De Pedro recupera la magia
La Real tambi¨¦n hurga en las flaquezas defensivas del Alav¨¦s, que s¨®lo maquill¨® el resultado
Lo del Alav¨¦s no es una gripe, sino una pulmon¨ªa de ¨¦sas que no se curan con manta, calorcito y ponche. Lo del Alav¨¦s es una escabechina que clama al cielo. Es el rival deseado por cualquier equipo en estos momentos para salir de problemas o dudas y ver el sol sin miedo a cegarse. La Real ten¨ªa varios retos y a todos respondi¨® el Alav¨¦s con un criterio de solidaridad espeluznante. Necesitaba ganar la Real para seguir la estela del Madrid y a la media hora ten¨ªa el partido resuelto; necesitaba ganar para recomponer una segunda vuelta un tanto depresiva (4 puntos de 15), maleada desde que perdi¨® la invencibilidad en San Mam¨¦s, y gan¨® por la ley de la calidad individual, por ese influjo que produce la pierna izquierda de De Pedro. Y necesitaba golear para no ser menos que los grandes, que hab¨ªan hecho trizas al Alav¨¦s, un equipo depresivo y con tendencia al suicidio futbol¨ªstico.
REAL SOCIEDAD 3 - ALAV?S 1
Real Sociedad: Westerveld; Kvarme, Jauregi, Schurrer, Aranzabal; Karpin, X. Alonso, Aranburu, De Pedro (Boris, m. 75); Nihat (M. Alonso, m. 84) y Kovacevic (De Paula, m. 89).
Alav¨¦s: Juan Pablo; Geli, Karmona, T¨¦llez, Ochoa, Llorens; Tomic, Turiel, Magno (R. Navarro, m. 76); Ibon Bego?a; e Iv¨¢n Alonso.
Goles: 1-0. M. 16. Xabi Alonso roba el bal¨®n a Magno y pasa en largo a Nihat, que supera a Llorens y T¨¦llez y centra hacia atr¨¢s para que Kovacevic se anticipe a Karmona y marque.
2-0. M. 38. Kovacevic abre a la banda a De Pedro, que, sobre la marcha, mete un centro de rosca al punto de penalti que Nihat empuja a la red.
3-0. M. 43. Nuevo centro de De Pedro y Karpin, en desventaja, gana la acci¨®n a Llorens, que se duerme.
3-1. M. 83. Penalti de Jauregi a Karmona que transforma Rub¨¦n Navarro.
?rbitro: Ram¨ªrez Dom¨ªnguez. Amonest¨® a T¨¦llez, Geli, Magno, Jauregi, Ochoa y Schurrer.
Unos 25.000 espectadores en Anoeta.
Las alineaciones demostraban el distinto estado de ¨¢nimo de ambos equipos. Denoueix pod¨ªa, al fin, volver a su equipo tipo, con la ¨²nica excepci¨®n del sancionado Rekarte, sustituido por Kvarme. Es decir, volv¨ªa a contar con la direcci¨®n de Xabi Alonso, con la sociedad goleadora Kovacevic-Nihat, pero sobre todo con la magia de De Pedro, uno de esos futbolistas que, por su t¨¦cnica sublime, no necesita regatear para centrar con precisi¨®n. Sus compa?eros saben de su habilidad y, en cuanto echa atr¨¢s la zurda, saben que medio gol est¨¢ conseguido. Lo sab¨ªan todos menos el Alav¨¦s.
Curiosamente, Man¨¦, como era l¨®gico, guareci¨® a su equipo con tres centrales, ejerciendo T¨¦llez de defensa libre. Karmona se encargaba de Kovacevic y Ochoa de Nihat. El encargo no se cumpli¨®. Karmona no pod¨ªa con el panzer, Ochoa se perdi¨® en mil batallas como defensa flotante para conseguir no estar jam¨¢s donde deb¨ªa y, para colmo, Llorens, un futbolista que necesita unas cuantas lecciones de t¨¢ctica, se olvid¨® de que en su banda hab¨ªa un tal Karpin.
Los tres goles fueron iguales: centros desde el costado a los que siempre llegaron los delanteros realistas por listeza y voluntad. Especialmente crudo fue el tercero: Karpin estaba de oyente, pero Llorens le cedi¨® el paso gustosamente para que marcara sin esperarlo.
La Real redujo el partido al f¨²tbol m¨¢s sencillo de la historia: llegar como fuera a su ¨²ltima l¨ªnea y... ?qu¨¦ inventen ¨¦llos! Como quiera que el Alav¨¦s no atac¨®, salvo en los diez primeros minutos, cuando Iv¨¢n Alonso super¨® a su marcador, Schurrer, la Real vivi¨® tranquila, jugando con m¨¢s velocidad f¨ªsica y mental que su oponente y con m¨¢s tranquilidad de la acostumbrada ¨²ltimamente. F¨²tbol f¨¢cil, r¨¢pido, pensado para llegar a Kovacevic, por contundencia, o a Nihat, por velocidad. Todo muy bello, pero basado en un futbolista crucial para el equipo donostiarra. De Karpin se alaba su experiencia; de Kovacevic, su remate; de Nihat, su velocidad; de Xabi Alonso, su critero. Pero resulta que De Pedro, menos velocidad, tiene dosis suficientes de todos ellos, lo que le convierte en el desatascador ideal para su equipo cuando el futbol se embrolla. En dos chispazos resolvi¨® el partido. Mejor dicho, lo fulmin¨®.
Con el deber cumplido sobradamente, la Real se sent¨® en el sill¨®n y le cedi¨® al Alav¨¦s la oportunidad de recomponer su figura, de recobrar el orgullo. En esa faceta, el Alav¨¦s super¨® la prueba. En todas sus ¨²ltimas goleadas, el Alav¨¦s ha querido marcar. Lejos de guarecerse del chaparr¨®n busc¨® el maquillaje para que al menos no se dudase de su actitud. Ayer tambi¨¦n. La segunda mitad fue suya, llena de impotencia, pero suya, acumulando acciones individuales de Magno (lo m¨¢s parecido al antiguo Alav¨¦s) y mamporros en el uruguayo Iv¨¢n Alonso (se los llev¨® todos).
Su actitud y el relajamiento de la Real le permitieron tambi¨¦n maquillar el resultado. Hasta el ¨¢rbitro se dio un gustazo y pit¨® un penalti, por empuj¨®n, en un saque de c¨®rner, el primero que se pita en la temporada de los seiscientos, mas o menos, que se habr¨¢n producido. Le toc¨® al Alav¨¦s o a la Real, seg¨²n se mire. Claro que el penalti no iba a ninguna parte.
Los ca¨ªdos de Man¨¦ y la lentilla de Darko
Man¨¦ no encuentra a su Alav¨¦s en toda la temporada. Rotaciones constantes, cambios de sistema, jugadores que pasan de la titularidad a la grada y viceversa. Idas y venidas para un grupo que no encuentra el norte ni sus se?as de identidad. Ayer les toc¨® pagar los platos rotos (11 goles en contra en dos partidos) al portero Dutruel, el defensa central Abelardo y el media punta Jordi Cruyff. Hab¨ªa m¨¢s candidatos al banquillo o a la grada, pero no se puede negar que Man¨¦ acert¨®. Tampoco ten¨ªa mucho m¨¦rito: cualquier cambio habr¨ªa sido razonable. El banquillo del Alav¨¦s parec¨ªa el valle de los ca¨ªdos.
El Alav¨¦s se ha distinguido casi siempre por el acierto en los fichajes a bajo precio. Contra, Javi Moreno, Tomic (cedido por el Roma), Jordi Cruyff y compa?¨ªa dieron lustre al equipo y prestigio al cuerpo t¨¦cnico. Pero, antes de acertar, el Alav¨¦s tambi¨¦n tuco un mal a?o, con fichajes sorprendentes que hubo que recomponer con urgencia en el mercado invernal. Es el riesgo de cuando la inteligencia o la intuici¨®n tienen que ser neceariamente el ant¨ªdoto contra la realidad de las penurias econ¨®micas.
La Real Sociedad sabe algo de eso. Durante varias temporadas pas¨® por ser el equipo que mejor fichaba en el extranjero hasta que patin¨® con una pl¨¦yade de jugadores mediocres, y caros, que le llevaron al abismo.
El Alav¨¦s lo est¨¢ pagando como lo pag¨® la Real. Necesita autocr¨ªtica y ayer dio el primer paso. Entre unos que se acaban y otros que no acaban de despuntar, se hunde poco a poco.
La Real sali¨® del t¨²nel de los fichajes y ha encontrado su pareja letal. Kovacevic y Nihat volv¨ªan a coincidir ayer despu¨¦s de varios partidos y su primera conexi¨®n fue gol. A cambio, Darko, el delantero yugoslavo, perdi¨® una lentilla en la celebraci¨®n. Nihat se le tir¨® encima con tanta euforia que arrastr¨® la lentilla del jugador fuera del ojo. Todo un problema para un delantero centro, obligado por contrato a ver puerta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.