Algunos animales muestran en grupo comportamientos 'democr¨¢ticos'
Cuando los ciervos se ponen de pie y las abejas bailan no est¨¢n simplemente estirando las piernas o indicando d¨®nde est¨¢ el n¨¦ctar, seg¨²n un nuevo estudio. Por extra?o que parezca, est¨¢n votando si trasladarse a pastos m¨¢s verdes o a flores m¨¢s ricas. El proceso es inconsciente, afirman los cient¨ªficos. Ning¨²n ciervo cuenta los votos y comprueba las papeletas; las abejas no conocen la diferencia entre una marca y una perforaci¨®n. Pero no hay un ciervo, una abeja o un b¨²falo determinado que decida cu¨¢ndo se mueve el grupo. Si la democracia significa que las acciones no se llevan a cabo bas¨¢ndose en las preferencias de un gobernante sino de la mayor¨ªa, los animales tienen democracia.
El modelo valdr¨ªa en humanos para la toma de decisiones simples en peque?os grupos
No es sorprendente que las decisiones basadas en las preferencias de la mayor¨ªa tiendan a coincidir con lo que desea la mayor parte de los individuos del grupo. Pero, de acuerdo con los investigadores, esto no es mera tautolog¨ªa. Un an¨¢lisis basado en amplios modelos matem¨¢ticos desarrollados por ellos demuestra que, en los grupos de animales, la democracia puede tener una ventaja en la supervivencia frente al despotismo.
Tim Roper, de la Universidad de Sussex (Reino Unido), que realiz¨® la investigaci¨®n junto con Larissa Conradt y la ha publicado en Nature, afirma que, a pesar del vocabulario empleado en el art¨ªculo, est¨¢n "muy ansiosos de evitar la extrapolaci¨®n al ¨¢mbito pol¨ªtico". No se pretende que los h¨¢bitos de votaci¨®n de babuinos, gorilas y b¨²falos sean comparables a la pol¨ªtica electoral, la propaganda agresiva en televisi¨®n o las campa?as negativas que olvidan los temas en liza.
Poca atenci¨®n
El parecido con la actividad humana se da en una escala diferente. "Hay casos de toma de decisiones entre humanos para los que nuestro modelo ser¨ªa pertinente", explica Roper, como "la toma de decisiones simples en peque?os grupos". Y ofrece un ejemplo al respecto: "Supongamos que tienen ustedes un grupo de amigos que quieren reunirse en el bar por la noche. Para estar todos en el mismo sitio a la misma hora, tienen que hablarlo".
Hasta ahora, aunque los grupos humanos han sido bien estudiados, al igual que los animales individuales, se ha prestado poca atenci¨®n a la toma de decisiones por parte de grupos de animales.
Thomas D. Seeley, de la Universidad de Cornell (EE UU), cuya investigaci¨®n sobre las abejas se cita en el art¨ªculo, ha declarado: "Creo que es un art¨ªculo muy importante. El fen¨®meno b¨¢sico que ellos observan -la toma de decisiones en grupo- es, en realidad, bastante com¨²n, pero no est¨¢ bien estudiado". Explica que la mayor¨ªa de los estudios sobre la toma de decisiones en los animales son a escala individual, y aunque parec¨ªa haber grupos que decid¨ªan actuar en masa, "realmente no ha habido una teor¨ªa sobre por qu¨¦ era de esperar que la toma de decisiones fuese democr¨¢tica, o distribuida".
En opini¨®n de Seely, la explicaci¨®n de la toma de decisiones en t¨¦rminos de democracia o despotismo es correcta, y el art¨ªculo es "un buen primer paso" que podr¨ªa conducir a nuevas investigaciones.
Conradt y Roper han realizado su investigaci¨®n en dos partes. Primero revisaron investigaciones previas para determinar si las diversas decisiones de grupo estaban dirigidas por un individuo o parec¨ªan proceder del grupo en su totalidad. Por ejemplo, observaciones sobre el comportamiento de grupo demostraban que los ciervos rojos avanzan cuando m¨¢s del 60% de los adultos se pone de pie; es decir, votan con los pies. En el b¨²falo africano, indican, las hembras adultas toman las decisiones votando con la direcci¨®n de su mirada.
Los cisnes migratorios votan con movimientos de cabeza. Se mueven cuando un gran n¨²mero de ellos realiza movimientos de baja intensidad, o cuando un n¨²mero menor hace movimientos de elevada intensidad.
De alguna manera, inconscientemente, los animales perciben cu¨¢ndo hay suficientes dispuestos a partir. Es ciertamente una decisi¨®n tomada por la mayor¨ªa, pero c¨®mo llamarla es otra cuesti¨®n. Kathreen Ruckstuhl, de la Universidad de Cambridge, que estudia los borregos cimarrones y conoce alguno de los estudios sobre el b¨²falo africano descritos por el art¨ªculo, opina: "Todo depende de c¨®mo defina uno la democracia".
Si no se necesita un acto consciente y la democracia significa simplemente que el grupo act¨²a siguiendo las preferencias de la mayor¨ªa, entonces se puede llamar democracia. S¨ª ha dudado que pueda existir algo que se corresponda con el despotismo, ya que incluso en un grupo que siga a un l¨ªder, la implicaci¨®n de coacci¨®n podr¨ªa ser inadecuada.
El aspecto m¨¢s complicado de la investigaci¨®n ha sido el crear los modelos matem¨¢ticos que Conradt y Roper desarrollaron para analizar las ventajas que para los grupos de animales tienen las formas de toma de decisiones que ellos han denominado democr¨¢tica o desp¨®tica.
En esencia, los modelos comparaban los costes que para los individuos ten¨ªa el hacer las cosas cuando no quer¨ªan. Tener que esperar o apresurarse se consideraba un coste, y se supon¨ªa que para los animales, como para las personas, el tiempo es dinero, o alimentos, o algo importante para la supervivencia.
?stos son modelos abstractos, no formas de procesar investigaciones previas. Lo que demuestran es que, cuando la mayor¨ªa decide, son m¨¢s los individuos que consiguen lo que quieren, y eso deber¨ªa traducirse en una mejor supervivencia. Podr¨ªa, desde luego, haber situaciones con d¨¦spotas incre¨ªblemente listos o sensibles que aumentasen al m¨¢ximo las ventajas para el grupo, pero Conradt y Roper no los han encontrado.
Roper afirma que la investigaci¨®n pretend¨ªa insinuar una nueva forma de observar la toma de decisiones y de encontrar una nuevo ¨¢rea de investigaci¨®n. Los modelos s¨®lo son aplicables a los animales que toman decisiones en grupo.
Es posible que algunos animales, como los gatos dom¨¦sticos, no voten, no les importe votar y no tengan el menor inter¨¦s en ning¨²n tipo de actividad en grupo. Sin embargo, no eran uno de los temas del art¨ªculo. Roper y Conradt han realizado modelos sobre la democracia y el despotismo. No han tenido en cuenta la anarqu¨ªa.
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