Limbo sin ley
Catorce meses despu¨¦s de trasladarlos de Afganist¨¢n a la base de Guant¨¢namo, en Cuba, EE UU sigue manteniendo en condiciones de inhumano aislamiento a unos 650 presos, entre ellos uno de nacionalidad espa?ola, para quien el Gobierno no ha logrado unas m¨ªnimas garant¨ªas jur¨ªdicas. Un tribunal federal en Washington ha denegado a estos presos el derecho a un juicio en EE UU, al considerar que se trata de extranjeros en territorio que no cae bajo jurisdicci¨®n de su Constituci¨®n. El ministro de Justicia ha calificado la sentencia de "una importante victoria en la guerra contra el terrorismo". Todo lo contrario. La lucha ciega contra el terrorismo est¨¢ haciendo saltar por los aires las garant¨ªas civiles y la credibilidad de EE UU en el respeto a los derechos humanos.
Formalmente considerados "combatientes ilegales" para no aplicarles la Convenci¨®n de Ginebra de 1929, EE UU mantiene a estos presos sin derecho a visitas familiares ni asistencia judicial, en una base que constituye un limbo sin ley, un anacronismo en territorio de soberan¨ªa cubana. Argumentaciones legales aparte, estamos ante un acto inmoral por parte de una superpotencia que extiende la extraterritorialidad de sus leyes de forma casi universal para proteger a sus propios ciudadanos y soldados.
Es de esperar que el Tribunal Supremo rectifique, ya que la Administraci¨®n de Bush, a juzgar por la valoraci¨®n de Ashcroft, no lo har¨¢. Del mismo modo que tampoco ha atajado el debate sobre si se puede torturar a los presos para obtener informaci¨®n sobre las redes terroristas a las que pertenecen. No hay control alguno sobre lo que hace la CIA y otras agencias fuera de EE UU a la hora de intentar extraer informaci¨®n a presos como el lugarteniente de Bin Laden, detenido en Pakist¨¢n. Actuar de este modo resta toda credibilidad a la supuesta pol¨ªtica de fomentar la democracia y los derechos humanos en el conjunto del globo.
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