Nobleza
Entre el inter¨¦s que est¨¢n provocando los temas cient¨ªficos en los medios y en las conferencias y sumergidos como estamos en un clima de tensi¨®n b¨¦lica, un discurso sobre la nobleza -no la del esp¨ªritu sino la de la sangre- inevitablemente se piensa anacr¨®nico; sin embargo es lo que ha llevado a cabo Rafael Atienza con motivo de su ingreso en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras y ha conseguido suscitar el inter¨¦s del auditorio a base de conocimientos hist¨®ricos y un distanciamiento no exento de iron¨ªa.
La primera sorpresa fue saber que existen 40 corporaciones nobiliarias en Espa?a y 200 en Europa; y como, por lo visto, las hay antiguas y modernas, eso quiere decir que su n¨²mero crece con el tiempo, luego alg¨²n tipo de satisfacci¨®n personal o social debe aportar. Digo yo. A lo mejor es un modo de conseguir autoestima. No lo sabemos porque fue un invento masculino y los hombres no admiten debilidades. En cualquier caso, las caracter¨ªsticas identificativas de las corporaciones las explic¨® el orador en tres apartados: la selecci¨®n de sus miembros, que no depende de cualificaciones personales sino de "m¨¦ritos heredados"; la habilidad y prudencia que se requiere para conservar el lenguaje y las ceremonias medievales sin perder la dignidad y la circunspecci¨®n; y su voluntad de obras asistenciales. Invit¨® despu¨¦s a preguntarnos c¨®mo un sistema "tan aparentemente irracional" pudo conservar su poder y su influencia desde el siglo X hasta la Gran Guerra y la Revoluci¨®n del 17, cuando se acab¨® con cinco emperadores, ocho reyes, 18 dinast¨ªas menores y con la aristocracia. Rafael Atienza opina que se debi¨® a la continua renovaci¨®n con gente dotada y ambiciosa. Pero esa renovaci¨®n durante tantos a?os hubiera dado lugar a una nobleza extens¨ªsima. De todos modos es posible que as¨ª fuera.
Desde entonces la nobleza queda reducida a los t¨ªtulos. Con la excepci¨®n de la inglesa por su participaci¨®n pol¨ªtica, sin renuevo ni selecci¨®n, la nobleza pasa de ser clase a ser casta. Esas fueron sus palabras. Casta marginal por haberse reducido y no poder absorber las elites profesionales. Me imagino que en la actualidad no s¨®lo tienen los mismos derechos y deberes que cualquier persona sino que tambi¨¦n procurar¨¢n prepararse intelectualmente como todo el mundo: lo mejor posible.
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