Imaginaci¨®n y talento al poder
Media docena de int¨¦rpretes, un escenario casi desnudo y talento, mucho talento, son suficientes para poner en pie un excelente espect¨¢culo flamenco.
Dime lo es. La tan tra¨ªda y llevada figura de Garc¨ªa Lorca es por una vez tratada en su faceta m¨¢s amable, jovial y divertida, lejos del estereotipo de fatalismo que parece inamovible en cuanto a ¨¦l se refiere. Se supone un d¨ªa de verano en la Huerta de San Vicente, donde un grupo de amigos echan el rato con el poeta. No hay un hilo argumental perfectible, sino una estructura de collage en que cada uno hace lo que quiere, lo que sabe y lo que puede, adem¨¢s de comer fruta y tomar bebidas refrescantes en un ambiente sumamente distendido.
Dime
Baile: Javier Bar¨®n. Cante: Diego Carrasco y Juan Jos¨¦ Amador. Toque: Javier Patino. Percusi¨®n: Manuel Soler. Recitado: Jos¨¦ Luis Ortiz Nuevo. Teatro Villamarta, Jerez de la Frontera, 4 de marzo.
Refrescante es el espect¨¢culo, ciertamente, sin grandilocuencia alguna, casi dir¨ªamos sin pretensiones. Ortiz Nuevo ha realizado una paciente b¨²squeda en los textos de Garc¨ªa Lorca, acopl¨¢ndolos con sensibilidad a los propios fines de la obra. Y los recitar¨¢ en el escenario con su peculiar manera de decir el verso, en alguna ocasi¨®n con el baile de Javier Bar¨®n como ¨²nico destino.
Bar¨®n hace una verdadera proeza al bailar todo lo que baila en Dime con el respaldo de medios sumamente escasos. A veces la palabra sola, ya digo; en los momentos de mayor lujuria de medios, una guitarra, un caj¨®n, quiz¨¢ un cante. Bailar as¨ª es tremendamente dif¨ªcil y est¨¢ solamente al alcance de verdaderos privilegiados, aunque sea tambi¨¦n una oportunidad de oro para un gran artista. Bar¨®n lo es, y adem¨¢s en esta ocasi¨®n ampl¨ªa notablemente su registro de estilos, acerc¨¢ndose m¨¢s a los de orden festero.
Mucho talento, pues, mucha imaginaci¨®n, mucha gracia en este sorprendente Dime. Soler, Carrasco y Amador est¨¢n sembrados en sus cometidos, que son plurales en todos ellos. Soler, especialmente, se encuentra en todos los fregaos y en todos pone su excepcional clase: baila, hace las percusiones, act¨²a. Carrasco aporta su personal¨ªsimo modo de hacer, cantando, bailando y tocando la guitarra. Amador es un cantaor que, adem¨¢s de cantar con admirable calidad y jondura, es capaz tambi¨¦n de cualquier cosa. La guitarra de Patino les sigue en los diversos avatares, que no es poco. Y todos se divierten much¨ªsimo, indudablemente, haciendo este Dime casi de cuento. Como su audiencia.
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