Un coro cada vez m¨¢s af¨®nico
EMI intenta comprar Warner aprovechando que el sector musical est¨¢ de capa ca¨ªda
Los Beatles y los Rolling Stones podr¨ªan compartir techo con Madonna y los Eagles si sale adelante el nuevo intento de la discogr¨¢fica brit¨¢nica EMI de adquirir todo o la mayor¨ªa de Warner, una compra que crear¨ªa la primera editora musical del mundo. La operaci¨®n tiene car¨¢cter defensivo en un negocio que est¨¢ de capa ca¨ªda, con un 9% de p¨¦rdidas el a?o pasado con respecto a 2001 y que no ser¨¢n mucho menores este a?o.
Las grandes compa?¨ªas discogr¨¢ficas han cambiado de l¨ªderes con el objetivo de enderezar un negocio que ha ca¨ªdo el 9% durante 2002
La uni¨®n de rivales es s¨®lo una de las estrategias de supervivencia en un mundo de 30.000 millones de d¨®lares minado por la pirater¨ªa, a la que las discogr¨¢ficas combaten como pueden, ofreciendo la adquisici¨®n digital de m¨²sica a precios asequibles a unos aficionados que se han acostumbrado a la gratuidad.
Los malos resultados financieros de 2002 para el conjunto del sector remataron un periodo en el que las grandes discogr¨¢ficas han cambiado de l¨ªderes buscando golpes de tim¨®n con que enderezar un panorama cr¨ªtico. El veterano m¨²sico Tommy Mottola al frente de Sony ha sido el ¨²ltimo en ser relevado, sustituido por Andrew Lack, un ejecutivo con tan poca experiencia con el pentagrama como profundo conocimiento del mundo de los informativos de televisi¨®n, en su ¨²ltima experiencia como presidente de la cadena NBC.
A Lack no le ha dado tiempo a tomar decisiones estrat¨¦gicamente trascendentes, pero Sony quisiera tener con ¨¦l el mismo acierto que BMG, la divisi¨®n discogr¨¢fica del grupo alem¨¢n Bertelsmann, tuvo al colocar en la c¨²spide a Rolf Schmidt-Holtz, tambi¨¦n llegado del mundo de la televisi¨®n y la prensa escrita para poner orden en los balances. Schmidt-Holtz convirti¨® los 400 millones de d¨®lares en n¨²meros rojos del a?o 2001 en 125 millones de beneficios en el pasado ejercicio, tras emplear mano de hierro en una reestructuraci¨®n de la divisi¨®n que se llev¨® por delante 1.200 empleos. No est¨¢ seguro de haber ganado terreno firme porque estima que el negocio musical est¨¢ abocado este a?o a una ca¨ªda global del 7% en la facturaci¨®n con respecto al ya negativo a?o pasado.
Como ejecutivos, el americano y el alem¨¢n est¨¢n en el extremo opuesto de Doug Morris, el supremo de Universal, brazo musical de Vivendi y primer consorcio discogr¨¢fico mundial. Morris pertenece a una especie en peligro de extinci¨®n, la de los ejecutivos con conocimientos musicales y nutrida experiencia en la vertiente creativa del negocio, la de descubrir y promocionar artistas. A Morris, que tuvo sus ¨¦xitos como compositor en los a?os sesenta, le irrita que la suerte de las discogr¨¢ficas se ponga en manos de extra?os rodeados de contables. "Los financieros ganan fuerza cada vez que el negocio va mal", comentaba recientemente. "Pero en este negocio la cosa es crear m¨²sica que guste a la gente. Si no, no la van a comprar".
En el centro del abanico se encuentran ejecutivos como Alain Levy y Roger Ames, con experiencia en la gesti¨®n musical y ojo intensamente fijo en la cuenta de resultados. Levy, colocado en 2001 al frente de EMI, la ¨²nica de las cinco grandes discogr¨¢ficas no perteneciente a un grupo con intereses ajenos a la m¨²sica, necesit¨® poco tiempo para firmar 1.800 despidos, el 19% de la plantilla, y rebajar la n¨®mina de artistas. Segu¨ªa el ejemplo de Ames, llegado dos a?os antes a Warner con una tijera que cort¨® empleados, sueldos de ejecutivos y sellos no productivos. En el a?o 2002, Warner dio beneficios, pero Richard Parsons, el presidente de AOL Time Warner, ya ha advertido de que en 2003 presenta un panorama nada f¨¢cil.
En el sector existe la convicci¨®n de que la anemia reinante hace inevitable las fusiones y que los cinco grandes grupos (Universal con el 23,5% del mercado mundial, Sony con el 14,7%, Warner con el 11,8%, EMI con el 13% y BMG con el 8,2%) acabar¨¢n por ser tres a medio plazo. La brit¨¢nica EMI ya hizo una primera aproximaci¨®n a la americana Warner en el a?o 2000, bloqueada entonces por los organismos de competencia de la Uni¨®n Europea, que tambi¨¦n vieron con recelo el cambio de socio que busc¨® despu¨¦s EMI en la germana BMG, aunque en esta ocasi¨®n fuera Bertelsmann la que rechazara el acercamiento por no creer en la capacidad financiera del pretendiente.
Una boda rentable
El debilitamiento de la salud financiera del sector musical hace pensar ahora que la Uni¨®n Europea no plantear¨ªa objeciones a una nueva uni¨®n EMI-Warner planteada por Levy en una operaci¨®n que podr¨ªa mover entre 3.000 y 4.000 millones de d¨®lares y que tiene sentido por unir a una discogr¨¢fica fuerte en Estados Unidos (Madonna, Phil Collins, Eric Clapton, The Eagles) y d¨¦bil en Europa con otra fuerte en Europa (Beatles, Rolling Stones, Tina Turner o la reci¨¦n triunfadora en los Grammy, Norah Jones) y d¨¦bil al otro lado del Atl¨¢ntico. La uni¨®n o toma mayoritaria del control por parte de EMI conllevar¨ªa ahorros estimados en unos 240 millones de d¨®lares, que no vendr¨ªa mal a la discogr¨¢fica de Londres, cargada con una deuda de 1.600 millones frente a una capitalizaci¨®n burs¨¢til de 1.400. Este desequilibrio juega en contra de EMI en su asalto a Warner, aunque a su favor juega la necesidad de AOL Time Warner de rebajar sus 27.000 millones de d¨®lares de endeudamiento.
"La continua debilidad del mercado internacional de la m¨²sica, el potencial por desarrollar de la distribuci¨®n digital y la creaci¨®n de un nuevo modelo de negocio son algunas de los principales retos que hoy tiene BMG", escrib¨ªa hace unos d¨ªas Schmidt-Holtz. BMG (Christina Aguilera, Santana, Whitney Houston, Elvis Presley), que tambi¨¦n ha reeditado recientemente conversaciones informales con EMI con vistas a una eventual uni¨®n. En el hipot¨¦tico caso de que las negociaciones de EMI y Warner acabaran en acuerdo, la multinacional germana quedar¨ªa como absorbible por parte de uno de los dos gigantes, con Sony (Bruce Springteen, Jennifer L¨®pez, Bob Dylan, Michael Jackson) en mejores condiciones dadas las trabas que para Universal (Enrique Iglesias, Sting, U2, Pl¨¢cido Domingo) suponen las simas financieras de Vivendi.
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