El miedo a las armas qu¨ªmicas desata una huida masiva de kurdos
Decenas de miles de civiles abandonan las ciudades del norte de Irak
![Juan Carlos Sanz](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F8474ab70-aed1-4d96-8664-7df91292ca03.png?auth=d593b8e6591c3c424827a0b274afbd4bf0540802a373929d61f1551ec8c3d627&width=100&height=100&smart=true)
Otra vez la huida masiva de civiles es la imagen que anuncia una guerra inevitable. Coches, furgonetas, tractores; todo vale para empacar mantas y algo de comida, poner a los ni?os a salvo en las monta?as y alejarse de la amenaza del gas mostaza. Eso es lo que ocurr¨ªa en la tarde de ayer en las carreteras de las aglomeraciones urbanas de Erbil o Suleimaniya, en el norte de Irak, que escapa desde 1991 al control del r¨¦gimen de Sadam Husein.
En las afueras de Erbil ya se observaban ayer las primeras caravanas con familias enteras
"Tenemos miedo a Sadam, pero tambi¨¦n a Turqu¨ªa", dice un l¨ªder kurdo
Dohuk, capital del norte del Kurdist¨¢n iraqu¨ª, era anoche una ciudad fantasma tras la fuga de decenas de miles de personas -todos alegaban miedo a un ataque con armas qu¨ªmicas- en direcci¨®n a las aldeas de las monta?as. "A los kurdos nos sobran razones para tener miedo", afirmaba ayer en su despacho oficial Sahwkat Bamarni, delegado del Gobierno regional del Kurdist¨¢n en Dohuk. "Es una larga historia de represi¨®n del r¨¦gimen iraqu¨ª contra nuestro pueblo: el programa de exterminio, el bombardeo con gas mostaza de la ciudad de Halababya, que caus¨® m¨¢s de 5.000 muertos precisamente hace ahora 15 a?os", explica Bamarni. "Los kurdos sabemos que puede volver a pasar otra vez; por eso muchos escapan ahora hacia las monta?as. Y las tropas de Sadam est¨¢n en Mosul, a media hora de aqu¨ª".
Las familias del Kurdist¨¢n iraqu¨ª han comenzado a acaparar alimentos, mientras las colas se hacen ya interminables en las gasolineras, donde el precio del combustible se dispar¨® ayer m¨¢s de un 35%. El movimiento de huida que se produjo ayer en las afueras de Dohuk parec¨ªa espont¨¢neo, sin que los peshmergas (milicianos) del Partido Democr¨¢tico del Kurdist¨¢n (PDK) intervinieran apenas, salvo para separar a algunos conductores acalorados en una disputa tras una colisi¨®n m¨²ltiple en la caravana.
Tahsin Abdal¨¢ Ibrahim parec¨ªa tomarse con calma el viaje de su familia hasta el distrito de Shaqlaw. ?l iba al volante de un Mercedes, mientras su hermano conduc¨ªa un BMW. "Llevamos a los ni?os al campo para quedarnos m¨¢s tranquilos; pero nosotros volveremos esta noche a la ciudad", explicaba Tahsin mientras observaba desde la cuneta el incesante paso de veh¨ªculos que se alejaban de la ciudad. "No sabemos si nos atacar¨¢n con armas qu¨ªmicas, pero no quiero que mis hijos est¨¦n expuestos a semejante peligro", admit¨ªa.
En las afueras de Erbil, sede de las instituciones del autogobierno kurdo, ya se observaban en la ma?ana de ayer las primeras caravanas de furgonetas cargadas de enseres dom¨¦sticos y con familias enteras que viajaban en direcci¨®n a la monta?a. Pero el flujo de civiles en fuga se desbord¨® ya por la tarde, cuando este enviado especial se acercaba al t¨¦rmino de su viaje a Dohuk, que cuenta con unos 350.000 habitantes. Desde el cruce de la carretera de Zawite, a m¨¢s de 10 kil¨®metros del centro de la ciudad, la caravana de veh¨ªculos cargados de familias era interminable. Y se mantuvo hasta la ca¨ªda de la noche. El movimiento de p¨¢nico colectivo se extendi¨® poco despu¨¦s de que los canales internacionales de televisi¨®n, y en especial Al Yazira, empezaran a informar de que ya no se iba a producir ninguna votaci¨®n en el Consejo de Seguridad de la ONU.
"No, estos ni?os no son m¨ªos", se excusaba Mohamed Awat ante una furgoneta en la que viajaban ocho peque?os asustados. "Yo s¨®lo soy el conductor. Los llevo a la aldea de Deralcok, y ya es mi tercer viaje del d¨ªa. Luego tendr¨¦ que ocuparme de los m¨ªos". En el Kurdist¨¢n iraqu¨ª muchas familias decidieron emprender ayer una salida de la ciudad que hab¨ªan preparado con todo detalle desde hace semanas. En zonas tur¨ªsticas de las monta?as kurdas, como en Penyuin, cerca de la frontera de Ir¨¢n, es imposible alquilar una casa o un cuarto desde hace m¨¢s de dos meses, seg¨²n un responsable de la Administraci¨®n aut¨®noma en Suleimaniya, donde las tiendas de campa?a tambi¨¦n se han agotado.
"Mucha gente tendr¨¢ que dormir en alojamientos provisionales mientras empezamos a organizar los campamentos", reconoc¨ªa ayer el representante del Gobierno regional kurdo en Dohuk, mientras la tormenta comenzaba a descargar una intensa lluvia al atardecer. El Gobierno kurdo no cuenta por ahora con ninguna ayuda exterior para atender a los civiles desplazados.
"Tenemos miedo a Sadam, pero tambi¨¦n a Turqu¨ªa. A los soldados iraqu¨ªes les combatiremos utilizando nuestro cuerpo como arma si es necesario. Pero a los turcos no les queremos aqu¨ª. Si necesitamos su ayuda, ya se la pediremos", dec¨ªa Sahwkat Bamarni para alertar del peligro de que estalle un enfrentamiento a tres bandas entre las fuerzas de Bagdad, las de Ankara y los peshmergas si el Ej¨¦rcito turco ocupa el territorio aut¨®nomo del norte de Irak. "De los norteamericanos no sabemos todav¨ªa nada", admiti¨® sombr¨ªo. Frente a su oficina, en medio de un toque de queda no declarado, los kurdos que han decidido permanecer en la ciudad de Dohuk se dedicaban anoche a cruzar con tiras adhesivas los cristales de sus casas. La guerra parece estar cerca.
![Dos ni?os abandonan la ciudad de Erbil hacia la frontera de Ir¨¢n.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/DOYMPP4NKVSLR5JWZKODN77IUQ.jpg?auth=fef887eada0963a7d77c3e9a63dee8ec0cae59301998a265ed4f2810760652e5&width=414)
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