El Tribunal Superior catal¨¢n obliga a la sanidad p¨²blica a pagar un cambio de sexo

El Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a ha dictado una sentencia por la que condena al Departamento de Sanidad de la Generalitat de Catalu?a a costear una intervenci¨®n quir¨²rgica de cambio de sexo a un hombre de 29 a?os. Los jueces aseguran, a partir del informe psiqui¨¢trico, que se siente mujer desde los siete a?os y que sufre un trastorno de identidad sexual que le aboca a un s¨ªndrome depresivo. Por ello, consideran que el mejor tratamiento es la operaci¨®n y que se trata de una "enfermedad ps¨ªquica" que debe costear la sanidad p¨²blica.

La sentencia de la Sala de Lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (TSJC) confirma la que el Juzgado de lo Social n¨²mero 15 de Barcelona dict¨® en enero de 2002, contra la cual recurri¨® la Generalitat. Ahora los jueces ordenan expl¨ªcitamente al Servicio Catal¨¢n de la Salud que "fije d¨ªa y hora para la intervenci¨®n en el plazo m¨¢s breve posible" y en un centro hospitalario p¨²blico, al tiempo que reconoce expl¨ªcitamente a Olalla -que es como se hace llamar la afectada- su derecho "a ser intervenido quir¨²rgicamente para la reconstrucci¨®n femenina de sus ¨®rganos genitales externos".

Un portavoz del Departamento de Sanidad de la Generalitat catalana asegur¨® ayer que es posible que se presente recurso ante el Tribunal Supremo. Si fuese as¨ª se paralizar¨ªa la ejecuci¨®n de la sentencia y, por tanto, la operaci¨®n quir¨²rgica se aplazar¨ªa al menos durante un a?o y medio.

La batalla legal de Olalla (que en el registro todav¨ªa figura como Ra¨²l C. F.) se inici¨® en 1999, cuando solicit¨® de la sanidad p¨²blica esa operaci¨®n. En noviembre de aquel a?o fue desestimada por primera vez. Insisti¨® en otras dos ocasiones y al obtener la misma respuesta acudi¨® a los tribunales. Ahora el TSJC le da la raz¨®n con un argumento contundente: la prestaci¨®n sanitaria que reclama la mujer no est¨¢ excluida de la ley, por lo que tiene derecho a recibirla "como ¨²nico medio de alcanzar su salud mental y poder desarrollar una vida plena en su entorno familiar, profesional y social".

Por el contrario, el citado portavoz de Sanidad asegur¨® que si se recurre contra la sentencia es porque sienta un precedente y porque la Generalitat entiende que la intervenci¨®n quir¨²rgica para el cambio de sexo no est¨¢ incluida en el cat¨¢logo de prestaciones de la sanidad p¨²blica salvo en alteraciones f¨ªsicas como el hermafroditismo o androgenismo, que no es el caso.

Frente a ese argumento, los jueces entienden que "la sanidad p¨²blica no s¨®lo est¨¢ obligada a prevenir y curar las enfermedades f¨ªsicas, sino tambi¨¦n las ps¨ªquicas" y que, por tanto, "resulta una ficci¨®n el separar los defectos ps¨ªquicos de los f¨ªsicos para excluir as¨ª prestaciones sanitarias".

Ingesta de hormonas

Olalla trabaja como teleoperadora en un servicio de informaci¨®n de Barcelona, tiene la titulaci¨®n de profesora de grado medio de piano y solfeo, es la presidenta del Colectivo de Transexuales de Catalu?a y secretaria de la Federaci¨®n de Transexuales de Espa?a. Hace cuatro a?os, cuando ten¨ªa 25, inici¨® un proceso transexualizador y hormonal femenizador tras haber sido diagnosticada como transexual por los servicios m¨¦dicos y psiqui¨¢tricos. En 2001 intent¨® un cambio de sexo y nombre en el Registro Civil, pero la justicia se lo deneg¨® alegando que "la situaci¨®n de transexual no ha sido prevista en el ¨¢mbito civil".

Los jueces siempre se refieren a la afectada en g¨¦nero femenino y recuerdan que el informe del perito judicial fue contundente cuando aleg¨® que desde los siete a?os Ra¨²l "no se ha identificado morfol¨®gicamente con su ser varonil". Sin embargo, a?ade que las ni?as siempre la rechazaron por su "cuerpo masculino" y los ni?os, por su "psiquismo femenino". La madre tambi¨¦n declar¨® en la tramitaci¨®n de ese recurso judicial y no s¨®lo aval¨® la tesis del perito, sino que record¨® que esa situaci¨®n contradictoria llev¨® a la afectada a un intento de suicidio. Los jueces a?aden que la mujer vive desde la infancia "con sentimiento de humillaci¨®n y verg¨¹enza por la colisi¨®n entre su estructura morfocorporal y la manera de entenderse a s¨ª misma".

La sentencia tambi¨¦n a?ade que la perjudicada siente atracci¨®n por los hombres, pero tampoco puede mantener relaciones sexuales con ellos porque se lo impiden sus genitales, y finalmente recuerda que "presenta actitudes, porte, vestimenta y semblante femenino con normalidad y sin excentricidad o histrionismo en su aspecto o conducta". La consecuencia de todo eso, dicen los jueces, ha sido un "trastorno de identidad sexual que provoca malestar cl¨ªnico significativo y deterioro social, laboral y de relaci¨®n, padeciendo un s¨ªndrome ansioso-depresivo".