PP y PSOE buscan un pacto para regular las emisiones de bancos y cajas en para¨ªsos fiscales

El PP y el PSOE negocian estos d¨ªas una salida para que bancos y cajas de ahorros puedan emitir en Espa?a las llamadas participaciones preferentes sin que Hacienda les pida cuentas del pasado. Estas emisiones se han desarrollado desde el a?o 1997 a trav¨¦s de filiales en para¨ªsos fiscales -sobre todo en islas Caim¨¢n-, sin coste fiscal para la matriz y por un volumen superior a 15.000 millones de euros. La salida pol¨ªtica se instrumentar¨ªa a trav¨¦s de una enmienda a la Ley de Blanqueo de Capitales, que se tramita en el Congreso. Hacienda inici¨® hace dos a?os una investigaci¨®n al respecto sin que hasta la fecha se haya pasado de la fase de solicitud de informaci¨®n, con el riesgo de que las deudas pueden prescribir.

Los dos partidos mayoritarios ya intentaron dar una soluci¨®n a un problema que cada vez preocupa m¨¢s al Banco de Espa?a, mediante una modificaci¨®n de la Ley Financiera. No fue posible y ahora la nueva oportunidad est¨¢ en la Ley sobre Blanqueo de Capitales, que se tramita en el Congreso. El lunes acaba el plazo de presentaci¨®n de enmiendas al articulado y tanto el PSOE como el PP quieren acordar una salida.

Las participaciones preferentes son utilizadas por bancos y cajas para aumentar sus recursos propios, pero por sus caracter¨ªsticas no pueden ser emitidas en Espa?a. Se utilizan por ello sociedades en para¨ªsos fiscales -que a veces no son m¨¢s que un apartado de Correos en el que coinciden varias de ellas-, sobre todo en Islas Caim¨¢n, de forma que el coste fiscal sea nulo.

El mecanismo es triangular y consiste en que la sociedad en el para¨ªso fiscal capta los fondos (participaciones preferentes) entre los ahorradores y se los env¨ªa a la matriz. ?sta remunera esos fondos mediante el pago de intereses a la filial y se los deduce como gasto en su impuesto de sociedades. La filial retribuye a los inversores en forma de dividendos. Al ser ¨¦stos procedentes de un para¨ªso fiscal no tienen la retenci¨®n del 15% que se aplica a otros instrumentos de ahorro.

Desde el punto de vista fiscal, la operaci¨®n plantea grandes dudas. La postura del Ministerio de Hacienda, expresada a trav¨¦s de un informe del Servicio Jur¨ªdico, es que los intereses que paga la filial a la matr¨ªz son en realidad dividendos y, por tanto, no deducibles del impuesto de sociedades. En el aspecto penal, sin embargo, la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n archiv¨® en febrero pasado la investigaci¨®n a cuatro cajas andaluzas por este motivo, al considerar que existe un vac¨ªo legal.

El temor de las entidades financieras, que a mediados del pasado a?o ten¨ªan vivos unos recursos de algo m¨¢s de 15.000 millones de euros por este procedimiento, es que Hacienda les requiera ahora lo que se han podido deducir de m¨¢s en el impuesto de sociedades. Sobre todo, a ra¨ªz de que a finales del pasado a?o, la Agencia Tributaria les pidiera informaci¨®n sobre sus actividades en para¨ªsos fiscales. El acuerdo entre el PP y el PSOE llevar¨ªa tranquilidad al sector, al dar cobertura legal a estas emisiones en Espa?a y hacer que Hacienda no pida cuentas del pasado.

"Riesgo de reputaci¨®n"

La preocupaci¨®n de las entidades es compartida por el Banco de Espa?a, que en 2001 les advirti¨® de que estas emisiones no deb¨ªan superar el 30% de sus recursos propios. Las entidades levantaron entonces el pie del acelerador. Los datos de 2001 indican que algunas como el SCH y La Caixa hab¨ªan superado ampliamente ese 30%, mientras que el BBVA se quedaba en el l¨ªmite.

Las recomendaciones internacionales de solvencia tampoco respaldan estos m¨¦todos. Dado que las participaciones preferentes se destinan al mercado minorista, no tienen liquidez inmediata y la rentabilidad que ofrecen es alta (m¨¢s del 5%), las entidades que se financian as¨ª "podr¨ªan incurrir en un riesgo de reputaci¨®n", dice el Banco de Espa?a en su ¨²ltimo Informe sobre Estabilidad Financiera.

El otro temor del Banco de Espa?a es que si Hacienda levanta actas a bancos y cajas, ¨¦stos se vean obligadas a provisionar en un a?o dif¨ªcil despu¨¦s de la crisis argentina. Pero Hacienda no le ha imprimido demasiada celeridad al caso. A pesar de que las participaciones preferentes est¨¢n en auge desde 1997, a¨²n est¨¢ pendiente determinar si las sociedades en Islas Caim¨¢n act¨²an como mera empresa pantalla, cuya direcci¨®n efectiva est¨¢ en Espa?a. Cuanto m¨¢s se tarde en rematar la investigaci¨®n, menos se les podr¨¢ exigir a las entidades, ya que las deudas con Hacienda prescriben a los cuatro a?os.