasiadas fuerzas antes de la hora de la verdad. As¨ª, a un momento de inspiraci¨®n de los malague?os, le segu¨ªa otro desastroso, que, a su vez, aprovechaba el Joventut para mantenerse en la pelea o a la inversa. Porque el encuentro nunca tuvo un claro dominador. Lo pareci¨® el Unicaja en los dos primeros cuartos cuando a los verdinegros s¨®lo los aguantaba la casi insultante superioridad de Tabak en zona propia y ajena y el buen manejo de Marco, tambi¨¦n de cara al aro. Se desperez¨® despu¨¦s el Joventut, con el despertar de Radulovic, ya en el tercer cuarto, y trat¨® de encauzar su moment¨¢nea superioridad. No lo logr¨®. Cada vez que los de Comas pretend¨ªan avanzar un nuevo paso, Unicaja encontraba su hombre inspirado. Lo fue por momentos Weis, con m¨¢s frecuencia el peque?o y veloz Bullock y, en momentos decisivos, Roger y Okulaja. Sus triples, a final del pen¨²ltimo cuarto, ahogaron de nuevo el ligero respiro verdinegro. Fue en esas circunstancias cuando la amplitud de banquillo y de recursos del conjunto de Maljkovic qued¨® patente. Que una pieza no funcionaba, el t¨¦cnico serbio miraba al banco y encontraba recambio. Comas, en cambio, no pudo mover m¨¢s de ocho piezas.

Entrados en el cuarto final, Unicaja pareci¨® decidido a sentenciar el encuentro. Aprovech¨® el baj¨®n defensivo del Joventut, se procur¨® una ventaja de ocho puntos (65-57) y se ech¨® a dormir. Craso error. Como una pesadilla, con tres triples consecutivos, los verdinegros perturbaron de nuevo su sue?o. Y as¨ª, apretaditos, llegaron al momento final. En el que decidi¨® Kornegay.