Hacia una novela pante¨ªsta

Si fuera verdad que el mundo es un continuum sin fin, ?por qu¨¦ no lo ser¨ªa tambi¨¦n la novela, que es el arte que hasta ahora mejor lo ha definido y contenido sin convertirlo nunca en esa clonaci¨®n actual que al parecer est¨¢ destinada por el momento al fracaso? Ya en su anterior "novela", Diario de 360¡ã (Seix Barral, 2000), Luis Goytisolo forz¨® al extremo su experimentalismo, algo que que le ha acompa?ado hasta esta Liberaci¨®n que surge de la anterior, explorando alguna de sus zonas m¨¢s comprometidas, la que intenta separar la intriga del g¨¦nero que supuestamente debe contarla. ?En qu¨¦ apoyarse entonces, sin personajes ni episodios ciertos? ?En el mundo, en el tiempo, en el espacio, en esa globalizaci¨®n preternatural que nos recuerda la vieja noci¨®n del cl¨¢sico pante¨ªsmo?

Los experimentos siempre han acompa?ado al narrador Luis Goytisolo desde el principio, desde que en 1958 obtuviera el primer Premio Biblioteca Breve con Las afueras, libro admirable y pol¨¦mico pues provoc¨® el debate sobre si se trataba de una novela o de un libro de relatos, y es evidente que era una investigaci¨®n sobre lo primero, esto es, una novela experimental al fin y al cabo. Luego sigui¨® experimentando hasta llegar a su obra maestra, Antagon¨ªa (1973-1981), tetralog¨ªa de base autobiogr¨¢fica compuesta a partir de un tronco com¨²n del que se desgajaban tres ramas complementarias que no agotaban su totalidad. Y despu¨¦s todo estall¨®, la metaliteratura tom¨® el poder (Estela del fuego que se aleja, Paradoja del ave migratoria) y al final, en este camino de ascensi¨®n hacia la idea de un pante¨ªsmo globalizador, mezcl¨® -en Estatua con palomas- autobiograf¨ªa y formaci¨®n con una falsificaci¨®n de un texto de T¨¢cito para estrechar el cepo del relato, antes de derramarlo por las experiencias inform¨¢ticas de Mzungo (posible novela de aventuras), las er¨®ticas de Placer licuante o las sat¨ªricas de la desdichada y tan actual neoburgues¨ªa madrile?a en Escalera hacia el cielo, estas tres ¨²ltimas menos conseguidas por su dependencia de la an¨¦cdota al fin y al cabo.

Su segunda mayor experimentaci¨®n hasta hoy ha sido su novela anterior, Diario de 360¡ã, que era una exploraci¨®n de siete l¨ªneas narrativas a lo largo de un espacio circular dividido en las semanas de todo un a?o, donde a cada d¨ªa correspond¨ªa un discurso textual: ha sido su m¨¢xima ambici¨®n para plasmar esa "narraci¨®n pante¨ªsta" que as¨ª corresponde y combate la mala globalizaci¨®n del mundo de hoy. O de siempre, parece decirnos en estas nuevas ramas desgajadas que hoy se inician en Liberaci¨®n como surg¨ªan las de Antagon¨ªa de Recuento. Un espacio rural de la Catalu?a interior se expone minuciosa, profunda y simult¨¢neamente, superponiendo sus diversos tiempos y sus naturalezas sucesivas. Paisajes, casas que perduran o que se suceden, bosques m¨¢gicos, historias legendarias, guerras tan reales como ignotas y cr¨ªmenes absurdos y todo ello mientras se encuentra un posible manuscrito del emperador Marco Aurelio que todo lo cuenta veinte siglos atr¨¢s, colocado adem¨¢s en la parte central del volumen para que irradie sobre todo lo dem¨¢s.

Las viejas casas nos contami

nan, se compran o se venden, sus propietarios se suceden sin saber muy bien por qu¨¦, las mujeres son como flores que se marchitan, los matrimonios se hacen y deshacen, las nuevas generaciones de moteros son tan analfabetas como criminales las de los guerreros quintacolumnistas. La naturaleza real se humaniza, o nos naturaliza, mientras el mundo gira y los seres humanos se debaten entre el amor, la traici¨®n, los suicidios o los asesinatos, la desaparici¨®n o su ilusi¨®n, pues nunca nada ni nadie desaparece de verdad, pues todo sigue existiendo tras la muerte, que nos contamina con sus miasmas de las viejas casas, de todos nuestros proyectos o vacilaciones: "Las ideas y razonamientos del ser humano no son m¨¢s que el reflejo de las ideas y razonamientos existentes en la naturaleza, integrados en ella, lo que llamamos sus leyes". Pues mientras tanto, "ese retorno a la tierra de los muertos, m¨¢s que un final, es una simple etapa de un proceso asimilativo de car¨¢cter general, de la transformaci¨®n de la hierba del prado en cordero y del agua del r¨ªo en pez, en alimento que har¨¢n suyo estos mismos humanos que han de terminar siendo agua o tierra, integrados en la hierba de un prado o en la estructura de una edificaci¨®n".

Nunca podremos liberarnos de todo ello, pero as¨ª asumimos la herencia total que somos en el seno del universo. Esta m¨²ltiple novela global es mucho m¨¢s clara y transparente que la anterior, aunque hasta cierto punto, pues su simultane¨ªsmo la complica bastante. Pues nuestra verdadera liberaci¨®n ser¨¢ asumir todas esas im¨¢genes abandonando las que ofrecemos hacia el exterior, para siempre jam¨¢s. ?Cabe mejor y m¨¢s ilusionado -o disparatado- pante¨ªsmo?