"Nos dijeron que volver¨ªan a buscarnos"
Cuatro de los seis supervivientes tras 14 d¨ªas a la deriva relatan c¨®mo fueron abandonados sin agua ni comida por el patr¨®n de la patera
Los seis n¨¢ufragos rescatados el mi¨¦rcoles de la semana pasada al sur de Canarias en una patera tras pasar 14 d¨ªas a la deriva hab¨ªan zarpado el d¨ªa 6 de una playa cercana a El Aai¨²n, en el S¨¢hara Occidental. S¨®lo llevaban un poco de pan y litro y medio de agua por cada dos personas. El primer d¨ªa de traves¨ªa, el motor se averi¨®. Los marroqu¨ªes que viajaban a bordo lo arrojaron al mar, saltaron a otra embarcaci¨®n y prometieron volver a rescatarles. Nunca lo hicieron. Durante el viaje, hasta 12 inmigrantes murieron de sed y de hambre. Sus compa?eros fueron arroj¨¢ndolos por la borda. Cuatro de los supervivientes han relatado a EL PA?S su dram¨¢tica experiencia.
Bubakare, Yaze¨¦, Mamad¨² y Daniel permanecen ingresados en dos hospitales de Santa Cruz de Tenerife. Est¨¢n muy delgados y tienen llagas en la piel. Otro de ellos, Sulem¨¢n, no habla espa?ol, franc¨¦s ni ingl¨¦s. La mujer, llamada Sangare, es la que se halla en peor estado; los m¨¦dicos no permiten que reciba visitas. Cuatro polic¨ªas nacionales custodian sus habitaciones.
De sus relatos, a veces contradictorios, pueden extraerse las siguientes conclusiones:
Los n¨¢ufragos zarparon el d¨ªa 6 de una playa cercana a El Aai¨²n. Formaban parte de una expedici¨®n de 34 personas que se dirig¨ªan a Fuerteventura en dos pateras tripuladas por marroqu¨ªes. A mitad del trayecto, el motor de su embarcaci¨®n fall¨®. Los dos patrones llamaron por tel¨¦fono a un familiar que vive en Espa?a, tiraron el motor al mar y, junto a otros dos marroqu¨ªes que viajaban como inmigrantes, saltaron a la embarcaci¨®n que navegaba en paralelo a ellos.
Durante su viaje de 14 d¨ªas a la deriva s¨®lo bebieron agua dulce un d¨ªa de tormenta. Los 18 n¨¢ufragos fueron muriendo de sed, hasta que quedaron s¨®lo seis. El d¨ªa anterior a su rescate por el pesquero gallego Naboeiro fallecieron entre cuatro y siete personas en la chalupa. Los supervivientes arrojaron sus cuerpos por la borda.
BUBAKARE "Nos dimos cuenta de que los que beb¨ªan agua de mar mor¨ªan"
"Soy de Mal¨ª y tengo 30 a?os. En mi pa¨ªs era agricultor, pero ahora hay sequ¨ªa. Quise emigrar a Europa porque tengo que mantener a mis padres y a seis hermanos peque?os. Yo hab¨ªa contratado la ruta entera: desde Mal¨ª hasta Espa?a. No conoc¨ªa a los dem¨¢s miembros de la expedici¨®n hasta que me los encontr¨¦ en el coche que nos llev¨® de Mal¨ª hasta Marruecos a trav¨¦s de Argelia. Antes de embarcar dormimos en la arena de la playa, en el S¨¢hara. Zarpamos a las cinco de la ma?ana del d¨ªa 6 de este mes. ?ramos 34 personas y viaj¨¢bamos en dos pateras que navegaban una al lado de la otra. Los marroqu¨ªes s¨®lo nos dejaron embarcar una botella de agua de litro y medio por cada dos personas. Esa agua se termin¨® el primer d¨ªa. Cuando se rompi¨® el motor, uno de los marroqu¨ªes llam¨® por tel¨¦fono m¨®vil a su hermana, que vive en Espa?a, y le dijo que avisara a la polic¨ªa. Luego los marroqu¨ªes y un liberiano tiraron al mar el motor de nuestra patera y se pasaron a la otra. No s¨¦ por qu¨¦ lo hicieron. Nos dijeron que volver¨ªan a buscarnos, pero pasaron las horas, lleg¨® la noche, y un d¨ªa, otro d¨ªa y otro y otro, y nunca volvieron".
"Cuando nos dejaron solos, un ghan¨¦s que ten¨ªa un tel¨¦fono m¨®vil llam¨® a un familiar que ten¨ªa en Espa?a. El ghan¨¦s hablaba por el aparato continuamente, hasta que se le agot¨® la tarjeta. Ese hombre muri¨® al noveno d¨ªa de traves¨ªa". "Ve¨ªa morir a los dem¨¢s y pensaba: yo tambi¨¦n voy a morir. No ten¨ªamos agua, no ten¨ªamos comida. Nos dimos cuenta de que los que beb¨ªan agua de mar mor¨ªan al poco tiempo; por eso nos pon¨ªamos pasta de dientes en los labios y nos moj¨¢bamos la boca. El primero que hizo eso fue un ghan¨¦s, y lo copiamos todos. S¨®lo llovi¨® un d¨ªa, y bebimos el agua que recog¨ªamos con las manos". "?C¨®mo comprob¨¢bamos que la gente estaba muerta? Lo ve¨ªamos, simplemente. Se quedaban quietos en el fondo de la patera y se mor¨ªan. Entonces los ech¨¢bamos al mar. S¨ª, yo s¨¦ que entrar en Europa en patera es ilegal. Cuando salga del hospital no quiero volver a Mal¨ª. Quiero trabajar aqu¨ª".
YAZE? "Simplemente nos dejaron all¨ª solos"
"Era granjero en Ghana, pero no trabajaba. Tengo 33 a?os. Sal¨ª hace seis meses de mi pa¨ªs, porque me dijeron que en Espa?a pod¨ªa encontrar trabajo. Estaba solo, sin familia. Llegu¨¦ hasta la costa oeste de Marruecos. Esa noche subimos 22 personas a la barca. Cuando se par¨® el motor, los ¨¢rabes llamaron por tel¨¦fono. Se acerc¨® el otro bote. Antes de dejarnos, tiraron el motor y el m¨®vil al mar. No nos dijeron ni una sola palabra. Simplemente nos dejaron all¨ª, solos. Recuerdo que cuando saltaban de una barca a la otra, la nuestra se mov¨ªa muy fuerte de derecha a izquierda y de arriba abajo. Pens¨¦ que nos caer¨ªamos al agua. Se mov¨ªa mucho. S¨®lo llovi¨® un d¨ªa, a lo mejor dos. Beb¨ª muy poca agua de mar, pero no tanta como otros. Cada d¨ªa se mor¨ªan uno o dos. Menos un d¨ªa, que murieron muchos. Cuando ve¨ªamos que uno mor¨ªa lo lanz¨¢bamos al agua. El primero en morir fue el m¨¢s joven. El ¨²ltimo era una mujer, tambi¨¦n muy joven, un d¨ªa antes de que nos salvaran. El ¨²nico amigo que hice tambi¨¦n muri¨®". "Durante esos d¨ªas vi m¨¢s de 20 luces de barcos que no se acercaban, pero estaban muy cerca. Cuando lleg¨® el helic¨®ptero s¨®lo pensaba que hab¨ªa salvado la vida. Lo ¨²nico que recuerdo es el sabor de las primeras verduras que he comido aqu¨ª y el agua, mucha agua".
MAMAD? "Dos se lanzaron al agua para alcanzarlos"
"Tengo 25 a?os y nac¨ª en Mal¨ª, donde trabajaba como alba?il. S¨¦ escribir, pero nunca he estudiado. No estoy casado y tampoco tengo hijos. S¨®lo quer¨ªa venir a Europa a trabajar. Ven¨ªa con un amigo, que muri¨® en el mar. "No quiero hablar sobre qui¨¦n era el patr¨®n de la patera, ni sobre qui¨¦n organiz¨® el viaje. Les pagu¨¦ 6.000 dirhams (unos 600 euros). Salimos de la costa del S¨¢hara. Cuando se estrope¨® el motor, los capitanes marroqu¨ªes se pasaron a otra lancha. Dos de los que iban en nuestra patera se quitaron las ropas y se lanzaron al agua para alcanzarlos. ?Qui¨¦n sabe si murieron? No ten¨ªamos agua ni comida. Pasamos mucha hambre y mucho miedo. Unos murieron de hambre y a otros los arrastraron las olas. Llor¨¦ mucho, sufr¨ª mucho, porque pensaba que iba a morir. Lo pensaba todos los d¨ªas, hasta que vi el barco grande que nos rescat¨®. Yo cre¨ªa que venir en patera era legal. Me da igual estar en Europa que en Canarias. Ahora ya estoy bien.
DANIEL "Los ech¨¢bamos por la borda. Rez¨¢bamos"
"Soy de Ghana. Salimos del S¨¢hara con un poco de pan y unas botellas de agua. El motor se rompi¨® el primer d¨ªa. Entonces uno de los ¨¢rabes habl¨® por su tel¨¦fono m¨®vil. No s¨¦ a qui¨¦n llam¨®. Lleg¨® la otra patera y los dos ¨¢rabes, los dos capitanes, saltaron a ella. Se llevaron el motor y el tel¨¦fono m¨®vil. Uno de ellos me dijo: 'Salva la vida'. Quedamos 18 personas en la lancha. Al tercer d¨ªa de viaje muri¨® el primero. Luego fueron muriendo los dem¨¢s. Fallec¨ªan de hambre y de sed. Se quedaban como dormidos, y los ech¨¢bamos por la borda. Rez¨¢bamos. El d¨ªa antes de que nos encontraran murieron ocho personas: una mujer y siete muchachos".
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