Una cascada de "errores"

El conseller en cap del Gobierno catal¨¢n, Artur Mas, ha admitido "peque?os errores" en los sondeos p¨²blicos, pero los considera "muy poco trascendentes". El secretario general de la Presidencia, Carles Duarte, acepta que ha habido "errores y omisiones". Y tambi¨¦n el secretario de Comunicaci¨®n del Gobierno catal¨¢n, David Mad¨ª, cuya dimisi¨®n reclaman insistentemente socialistas e Iniciativa, dict¨® en su d¨ªa un comunicado a las agencias en el que reconoc¨ªa "un error que subsanar al facilitar los datos" de uno de los bar¨®metros de la Generalitat. No obstante, los tres altos cargos de Presidencia, departamento del que dependen los sondeos, se muestran tajantes al descartar que pueda hablarse de manipulaciones en las encuestas p¨²blicas, a pesar de que la cascada de errores que EL PA?S ha puesto de manifiesto siempre beneficia al Ejecutivo de CiU y a menudo al conseller en cap.

La sucesi¨®n de equivocaciones ha beneficiado a Mas y al Gobierno de CiU

Los "errores involuntarios" reconocidos por escrito por Mas en varias respuestas parlamentarias arrancan de lejos, pero se han acentuado desde que su equipo de asesores se hizo cargo, a principios de 2000, de la difusi¨®n de los bar¨®metros elaborados por Line Staff. Tras su ajustada investidura de finales de 1999, Jordi Pujol dise?¨® un Ejecutivo con dos polos muy fuertes, dirigidos por los dos aspirantes de CiU a la sucesi¨®n: el convergente Artur Mas, que asumi¨® Econom¨ªa y fue designado portavoz del Gobierno, y el democristiano Josep Antoni Duran, quien se situ¨® al frente del nuevo Departamento de Gobernaci¨®n.

En teor¨ªa, ambos pol¨ªticos se enfrentaban en igualdad de condiciones, pero las cartas parece que estaban marcadas: los bar¨®metros de Line Staff -hasta entonces bajo la supervisi¨®n directa del entorno m¨¢s cercano a Pujol- pasaron a depender del equipo de Mas, quien asumi¨® la difusi¨®n de los datos.

En los bar¨®metros hechos p¨²blicos durante la carrera para suceder a Pujol, los "errores" cometidos beneficiaron los intereses de Mas y perjudicaron a todos sus rivales: los socialistas Pasqual Maragall y Jos¨¦ Montilla, el democristiano Josep Antoni Duran y el popular Josep Piqu¨¦.

El 9 de enero de 2001, s¨®lo dos d¨ªas antes de que Pujol anunciara su designaci¨®n como conseller en cap -y, por tanto, fuera ungido delf¨ªn en detrimento de Duran-, Mas present¨® un bar¨®metro cuyas tablas enviadas al Parlament estaban llenas de datos falsos. Se alteraron 150 registros -de una muestra de 800 personas- y se modific¨® completamente el paisaje del estudio original: se rebajaron las valoraciones de Maragall, Montilla y Duran y se fabric¨® la nota de Pujol, quien apareci¨® como l¨ªder mejor valorado.

El bar¨®metro anterior fue enviado a la C¨¢mara sin las valoraciones de Mas, Duran y Piqu¨¦ en uno de los momentos ¨¢lgidos de la competici¨®n en CiU para suceder a Pujol. Los resultados dejaban a Mas en una situaci¨®n complicada: Duran obten¨ªa una valoraci¨®n superior y se situaba incluso por encima de Maragall. Adem¨¢s, un l¨ªder del PP -Piqu¨¦- obten¨ªa una valoraci¨®n inusualmente buena en Catalu?a y doblaba a Mas en grado de conocimiento.

En 2001, Presidencia envi¨® al registro p¨²blico de encuestas otro sondeo mutilado. El estudio original, elaborado por el Instituto Opina, pon¨ªa de relieve que los ciudadanos reprobaban la pol¨ªtica el¨¦ctrica del Departamento de Industria de la Generalitat y secundaban al Ayuntamiento de Llagostera (Giron¨¨s), que se opon¨ªa a la instalaci¨®n de una l¨ªnea de alta tensi¨®n en Les Gavarres.