La rehabilitaci¨®n del electrochoque
La terapia electroconvulsiva pervive como ¨²ltimo recurso y a veces es m¨¢s eficaz que los f¨¢rmacos
Pero todav¨ªa se utiliza el electrochoque?, se pregunta mucha gente que no olvida la cara desencajada de Jack Nicholson en Alguien vol¨® sobre el nido del cuco, o que Ernest Hemingway se suicid¨® d¨ªas despu¨¦s de someterse a un electrochoque y dejar escrito con sarcasmo: "Ha sido una curaci¨®n brillante, pero hemos perdido al paciente". Sin embargo, el estigma social de esta rudimentaria terapia no ha conseguido arrumbarla en el desv¨¢n de los tratamientos obsoletos por una sencilla raz¨®n: su eficacia antidepresiva es muy alta, incluso superior a la de los modernos psicof¨¢rmacos.
La revisi¨®n de 73 de los estudios m¨¢s rigurosos realizados en las ¨²ltimas d¨¦cadas sobre el electrochoque, publicada en el ¨²ltimo n¨²mero de The Lancet, ha venido a confirmar su vigencia, eficacia y seguridad: "La terapia electroconvulsiva es un tratamiento eficaz a corto plazo para la depresi¨®n, y probablemente es m¨¢s eficaz que el tratamiento con f¨¢rmacos", concluyen los autores, encabezados por John Geddes, del departamento de psiquiatr¨ªa de la Universidad de Oxford (Reino Unido).
La descarga normaliza el patr¨®n de perfusi¨®n cerebral de serotonina y noradrenalina
La corriente utilizada es equivalente a la que enciende una bombilla de 20 vatios 2 segundos
Puede que haya un manto de silencio sobre esta terapia, pero no cabe hablar de un retorno del electrochoque, porque en realidad nunca se fue. En EE UU, donde se realizan 100.000 al a?o, se administran sobre todo a la poblaci¨®n blanca, de alto nivel sociocultural, y en hospitales privados. En Espa?a, probablemente en una proporci¨®n mayor, y principalmente en el sector privado, seg¨²n el psiquiatra Miguel Bernardo, del hospital Cl¨ªnico de Barcelona, donde se administran 2.000 electrochoques al a?o.
El electrochoque nunca ha tenido buena prensa por su utilizaci¨®n indiscriminada en el pasado y porque su mecanismo terap¨¦utico es la provocaci¨®n de una crisis epil¨¦ptica mediante el paso de una corriente el¨¦ctrica por el cerebro. Con las terapias electroconvulsivas m¨¢s modernas, los pacientes ya no sufren la convulsi¨®n f¨ªsica (con la electroencefalogr¨¢fica basta), pero el m¨¦todo sigue pareciendo tan burdo como aquel golpe seco con el que, a veces, se arreglaban los problemas de estabilidad de imagen en los viejos televisores en blanco y negro. O, en t¨¦rminos m¨¢s actuales, como una reinicializaci¨®n del ordenador cerebral.
?No es una paradoja y un absurdo tener que recurrir a la corriente el¨¦ctrica con el actual arsenal de eficaces y costosos psicof¨¢rmacos de dise?o? La clave est¨¢ en que la eficacia del electrochoque es "muy buena, pr¨®xima al 80%, algo que muy pocos tratamientos consiguen", recuerda Bernardo. Por eso, "la mayor parte de los psiquiatras que trabajan en hospitales a lo mejor no lo utilizan ellos mismos, pero al menos prescriben esta terapia para algunos de sus enfermos".
Para los autores de la revisi¨®n de The Lancet, "hay pruebas razonables que justifican el uso de la terapia electroconvulsiva; no es simplemente una cuesti¨®n anecd¨®tica, de h¨¢bito o de tradici¨®n. Los ensayos cl¨ªnicos realizados reflejan las preocupaciones prioritarias en cada momento. En la d¨¦cada de los setenta, la principal preocupaci¨®n era la eficacia del electrochoque en s¨ª; m¨¢s recientemente, la dosis y la zona de administraci¨®n", escriben los autores brit¨¢nicos.
Una de las principales preocupaciones actuales es la seguridad de la terapia electroconvulsiva a largo plazo. A corto plazo ya se sabe que provoca una cierta p¨¦rdida de memoria, que puede variar desde olvidar d¨®nde se ha aparcado el coche hasta olvidar que se ten¨ªa un coche; a menudo, esta p¨¦rdida de memoria es temporal, pero no siempre. Lo que se conoce mucho menos es cu¨¢l puede ser la p¨¦rdida de memoria y otros d¨¦ficit cognitivos cuando se realiza una terapia electroconvulsiva de mantenimiento, es decir, una repetici¨®n programada de electrochoques durante todo un a?o. Esta terapia se justifica porque, aunque la eficacia antidepresiva del electrochoque es muy alta, las reca¨ªdas llegan al 50%.
En un reciente estudio, publicado en Psychological Medicine, el grupo de Miguel Bernardo ha demostrado que con terapia electroconvulsiva de mantenimiento (durante un a?o: seis a doce sesiones el primer mes; cuatro, el segundo; dos, el tercero, y nueve m¨¢s en los nueve meses siguientes) "los pacientes deprimidos conservan la memoria a largo plazo", aunque se?ala que hacen falta m¨¢s estudios sobre sus efectos cognitivos.
Los detractores de la terapia electroconvulsiva, principalmente algunas organizaciones activistas, como la estadounidense ect.org, invocan la alta mortalidad asociada a esta terapia, mientras los investigadores indican que no es mayor que la de cualquier t¨¦cnica que implica el uso de anestesia general. Miguel Bernardo afirma que en el hospital Cl¨ªnico de Barcelona, donde se han realizado unos 25.000 electrochoques en los ¨²ltimos 12 a?os, no ha causado ninguna. ?Y mata neuronas? "Lo que s¨ª mata neuronas es mantenerse deprimido", responde Bernardo.
Con las modernas t¨¦cnicas de neuroimagen se ha podido comprobar que el electrochoque "normaliza los patrones de perfusi¨®n cerebral de la serotonina y la noradrenalina", y que "act¨²a como un activador general de la liberaci¨®n de neurotransmisores", seg¨²n Bernardo. Pero esto, en t¨¦rminos cient¨ªficos, es todav¨ªa demasiado vago, y podr¨ªa aplicarse igualmente a la psicoterapia.
"La terapia electroconvulsiva sigue siendo una opci¨®n terap¨¦utica importante para la depresi¨®n grave", concluyen los revisores de The Lancet. Y probablemente este y otros estudios van a ayudar a rehabilitarla. Pero, como recuerda Bernardo, el ¨¦xito y la pervivencia contra viento y marea de esta vieja terapia indica adem¨¢s que "la farmacoterapia no lo resuelve todo".
Una terapia buena, barata y fea
El uso del electrochoque se reserva para los enfermos depresivos graves, resistentes o intolerantes a los tratamientos farmacol¨®gicos; para algunos tipos de esquizofr¨¦nicos (catat¨®nicos y los que tienen adem¨¢s una depresi¨®n) y para ciertos casos de enfermedad de Parkinson. Pero siempre es el ¨²ltimo recurso terap¨¦utico o, si se quiere, un tratamiento de segunda elecci¨®n.
?Por qu¨¦ nunca es la primera opci¨®n a pesar de su eficacia demostrada? "Porque el electrochoque es bueno y barato, pero es feo. Y adem¨¢s est¨¢ estigmatizado incluso por los propios profesionales: psiquiatras, m¨¦dicos y anestesistas", responde el psiquiatra Miguel Bernardo, del hospital Cl¨ªnico de Barcelona.
El coste de un electrochoque es de unos 180 euros, pero el tratamiento completo de un paciente depresivo es menor que con otras terapias, seg¨²n Bernardo. Actualmente se realiza en r¨¦gimen ambulatorio, con anestesia general muy suave. La sesi¨®n dura un par de minutos (el ingreso, unas dos horas), y la corriente el¨¦ctrica utilizada es equivalente a la necesaria para encender una bombilla de 20 vatios dos segundos.
El cambio de denominaci¨®n de electrochoque por el de terapia electroconvulsiva est¨¢ ayudando a rehabilitar socialmente esta terapia, y hay quien propone denominarla con el m¨¢s euf¨®nico nombre de electroencefaloterapia, probablemente m¨¢s apropiado porque actualmente, con el uso de relajantes musculares, ya no se produce ninguna crisis convulsiva.
La superaci¨®n definitiva del estigma que pesa sobre esta electroterapia podr¨ªa llegar con el futuro desarrollo de una especie de marcapasos cerebrales que administrar¨ªan a los enfermos los impulsos el¨¦ctricos necesarios para tratar su enfermedad mental.
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