Vanidad exterior
Las votaciones secretas habidas ayer en el Congreso no alteraron en nada las mayor¨ªas parlamentarias, pero el debate previo puso de relieve una vez m¨¢s que, a prop¨®sito de Irak, Aznar ha dado un golpe de tim¨®n a la pol¨ªtica exterior espa?ola por la v¨ªa de los hechos consumados. Todo se ha fraguado en la caja negra de La Moncloa, entre Aznar y sus asesores, sin que la sociedad espa?ola haya sido invitada a discutir en profundidad sobre la mayor modificaci¨®n de rumbo que ha sufrido este pa¨ªs desde la transici¨®n.
No son pocos los que incluso en el seno del PP y en sus aleda?os consideran equivocada la pol¨ªtica de Aznar, y m¨¢s a¨²n su acompa?amiento ret¨®rico neonacionalista, pero el temor reverencial al jefe y la disciplina que caracteriza a los partidos espa?oles les impide expresar en p¨²blico ni siquiera sus dudas. Los ejes de la pol¨ªtica exterior que hab¨ªa seguido la Espa?a democr¨¢tica eran fruto de una compleja tarea en la que han participado pr¨¢cticamente todos los partidos. La plena participaci¨®n en el proceso de construcci¨®n europea constituye uno de los n¨²cleos de este consenso. Pero tambi¨¦n las relaciones sobre bases democr¨¢ticas y econ¨®micas con Iberoam¨¦rica; el entendimiento con el mundo ¨¢rabe, con especial referencia a Marruecos y al proceso de paz en Oriente Pr¨®ximo, y la amistad con Estados Unidos no hipotecada por la herencia del entreguismo franquista que, en parte, ahora intenta revivir Aznar.
La primera legislatura del PP no modific¨® sustancialmente este consenso, a pesar de evidentes reticencias ante la pol¨ªtica de cohesi¨®n europea y de su anterior frialdad ante un euro que suscitaba su desconfianza cuando a¨²n estaba en la oposici¨®n. Pero la mayor¨ªa absoluta ha llevado a Aznar a redise?ar en profundidad la pol¨ªtica exterior espa?ola hasta desembocar en una situaci¨®n en la que la alianza con Estados Unidos se erige en m¨¢xima prioridad, al precio de distanciarse progresivamente del n¨²cleo m¨¢s integrador en la UE, formado por Francia y Alemania, y de crear alguna confusi¨®n en las relaciones con Iberoam¨¦rica. La llegada a Washington de una Administraci¨®n conservadora y con aspiraciones imperiales, y el impacto del 11-S en la pol¨ªtica antiterrorista han hecho el resto. Aunque tambi¨¦n ha jugado un factor personal que ha permitido a Washington alimentar la vanidad de Aznar.
El presidente del Gobierno, seg¨²n afirm¨® ante la Junta Directiva Nacional, no quiere "ver a Espa?a en el rinc¨®n de los pa¨ªses que no cuentan, que no sirven". Como si nada se hubiera hecho antes de su llegada a La Moncloa y de su incondicional adhesi¨®n a Bush, asegur¨® que, "cuando en el mundo ocurre algo importante, Espa?a ya no est¨¢ sentada en un rinc¨®n" de la historia. No lo estaba desde hace ya tiempo. Y es leg¨ªtimo y obligado preguntarse si la posici¨®n de Espa?a saldr¨¢ mejor parada con el total alineamiento con Washington en esta crisis. ?Cree Aznar que la mayor¨ªa absoluta le ampara lo bastante como para redefinir toda la pol¨ªtica exterior espa?ola, a solas con su partido y con la oposici¨®n de todos los grupos pol¨ªticos?
Formalmente, la proposici¨®n no de ley del PP hablaba ayer de paz. Pero el propio portavoz popular no pudo esconder el evidente objetivo de la segunda resoluci¨®n patrocinada por Bush, Blair y Aznar, el texto para la guerra. El PP sigue disfrazando el impulso b¨¦lico de presi¨®n para el desarme, pero la Casa Blanca ya ha pasado p¨¢gina y habla sin rebozo de un cambio de r¨¦gimen en Irak que s¨®lo se puede conseguir con una invasi¨®n militar, con una guerra. "Nadie nos votar¨ªa si di¨¦ramos marcha atr¨¢s", ha afirmado Aznar. ?Cabe mayor confesi¨®n de electoralismo que no estar dispuesto a rectificar en una pol¨ªtica por miedo a perder votos?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- VII Legislatura Espa?a
- Diplomacia
- Plenos parlamentarios
- Declaraciones prensa
- Opini¨®n
- Congreso Diputados
- Guerra Golfo
- Presidencia Gobierno
- Irak
- Preparativos b¨¦licos
- Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar
- Relaciones internacionales
- Legislaturas pol¨ªticas
- Estados Unidos
- Pol¨ªtica exterior
- Parlamento
- Oriente pr¨®ximo
- Asia
- Guerra
- Gobierno
- Gente
- Administraci¨®n Estado
- Conflictos
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica