Hace falta un esqueleto

Parece que "esta comedia nos habla de la mujer profesional e independiente y de c¨®mo ese personaje goza de igualdad de oportunidades con el hombre, pero en la pr¨¢ctica una serie de obst¨¢culos limita esos derechos". Le¨ª en el entreacto esa frase del autor en el programa, y me disgust¨¦ pensando que no me hab¨ªa enterado de nada en el primer acto. Estuve m¨¢s atento a esa clave en el segundo, y segu¨ª sin descubrir lo enunciado. Ni ninguna de las otras cosas que el autor da por hechas. Supongo que era su intenci¨®n y no ha sabido expresarlas, o se ha contenido para no dejar perder la ternura con que las quer¨ªa acompa?ar. Puede sospechar ¨¦l que yo no entiendo la obra, y tendr¨¢ raz¨®n. No entiendo su porqu¨¦: es una comedia sin esqueleto, no se sostiene sola. Falta ese esqueleto, esa construcci¨®n: y alguna idea, y alg¨²n di¨¢logo que sea m¨¢s que correcto.

Lo que yo entend¨ª es que es un alegato contra el paro, de todos; y contra el cierre de los teatros, cosa que no est¨¢ ocurriendo (y en todo caso para que fuera correcta le sobrar¨ªa el articulo "los"). Las pancartas que aparecen desplegadas se refieren a eso, y no a otras cuestiones en las se centra la sociedad actual; supongo que estar¨¢ escrita hace mucho tiempo y que no se ha cre¨ªdo necesario actualizarla. Tampoco lo necesita.

Es un di¨¢logo de lucimiento de dos actrices, que lo dicen muy bien como es costumbre en Cristina Higueras y Fiorella Faltoyano, con un par de personajes masculinos de relleno: uno es el ya cl¨¢sico joven fresco que no da golpe pero que es progre, y otro un tramoyista que hace parodias de ¨®pera -tres o cuatro, quiz¨¢ cinco arias cantadas con excelente voz-, y el actor Alberto Agud¨ªn consigue el ¨²nico humor de la noche. Y le aplauden, y aplauden a todos, aunque la poca asistencia -el domingo- no consigue el clamor necesario.