El homenaje a Redondo deja cicatrices
El Real Madrid no impidi¨® el agasajo de los Ultras Sur al jugador argentino para evitar altercados
El homenaje multitudinario que la hinchada del Madrid brind¨® a Redondo el mi¨¦rcoles en el estadio Bernab¨¦u estuvo cerca de terminar en un enfrentamiento p¨²blico entre el jugador y la directiva del club. As¨ª lo confirmaron ayer fuentes cercanas a la presidencia del Madrid, condenada de antemano a vivir una noche inc¨®moda durante el Madrid-Milan. La victoria local (3-1) no fue suficiente para camuflar un episodio en el que se enredaron cuestiones de ¨¦tica, idolatr¨ªa, intrigas y los egos heridos de gente con poder.
Metido en la fiesta de su despedida madridista, en el centro de un campo saturado por 76.000 espectadores entregados a su causa, Redondo se dej¨® llevar en un viaje con parada final en el fondo sur. Concluido el partido, la gente se qued¨® de pie mirando extra?ada al ¨ªdolo exiliado caminando junto a Ra¨²l. Iban solos, abrazados por el campo, en direcci¨®n al gol sur. Entre las vallas publicitarias y la grada, a Redondo le esperaba la plana mayor de los Ultras Sur, el grupo madridista m¨¢s fan¨¢tico, c¨¦lebre por sus correr¨ªas vand¨¢licas y algunas exhibiciones de parafernalia fascista. Al frente de la pe?a se present¨® Jos¨¦ Luis Ocha¨ªta, a quien en 1998 se le prohibi¨® el acceso a los estadios espa?oles durante tres a?os por comportamiento violento. Ocha¨ªta hizo entrega a Redondo de una placa honor¨ªfica.
El acto fue planeado por Ultras Sur, alguno de cuyos miembros m¨¢s eminentes guarda una relaci¨®n cordial con Redondo. El club intent¨® evitar el homenaje a lo largo de la semana, haciendo diversas propuestas al grupo, para asegurar la paz social. Sin embargo, la maquinaria administrativa no logr¨® evitar el despliegue de una pancarta dedicada a Redondo y, sobre todo, la entrega de forma oficiosa de una placa a pie de campo. Ayer, el director general deportivo, Jorge Valdano, apunt¨® a la responsabilidad del jugador ensalzado: "Est¨¢ muy claro que ¨¦se era un acto improvisado, en el sentido de que el club no ten¨ªa ninguna referencia. Redondo s¨ª estaba avisado".
Julio Sendal, jefe de la seguridad del Bernab¨¦u, fue un testigo tan directo como resignado: "Impedir que Ocha¨ªta saltara la valla no era posible sin riesgo de avalancha porque todo el campo estaba entregado a Redondo. Mi obligaci¨®n era garantizar la seguridad de la gente y as¨ª actuamos, desplegando un cord¨®n humano. De otra forma, habr¨ªa sido peor el remedio que la enfermedad".
Valdano confirm¨® este extremo y asegur¨® que los responsables del club no sab¨ªan que Ocha¨ªta estaba implicado: "La seguridad recibi¨® orden de no interferir, sin saber qui¨¦nes eran los actores del homenaje. Hay que recordar que hasta ese momento todo el estadio, de forma espont¨¢nea, hab¨ªa homenajeado a Redondo y hab¨ªa estado muy bien. Eso se sum¨® a la euforia alcanzada por el triunfo, lo que contribuy¨® a que el club decidiera acompa?ar el ¨¢nimo de la gente. Si nos hubi¨¦ramos empleado violentamente, en este momento se har¨ªan interpretaciones pol¨ªticas de la cuesti¨®n. Ahora, en cambio, todo queda en una an¨¦cdota".
Que Ra¨²l participara como maestro de ceremonias duplic¨® la potencia del mensaje, directamente opuesto a la directiva. De alguna manera, signific¨® que Redondo no estaba solo, ni mucho menos. Desde el club, el propio Valdano neg¨® la implicaci¨®n del delantero madridista: "Ra¨²l fue invitado por Redondo y acept¨® acompa?arlo hasta que se dio cuenta de que no pintaba nada all¨ª y se dio la vuelta". Desde el entorno de Redondo se apunt¨® que tanto Ra¨²l como el agasajado sab¨ªan las condiciones del evento en ciernes porque fueron previamente avisados del mismo por miembros de Ultras Sur en los respectivos hoteles de concentraci¨®n. Seg¨²n las mismas fuentes, los dos jugadores se sintieron incapaces de negarse y no supieron hasta el final qui¨¦n ser¨ªa el encargado de entregar la placa.
El asunto result¨® especialmente desagradable para el presidente madridista, Florentino P¨¦rez, que pas¨® el mi¨¦rcoles una de las peores noches desde que inici¨® su mandato en el verano de 2000. Lleg¨® indignado al palco tras saber que un grupo de v¨¢ndalos asedi¨® a un pelot¨®n de la Polic¨ªa Nacional, durante 15 minutos, bajo una lluvia de botellas, piedras y bengalas antes del partido. Este grupo de j¨®venes frecuenta los lugares de reuni¨®n de los Ultras Sur antes y despu¨¦s de los partidos. Tras estos incidentes, el presidente debi¨® presenciar en vivo el homenaje que el p¨²blico, Ra¨²l y especialmente los Ultras Sur dedicaron al argentino, cuyo traspaso al Milan fue el caballo de batalla de sus mayores opositores. Las ovaciones a Redondo, por tanto, ten¨ªan una lectura hiriente para Florentino P¨¦rez.
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