"En sexo no estamos tan liberados como creemos", afirma Maite Merino

Un buen olfato y "un buen equipo" han convertido a la actriz y productora Maite Merino en protagonista de uno de los mayores ¨¦xitos teatrales de los ¨²ltimos tiempos, Los mon¨®logos de la vagina, de Eve Ensler. El equipo, desde la directora, Antonia Garc¨ªa, al traductor-adaptador, V¨ªctor Cremer, pasando por las int¨¦rpretes, Magdalena Broto y la propia Merino, se ha revelado como "un buen c¨®ctel para el ¨¦xito". El espect¨¢culo va a cumplir tres a?os en cartel y no pierde fuelle. Tal vez porque, como dice la actriz, en cuesti¨®n de sexo "no estamos tan liberados como creemos".

El olfato le permiti¨® a Maite Merino (Madrid, 1963) intuir las posibilidades del espect¨¢culo, con "un texto excelente", cuando lo vio en Londres en el a?o 1999, interpretado por la propia autora, y decidi¨® traerlo a Espa?a. Los mon¨®logos de la vagina -que se ha representado con ¨¦xito por todo el mundo- es el segundo espect¨¢culo de Kar¨¢cter, la productora de Maite Merino, y su estreno estuvo rodeado de todo tipo de dificultades. La obra nace de una larga serie de entrevistas que Eve Ensler mantuvo con mujeres de toda condici¨®n, edad, formaci¨®n y orientaci¨®n, sobre un mismo tema: la relaci¨®n con su sexo.

En opini¨®n de Maite Merino, el de Los mon¨®logos de la vagina es un texto "de gran contenido social, escrito con la intenci¨®n de hablar de los tab¨²es y los miedos de la mujer en relaci¨®n a su sexualidad, y no con una finalidad comercial". La actriz y productora de la pieza la define como "tragicomedia". Al principio, recuerda, ning¨²n teatro quer¨ªa apostar por un espect¨¢culo con semejante t¨ªtulo -"la autora no permite que se cambie; dice que vagina es una palabra fea, que suena a medicina, pero que sustituirla por otra es fomentar el tab¨²", explica Merino-. Tambi¨¦n el hecho de ser el formato una reuni¨®n de mon¨®logos jugaba en contra de la obra, porque a¨²n no hab¨ªa empezado el boom que el g¨¦nero tiene actualmente en Espa?a. "La gente me dec¨ªa que esto del mon¨®logo era un rollo", recuerda Maite Merino con el orgullo de quien, en cierto modo, se sabe pionera del g¨¦nero en teatro. Desde la primera funci¨®n, en un pueblo de la sierra de Madrid, hasta el estreno en la capital pasaron siete meses muy dif¨ªciles, en los que s¨®lo se hicieron tres representaciones. Pero en cuanto recal¨® en el madrile?o teatro Alfil empez¨® a funcionar el boca-oreja y no ha parado de exhibirse. Actualmente se representa en Barcelona -"un p¨²blico muy exigente", precisa la actriz - y las continuas pr¨®rrogas han llevado a posponer sin fecha todav¨ªa la gira por teatros de Espa?a.

El montaje ha conseguido contactar con espectadores de todas las edades. Incluidos j¨®venes "de entre 17 y 27 a?os, que no acostumbran a ir al teatro", puntualiza, y tambi¨¦n personas mayores. "Estos dos grupos son los que m¨¢s disfrutan", asegura Maite Merino. Y cuenta que, a veces, el equipo recibe en el camerino la visita de alguna mujer mayor "que nos dice que ya era hora que se hablara de esto y de esta manera".

Miedos y tab¨²es

Muchos hombres que han ido a ver la obra aseguran que Los mon¨®logos de la vagina es "como o¨ªr una conversaci¨®n de mujeres en el lavabo de se?oras", se?ala la actriz. Y, en general, a?ade, todos los espectadores "salen muy removidos" por la intensidad del tema y sacan una ense?anza com¨²n. "Se dan cuenta", comenta, "de que tenemos a¨²n muchos miedos, tab¨²es y pudores".

Para mantener vivo el espect¨¢culo, sus responsables est¨¢n estudiando la incorporaci¨®n de una tercera actriz al elenco, con la particularidad de que ¨¦sta ser¨¢ o bien una periodista o una escritora que se ocupar¨¢ de una parte del montaje que, en palabras de Maite Merino, "es muy period¨ªstico". Porque todo apunta a que Los mon¨®logos de la vagina tienen a¨²n mucha vida por delante.