La Real endereza el rumbo
Sin un juego exquisito, el equipo de Denoueix rompe su mala racha y se mantiene l¨ªder
La Real Sociedad se ha levantado a tiempo para no soltar el liderato. Justo cuando el Real Madrid le hab¨ªa adelantado provisionalmente la v¨ªspera con su victoria contra el Valladolid, el l¨ªder resurgi¨® de nuevo. Por unas u otras razones, hab¨ªa atravesado la primera crisis de resultados de la temporada: un punto de los anteriores nueve. No estaba acostumbrada a perder la Real y ayer reaccion¨®. Seguramente, la salida del charco ha resultado m¨¢s trabajosa de lo esperado. Osasuna, un equipo que se crece en proporci¨®n a la dimensi¨®n de su rival, le contest¨® con los mismos argumentos. Con velocidad, con toque, con buen f¨²tbol. S¨®lo que esta vez, a diferencia del Madrid en El Sadar, se encontr¨® con una Real que estuvo en el partido cuando hab¨ªa que estar.
REAL SOCIEDAD 2 - OSASUNA 0
Real Sociedad: Westerveld; L¨®pez Rekarte, Kvarme, Boris, Aranzabal; Karpin, Xabi Alonso (Mikel Alonso, m. 57), Aranburu, Barkero (Gabilondo, m. 90); Nihat (Khokhlov, m. 83) y Kovacevic.
Osasuna: Sanzol; Josetxo, Cruchaga, Mateo, Antonio L¨®pez; Alfredo, Pu?al; Mu?oz (Valdo, m. 55), Iv¨¢n Rosado, Manfredini (Brit, m. 72); y Aloisi (Morales, m. 71).
Goles: 1-0. M. 42. Barkero saca de esquina, Kovacevic remata con el pie cay¨¦ndose y el bal¨®n da un bote alto que supera a Alfredo.
2-0. M. 63. Mikel Alonso aprovecha un error de Manfredini en el despeje para batir a Sanzol a bocajarro.
?rbitro: Rubinos P¨¦rez. Amonest¨® a Mateo, Kovacevic, Aranburu, Manfredini, Nihat y Antonio L¨®pez.
29.500 espectadores en Anoeta.
Los donostiarras han jugado mejor esta temporada, sin duda, pero para mantener un liderato hay que saber sobrevivir en ausencia de la chispa futbol¨ªstica. A Denoueix le obsesiona el buen juego. Lo busca incluso sacrificando algo de efectividad porque entiende este negocio como algo a largo plazo: si inviertes, antes o despu¨¦s te rendir¨¢. Por eso tal vez ahora, que en vez de 90 minutos arrolladores y de total superioridad tiene partidos de m¨¢s desgaste, cuando surgen situaciones comprometidas sabe resolverlas.
La Real s¨®lo arras¨® en los comienzos de los dos tiempos. Desbord¨® a Osasuna con ese juego tan caracter¨ªstico, aparentemente sencillo y directo, usando las coaliciones entre lateral e interior (Aranzabal y Barkero en la izquierda, y Rekarte y Karpin en la derecha), ayudados desde todos los flancos por el ferrari Nihat. Normalmente a Kovacevic le basta con poner la cabeza, marcar los tiempos y levantar los brazos, pero ayer ese momento se hizo de rogar.
Osasuna se mimetiz¨® en Anoeta y copi¨® las virtudes realistas. En un derby regional ejemplar, sin violencias y con el deseo mutuo de llegar a un buen f¨²tbol, el equipo de Javier Aguirre busc¨® a Iv¨¢n Rosado. Lo us¨® de faro y, en conexi¨®n con el omnipresente Alfredo, buscaron los huecos de la Real.
La Real Sociedad se sent¨ªa distra¨ªda. Bien por la tensi¨®n a la que le someten el Real Madrid y el Valencia; bien por las razonadas aunque mal gestionadas decisiones arbitrales desfavorables de las ¨²ltimas semanas; bien por el ir y venir de jugadores importantes en las alineaciones, el equipo de Denoueix se desorient¨®.
Necesitaba a Xabi Alonso, el hombre que generalmente pone a cada uno en su sitio, el que maneja la palanca de cambios. Pero ¨¦l s¨®lo utilizaba una marcha corta. Le falta rodaje para volver a recuperar las sensaciones de antes de la lesi¨®n y la relesi¨®n. Sus tres saques de esquina lo revelaron todo. No acert¨® a elevar el bal¨®n ni un palmo.
Tuvo que llegar un saque de esquina desde el otro lado para que Barkero colocara la pelota en el ¨¢rea peque?a y el inevitable Kovacevic marcara el primer gol. Si hace una semana la Real maldec¨ªa su suerte por el gol de Filipescu a la remanguill¨¦, ayer el mismo lamento puede corresponder a Osasuna.
El gol anim¨® a los dos equipos. A Nihat, que en lo poco que apareci¨® daba una sensaci¨®n de peligro constante, le dieron metros y Osasuna, como tantas otras veces, amagaba y no remataba. Alfredo, tan peque?o e incontrolable, estaba en todos los sitios donde se mascaba algo, pero no le acompa?aban quienes se supone que deben terminar las jugadas. El eterno mal de Osasuna.
Esta vez no apareci¨® Manfredini, al que se le esfumaron las ansias del debut. No hizo un gol como el de la semana anterior, pero s¨ª colabor¨® en otro. En un bal¨®n que ca¨ªa desde lo alto al ¨¢rea de su equipo, efectu¨® mal el despeje y se lo entreg¨® a Mikel Alonso, reci¨¦n ingresado en el campo en sustituci¨®n de su hermano. Todo qued¨® en bandeja para el 2-0.
Osasuna ya vio un muro demasiado grande como para batallar m¨¢s en Anoeta. La Real tampoco se preocup¨® demasiado por lo que quedaba. M¨¢s se fij¨® en un asunto pendiente, en Rubinos P¨¦rez. No por ¨¦l en concreto, sino por la fijaci¨®n que ha entrado en la Real por los arbitrajes. Al final, ganan o pierden los futbolistas. Y los de la Real han vuelto a enderezar el carril del liderato.
Alonso, el otro
Xabi Alonso, el internacional, la joya de la Real Sociedad, volvi¨® al equipo. Era la noticia que esperaban en Anoeta para recuperar el rumbo perdido. El organizador, sin embargo, necesita tiempo. Desde diciembre los tobillos no le dejan tranquilo. No importa. La Real tiene otro Alonso en la rec¨¢mara. M¨¢s desconocido, poco usado por Denoueix esta temporada (tres partidos), con menos clase, pero que sirve en ciertos momentos.
Mikel Alonso, hijo tambi¨¦n del ex entrenador realista Patxi Alonso, tom¨® el relevo a su hermano menor y seis minutos m¨¢s tarde marc¨® el segundo gol en el momento en que m¨¢s estaba sufriendo la Real.
Algo m¨¢s de un a?o mayor que Xabi, Mikel se ha tenido que ganar el puesto por otros cauces e incluso pas¨® un tiempo por el Athletic. No destaca por el toque y la capacidad de organizar, sino por un f¨²tbol m¨¢s pulmonar e industrioso. Este a?o apenas ha tenido sitio. Debut¨® unos minutos testimoniales en el primer partido de la Liga, pero desapareci¨® hasta la semana pasada
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