Irak se queda sin escudos humanos

Hace dos semanas, los iraqu¨ªes repartieron una lista con 50 lugares estrat¨¦gicos, situados sobre todo en Bagdad y alrededores, que el movimiento de escudos humanos deb¨ªa proteger con su presencia hasta que llegasen los bombardeos. Hab¨ªa centros de telecomunicaci¨®n, centrales el¨¦ctricas, plantas potabilizadoras, refiner¨ªas y alg¨²n silo. Y ellos hab¨ªan llegado de todas partes del mundo. Pero el matrimonio entre el Gobierno iraqu¨ª y los escudos termin¨® en divorcio mucho antes de la primera bomba.

La idea de los escudos parti¨® de Ken O'Keefe, un ex marine que luch¨® en la guerra del Golfo de 1991. Cuando se desencaden¨® este conflicto, ¨¦l se encontraba en Londres. Renunci¨® a su nacionalidad, convoc¨® a los pacifistas de todo el mundo a trav¨¦s de Internet y flet¨® dos autobuses brit¨¢nicos con la intenci¨®n de transitar por toda Europa rumbo a Bagdad carg¨¢ndose de escudos humanos.

Durante varias semanas los casi dos metros de altura de Ken O'Keefe, sus tatuajes de una corona de espinas alrededor del cuello y una l¨¢grima en el rabillo del ojo acapararon la atenci¨®n de los medios. La rotundidad de la expresi¨®n escudos humanos encontr¨® f¨¢cil eco en los titulares de prensa. Pero lleg¨® el momento, hace dos semanas, en que el Gobierno iraqu¨ª distribuy¨® una lista con 50 sitios que ya hab¨ªan sido bombardeados en 1991. Eran, dec¨ªa, de vital necesidad para la poblaci¨®n civil y ahora hab¨ªa que protegerlos. En ese momento se hicieron patentes las desavenencias, hasta entonces m¨¢s o menos larvadas.

Hubo una ruptura de confianza rec¨ªproca entre el Gobierno y los escudos. Al Hayat, un peri¨®dico ¨¢rabe con sede en Londres, inform¨® de que con ellos se hab¨ªan filtrado agentes de la CIA en Irak. El Gobierno iraqu¨ª comprob¨® tambi¨¦n que con visado de escudos hab¨ªan entrado muchos periodistas aut¨®nomos que no estaban sometidos al control -pago de tasas, gu¨ªas oficiales facilitados por el propio ministerio, declaraci¨®n de aparatos de transmisi¨®n...- al que el Ministerio de Informaci¨®n somete al resto de reporteros acreditados como tales. El Gobierno iraqu¨ª comprob¨® que muchos escudos se mov¨ªan por el pa¨ªs de forma independiente al resto del grupo. Y los escudos cada vez se iban encontrando menos a gusto.

Poco a poco se fueron marchando muchos. Unos 10 catalanes que hab¨ªan llegado tras leer a Ken O'Keefe por Internet regresaron a Espa?a el pasado 8 de marzo. Fue tambi¨¦n durante esos mismos d¨ªas cuando el Gobierno iraqu¨ª decidi¨® expulsar a Ken O'Keefe. Y entonces continu¨® el goteo de escudos que se iban. Refiner¨ªas, centrales el¨¦ctricas y depuradoras de agua se iban quedando sin pacifistas internacionales. El centro de telecomunicaciones civiles Al Mamuna, uno de los que mayores probabilidades tiene de ser bombardeado, fue abandonado tambi¨¦n esta semana.

En la actualidad quedan s¨®lo algunas decenas de escudos, la mayor¨ªa turcos, desplegados en seis centros civiles de Bagdad y alrededores. Hay tambi¨¦n un grupo de mexicanos a la espera de que les habiliten la planta potabilizadora de Dora que les han asignado. Pero los que quedan se hallan sin estructura organizativa propia y dependientes de las autoridades iraqu¨ªes.

A esa desbandada se suma el llamamiento del Ministerio de Asuntos Exteriores de esta semana para que sus ciudadanos que se encuentren en Irak abandonen el pa¨ªs. Sin embargo, la comunidad de espa?oles, debido a la actividad incesante de la Campa?a Estatal por el Levantamiento de las Sanciones a Irak, es ahora mismo la m¨¢s numerosa entre los pacifistas internacionales.

Esta organizaci¨®n contin¨²a enviando cada lunes a un grupo de 25 brigadistas, que es relevado por otro despu¨¦s de pasar una semana en el pa¨ªs. "La l¨®gica de las brigadas es que sean grupos territoriales, que procedan de una misma comunidad aut¨®noma", explica su coordinador, Carlos Veira. "As¨ª hay un mayor impacto medi¨¢tico y apoyo social en los puntos de origen. Han venido hasta el momento de Catalu?a, Andaluc¨ªa, Asturias, Madrid. Y ma?ana llegan del Pa¨ªs Vasco. Esto representa una muestra de la sociedad espa?ola. Queremos que sigan viniendo brigadistas hasta que sea posible. Somos espa?oles entre iraqu¨ªes. As¨ª ellos perciben que no est¨¢n solos. Y a la vuelta, cuando regresan los brigadistas, transmiten c¨®mo es la gente de aqu¨ª. Porque los iraqu¨ªes, como sociedad, parece que no existen en esta crisis".

De entre los m¨¢s de 100 espa?oles que desde hace un mes han visitado Bagdad y Basora, siete decidieron quedarse por tiempo indefinido. Entre ellos est¨¢n Ana Rodr¨ªguez (de 44 a?os, casada y con una hija de 16, empleada en el archivo hist¨®rico de Le¨®n), Jos¨¦ Bielsa (de 56 a?os, dos hijas y tres nietos, antiguo empleado de Cristaler¨ªa Espa?ola), Teresa Tu?¨®n (de 68 a?os, viuda, con siete hijos, ocho nietos y un biznieto, profesora jubilada), Berlarmino Garc¨ªa (47 a?os, separado, con un hijo de 20 a?os, t¨¦cnico de prevenci¨®n), Mar¨ªa Rosa Pe?arroya (27 a?os, enfermera) y Carlos Veira (coordinador de los brigadistas, 43 a?os, soltero y profesor de Antropolog¨ªa).

"Despues de que el Gobierno ha abandonado la embajada de forma vergonzante, ahora ordena nuestra salida, en un gesto m¨¢s de aceptaci¨®n de que la guerra es inevitable, en vez de intentar hacer todo lo posible por pararla", concluye Carlos Veira.