Pujol asegura que no habr¨¢ dimisiones por las encuestas, mientras crece el malestar en CiU

No habr¨¢ dimisiones en el Gobierno catal¨¢n por el esc¨¢ndalo de la manipulaci¨®n de encuestas, dijo ayer el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Tan categ¨®rica afirmaci¨®n contrasta con las manifestaciones que hacen en privado dirigentes de CiU, partidarios de que cuanto antes se corte por lo sano con una sonada destituci¨®n. "Hay que evitar que la gangrena de la falsedad se extienda a Artur Mas", dijo ayer un alto dirigente nacionalista. Pero el conseller en cap sigue enrocado y, ahora, ha negado el acceso a los contratos de las encuestas a un diputado socialista.

"Afortunadamente, Mas y yo, en todo, pero concretamente en ¨¦sto [el esc¨¢ndalo de las encuestas] estamos muy de acuerdo", dijo ayer el presidente de la Generalitat para poner de manifiesto la comuni¨®n de ideas entre ¨¦l y el delf¨ªn. Pujol consider¨® que hablar de diferencias forma parte de "una instigaci¨®n por parte de alg¨²n sector pol¨ªtico que quiere verlo as¨ª". Pero buena parte de la federaci¨®n nacionalista se queda fuera de esta extraordinaria simbiosis. Dentro de CiU cunde el des¨¢nimo ante la acumulaci¨®n de esc¨¢ndalos sobre sondeos e informes manipulados y crece el n¨²mero de dirigentes que sostienen en privado que una destituci¨®n es inevitable para poner fin a la crisis.

Pujol, aseguran fuentes de CiU, no intervendr¨¢ en esta crisis hasta que no vea que est¨¢ en peligro el proyecto nacionalista que ahora pasar¨¢ a encabezar Mas. Otros dirigentes, en cambio, opinan que no pasar¨¢n muchos d¨ªas sin que se produzcan relevos en Presidencia y singularmente en la persona de David Mad¨ª, secretario de Comunicaci¨®n del Gobierno catal¨¢n y mano derecha pol¨ªtico-medi¨¢tica del conseller en cap. El socio democristiano de Converg¨¨ncia, Uni¨® Democr¨¤tica, prefiere no entrar en la batalla. As¨ª, en plena crisis por la manipulaci¨®n de encuestas, Josep Antoni Duran Lleida, l¨ªder de UDC, ha emprendido un viaje de placer de una semana de duraci¨®n, quiz¨¢s con la secreta esperanza de que a su vuelta el temporal habr¨¢ remitido.

Pero la tempestad no lleva camino de amainar. El diputado socialista David P¨¦rez ha solicitado el amparo al presidente del Parlamento catal¨¢n al neg¨¢rsele -desde el departamento que dirige Mas- el acceso a los contratos de adjudicaci¨®n firmados entre la Administraci¨®n auton¨®mica y la empresa demosc¨®pica Line Staff.

La c¨¢mara catalana, a trav¨¦s de su presidente, Joan Rigol, ha instado al conseller en cap a que facilite la documentaci¨®n reclamada por el diputado del PSC.

La actitud de Mas contrasta con lo manifestado por ¨¦l mismo anteayer en conferencia de prensa cuando puso a su departamento como paradigma de "transparencia" y ejemplo de colaboraci¨®n con los parlamentarios de la oposici¨®n.

Denuncia judicial

Y es que la oposici¨®n no quiere dar tregua al Gobierno catal¨¢n. Una estrategia de presi¨®n pol¨ªtica a la que tambi¨¦n se ha sumado el PP. De momento, a finales de esta semana o a principios de la pr¨®xima Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) presentar¨¢ ante los tribunales una demanda contra el Ejecutivo por presunta malversaci¨®n de caudales p¨²blicos. Los ecosocialistas est¨¢n decididos a dar este paso pese a ser conscientes de que podr¨ªa perjudicar la tarea unitaria de la izquierda con el PP para dar luz verde a una comisi¨®n de investigaci¨®n.

El presidente del Grupo Parlamentario del PP, Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz, advirti¨® ayer a Artur Mas de que vaya pensando en buscar al autor de las manipulaciones y redactando su carta de cese antes de 15 d¨ªas. De lo contrario, el PP apoyar¨¢ la investigaci¨®n parlamentaria. Fern¨¢ndez D¨ªaz consider¨® una "burla" las explicaciones dadas anteayer por el conseller en cap, quien culp¨® a una fotocopiadora del informe electoral cercenado que se envi¨® desde el Gobierno a un diputado de Esquerra. "Las explicaciones son absolutamente insuficientes y un desprop¨®sito m¨¢s a a?adir a esta absoluta chapuza", manifest¨® Fern¨¢ndez D¨ªaz.

La direcci¨®n nacional ha autorizado al PP catal¨¢n a que mantenga las espadas en alto y no baje la guardia en la exigencia de responsabilidades. Los populares consideran que en lo que resta de legislatura -hasta las elecciones de oto?o- pueden permitirse alguna divergencia con sus aliados de CiU.