Chapuzas y dislates
"La madre naturaleza es suficientemente inteligente y tiene suficientes medios para dispersar y depurar" el fuel del Prestige. Sabias palabras que un delegado de Fomento les espet¨® a los cient¨ªficos portugueses un d¨ªa con m¨¢s humor de marzuelo que de marzo.
Pues ya est¨¢. Laisser faire, etc¨¦tera. Lo malo es que la naturaleza procede con gran pachorra, se toma un tiempo inaceptable para la cortedad de la vida humana; eso es as¨ª porque si el individuo no puede esperar sin quebranto, la especie s¨ª. Madre inteligente, la naturaleza nos ha duplicado ri?ones y pulmones, por si acaso; pero s¨®lo un coraz¨®n derecho y s¨®lo un coraz¨®n izquierdo, ambos bien diferenciados; de modo que si falla uno, falla el otro y el resto del tinglado. Cu¨¢nta sabidur¨ªa, dir¨¢ el se?or Alonso (de Fomento), pues la defensa de la especie incluye la limitaci¨®n del n¨²mero de sus individuos. La naturaleza hizo el Prestige porque hay demasiadas almejas y mejillones, de modo que ya est¨¢ bien de limpiar piedras y fondos marinos y playas. Marx dec¨ªa que el "hombre nuevo" suceder¨¢ pase lo que pase aparentemente entre tanto; pero que con todo y con eso, hab¨ªa que apresurar con prudencia el proceso, revoluci¨®n por aqu¨ª, revoluci¨®n por all¨¢. Claro que a Marx la vida rural le parec¨ªa una idiotez, mientras que en Fomento hay mucha afici¨®n a tumbar animales sueltos por montes, quebradas, llanos y valles. Y si en pleno zafarrancho cineg¨¦tico ocurre que un tren se sale de su asignado camino, la culpa la tienen los socialistas; m¨¢s que por serlo (que tambi¨¦n) porque son predecesores en el poder y encima vuelven a la carga. Casos heterodoxos hay, como el de ese puente por el que se va al vital puerto de Algeciras y es el ¨²nico camino razonable. No resiste m¨¢s porque le socava los fundamentos el r¨ªo que discurre por debajo. ?Qui¨¦n es responsable? Pues diablos, el propio puente, por ser centenario. ?Acaso Fomento tiene la culpa de que una obra p¨²blica alcance una edad tan provecta? Pues acab¨¢ramos.
Es como lo del AVE Madrid-Barcelona, atascado en Lleida. La culpa del desastre, c¨®mo no, de los socialistas, sin broma, pues lo dijo el titular del ministerio, hombre de inclinaci¨®n escasamente risue?a, por m¨¢s que algunas de sus declaraciones p¨²blicas parezcan decir lo contrario. Eso s¨ª, que uno recuerde, el se?or Cascos no ha hablado de sabotaje, hip¨®tesis que insinu¨® en el caso del accidente del talgo Madrid-Barcelona. Pues bien, seg¨²n los expertos, ni ETA, ni fundamentalistas isl¨¢micos, ni gamberros, sino pura y simple vejez del material ferroviario de la red nacional. Pero hablo de este percance dando por sentado que todos lo recuerdan, cuando a decir verdad los accidentes en "el m¨¢s seguro de los transportes" son ya tantos en tan poco tiempo que hay que tirar de archivo para recordarlos. Como quiera que Europa apuesta por el ferrocarril de alta velocidad, no pensamos que aqu¨ª est¨¢ sucediendo lo que en Estados Unidos, cuando se crey¨® que el tren era m¨¢s rentable para el traslado de mercanc¨ªas, pero no de pasajeros; y as¨ª es como desaparecieron aquellos m¨ªticos ferrocarriles que recorr¨ªan el enorme pa¨ªs de punta a punta pasando por Chicago. Aqu¨ª nadie quiere cargarse el tren, pero algunos quieren privatizarlo, lo que probablemente equivale a lo mismo, pero con el agravante de que no hay intenci¨®n t¨¢cita ni expresa. (De joven, uno hac¨ªa en tren el trayecto Alcoi-Valencia y te daba tiempo a bajarte y rapi?ar uvas o melones, pues las piernas eran m¨¢s r¨¢pidas que el artilugio. Locomotora venerable y a carb¨®n de tal calidad, que a veces, llegado por fin al destino, ning¨²n pasajero se apeaba. Estaban todos atufados. Perm¨ªtame el lector este humilde recuerdo sentimental).
No entiende uno tanta fiebre privatizadora o la entiende demasiado. Al paso que vamos, pronto no habr¨¢ actividad que se conciba como servicio p¨²blico. Al parecer, el lucro de unos es lucro de todos, cosa que no cre¨ªa de todo coraz¨®n ni el mism¨ªsimo Adam Smith. Que privaticen la polic¨ªa, que privaticen el Estado. Ahora que en Estados Unidos, patria verdadera de Smith y de Spencer, tantas actividades privadas se aferran a la tutela p¨²blica, de grado y/o por fuerza. Hablando del ferrocarril, la lecci¨®n del Reino Unido no ha servido aqu¨ª para nada. El caso del AVE Madrid-Barcelona es paradigm¨¢tico, aunque la huella m¨¢s vistosa sea pol¨ªtica. Hubo prisas para acudir a la gran gala del estreno antes de las elecciones. Uno se pregunta cu¨¢ntos votos habr¨ªa aportado la circulaci¨®n cabal de este tren y no le salen las cuentas; pues lo que se gana por un lado a menudo se pierde por otro. A un se?or de Murcia, a un extreme?o y quiz¨¢s sobre todo a un valenciano (este ¨²ltimo caso no necesita explicaciones) no le diga usted que lo que es bueno para Madrid, Catalu?a y Arag¨®n (parte de) es bueno para todos porque se mesar¨¢ las barbas con raz¨®n o sin ella. Dicen los optimistas que, ante las urnas, las personas hacemos examen de conciencia y actuamos no como consumidores o como hinchas del f¨²tbol, sino como ciudadanos sensatos e incluso doctos por intuici¨®n. Que durante cuatro a?os hemos interiorizado y ejercido, aunque por la boca echemos sapos y culebras. Pero s¨ª es cierto que a veces hablar mal del gobierno sirve de castigo personal para luego votarle con mejor conciencia, err¨®neo es hacer de la excepci¨®n la regla y de la regla la excepci¨®n. Luego vienen las madres m¨ªas y los llantos sin escarmiento.
Renfe y el GIF, Siemens y Talgo, Ansaldo y Cobra y as¨ª hasta varios centenares de nombres metidos en el ajo de este copioso batiburrillo. Ingenieros p¨²blicos a quienes no se consulta, beneficios a dedo para gente que as¨ª sabe qu¨¦ es un tren y un suelo, como yo qu¨¦ es un yate de lujo. Todo eso y m¨¢s ha sido aireado por la prensa. El Colegio de Ingenieros de Catalu?a: "El ministerio de Fomento ha incumplido casi todas las normas aconsejables en la elaboraci¨®n de una obra compleja".
Pero todo el territorio nacional se cubre de viviendas, no pocas invendibles y otras vendibles con la soga de la hipoteca al cuello. El pez se muerde la cola. Flamantes avenidas fantasmales de Valencia, fr¨ªas avenidas sin alma, pero con burbuja, Dios os tenga en ese limbo que ya no existe.
Manuel Lloris es doctor en Filosof¨ªa y Letras.
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