Belicistas vergonzantes
La prolongaci¨®n de la preguerra y la intensa movilizaci¨®n del Gobierno de Bush en su b¨²squeda de votos favorables en el Consejo de Seguridad est¨¢ haciendo inviable el refugiarse en la perplejidad entre dos males mayores -la guerra y Sadam- y obligando a tomas de posici¨®n frontales o vergonzantes. Y as¨ª, en Francia, intelectuales y pol¨ªticos procedentes bien de la derecha, como los pol¨ªticos Alain Madelin, Pierre Lellouche, Axel Poniatowski, bien de la extrema izquierda maoista y troskista, como los ensayistas Pascal Bruckner y Andr¨¦ Glucksmann o el cineasta Romain Goupil, hoy muy pasados por aguas centristas, nos anuncian un manifiesto predicando su alineamiento con Bush y con su guerra preventiva. Porque para impedir que Sadam active su capacidad de destrucci¨®n masiva hay que apoyar a Bush. Se trata del argumento b¨¢sico del actual Gobierno americano: si Sadam es el mal absoluto, todos los males que se causen para eliminarlo son males menores. Por ello no dedican ni un comentario al mill¨®n largo de iraqu¨ªes que, seg¨²n Naciones Unidas, han muerto a causa del embargo, y estos profesionales de la intervenci¨®n humanitaria con su gran protagonista Bernard Kouchner a la cabeza, que con tanto entusiasmo medi¨¢tico se movilizaron en Bosnia y Kosovo, apenas han alzado la voz para proteger a la poblaci¨®n iraqu¨ª y en particular a los ni?os v¨ªctimas del embargo. Las m¨²ltiples denuncias de la Cruz Roja y de Unicef y la dimisi¨®n, en signo de protesta, de los sucesivos responsables de los programas humanitarios en Irak -Denis Halliday, Hans von Sponeck, Jutta Burglardt-, que no quisieron ser c¨®mplices de este genocidio silencioso, no han existido.
Es dif¨ªcil imaginar c¨®mo un pa¨ªs de dimensi¨®n media, sitiado y exhausto econ¨®mica y humanamente, sin arsenal militar conocido, en el que m¨¢s del 50% de la poblaci¨®n tiene menos de 15 a?os, puede intentar sin armas at¨®micas un ataque directo contra cualquier gran potencia. Queda, claro est¨¢, la guerra qu¨ªmica y bacteriol¨®gica, pero ?en qu¨¦ log¨ªstica apoyarla? Recordemos que los ataques con gas, por ejemplo, el del 16 de marzo de 1988 contra la ciudad de Halabaja, en el que murieron 5.000 personas, fue posible gracias a los helic¨®pteros norteamericanos. Al parecer, la concesi¨®n al gigante americano Bechtel, tan ligado al clan Bush, de la construcci¨®n de un gran complejo qu¨ªmico, fue la recompensa por esta colaboraci¨®n. En cualquier caso, no parece discutible que el rearme de Irak se hizo con pr¨¦stamos para fines de desarrollo, garantizados por el Gobierno USA, que fueron destinados al pago de armas e instalaciones militares. La operaci¨®n m¨¢s sonada fue el pr¨¦stamo de 4.000 millones de d¨®lares concedido a Irak por la sucursal de Atlanta de la Banca Nazionale del Lavoro, gestionado por Brent Scowcroft, posterior consejero de seguridad de la Casa Blanca. De esas glorias pasadas apenas nada queda hoy. Pero ?subsiste el riesgo de que Irak provea al terrorismo internacional de armas qu¨ªmicas y bacteriol¨®gicas ? Pretenderlo es ignorar que para ese tipo de acci¨®n terrorista lo dif¨ªcil no es disponer del material, sino de la estructura y los equipos capaces de utilizarlo. Y nada indica que Irak, hasta ahora, est¨¦ mejor situado que cualquier otro pa¨ªs, isl¨¢mico o no isl¨¢mico, para hacerlo. La guerra contra el terrorismo ten¨ªa un objetivo colectivo -Al Qaeda- y uno individual -Osama Bin Laden-. De all¨ª se pas¨® a Estados chorizos -Irak, Ir¨¢n, Corea del Norte- y hoy la meta se ha precisado : crear un protectorado USA en Oriente Pr¨®ximo que asegure paz, democracia y prosperidad en la zona. Pero lo que est¨¢ sucediendo en Pakist¨¢n y Afganist¨¢n -donde los talibanes vuelven a campar por sus respetos, con frecuencia aliados con los se?ores de la guerra de siempre- no es especialmente tranquilizador, a no ser para la sociedad UNOCAL/clan Bush, que ha confirmado el lanzamiento de su oleoducto. Frente a estos hechos, ?c¨®mo explicar que personas tan ¨ªntegras como Bronislaw Geremek o Josef Zieleniec, ambos ex ministros de Exteriores de Polonia y de la Rep¨²blica Checa, respectivamente, sostengan contra la opini¨®n p¨²blica ampliamente mayoritaria de sus pa¨ªses y de Europa en su conjunto que la aceptaci¨®n de la guerra de Bush es la opci¨®n m¨¢s razonable?
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