Inductores del crecimiento ¨®seo

El organismo renueva de forma constante el tejido ¨®seo. Por eso, cuando se rompe un hueso el tratamiento habitual se limita a inmovilizarlo con escayola para facilitar el proceso de regeneraci¨®n y consolidaci¨®n de la fractura. La naturaleza hace todo el trabajo y lo hace bien, aunque no siempre. El 10% de las fracturas no llegan a soldarse debido a una deficiencia en la capacidad del organismo para crear nuevo tejido ¨®seo. Para estos casos, la ingenier¨ªa tisular comienza a desarrollar t¨¦cnicas para estimular el crecimiento natural de los huesos.

Hasta ahora la ¨²nica forma de suplir la deficiencia en la regeneraci¨®n ¨®sea era la implantaci¨®n de injertos de hueso extra¨ªdos del propio paciente. Pero los problemas generados en la zona de extracci¨®n, la amenaza de infecciones, la duraci¨®n de la intervenci¨®n y la escasez de injertos hacen necesaria la b¨²squeda de soluciones menos agresivas. Los sustitutos ¨®seos y los factores de crecimiento cumplen todos los requisitos.

Los sustitutos ¨®seos aportan una matriz sobre la que luego crecer¨¢ el hueso

Los factores de crecimiento inducen la formaci¨®n de c¨¦lulas ¨®seas

El objetivo es estimular la formaci¨®n de tejido con el fin de consolidar el hueso lesionado en los casos en los que el proceso natural ha fracasado. Los sustitutos ¨®seos y los factores de crecimiento lo consiguen en un 80% de los casos siguiendo estrategias distintas. "Los sustitutos ¨®seos son materiales conductores que, sin crear verdadero hueso, ayudan a su consolidaci¨®n aportando una matriz sobre la que crecer¨¢ la estructura ¨®sea. Proporcionan canales y soporte para que el hueso fracturado se una", explica Daniel Hern¨¢ndez Vaquero, jefe del servicio de traumatolog¨ªa del hospital San Agust¨ªn de Avil¨¦s.

Se trata de materiales compuestos b¨¢sicamente de sulfatos y fosfatos c¨¢lcicos, como la hidroxiapatita, que, a diferencia de los cementos acr¨ªlicos que se utilizan para tratar el debilitamiento de las v¨¦rtebras, son absorbidos por el organismo una vez que la fractura se ha consolidado. "Esta propiedad de biodegradaci¨®n puede ser muy ¨²til si su ritmo es adecuado, puesto que el material se va sustituyendo por el nuevo tejido de forma progresiva", comenta Luis Munuera, catedr¨¢tico de Cirug¨ªa Ortop¨¦dica y Traumatolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Madrid.

Aunque los sustitutos ¨®seos sirven como soporte para la regeneraci¨®n del tejido, no son capaces de estimularla, algo que s¨ª es posible con el empleo de los factores de crecimiento. Estos factores son prote¨ªnas que inducen la transformaci¨®n de las c¨¦lulas madre adultas en osteoblastos o c¨¦lulas ¨®seas. Se trata de c¨¦lulas indiferenciadas presentes en el hueso y que tambi¨¦n se pueden extraer de la m¨¦dula ¨®sea del paciente para cultivarlas y reintroducirlas en la zona da?ada. De todos los factores de crecimiento que se est¨¢n investigando para su uso en la reparaci¨®n de los huesos, en Espa?a s¨®lo se han aprobado las prote¨ªnas morfogen¨¦ticas ¨®seas BMP 2 y BMP 7."La utilizaci¨®n de la BMP 2 ha demostrado su eficacia en la obtenci¨®n de una fusi¨®n ¨®sea entre las v¨¦rtebras sin que sea necesaria la implantaci¨®n de un injerto. En cuanto a la BMP 7, su uso se ha autorizado para el tratamiento de las fracturas de tibia que no se han soldado tras diversos intentos de curaci¨®n por los medios convencionales", afirma Luis Munuera.

De hecho, los mayores retrasos en la curaci¨®n de las fracturas se producen en el tratamiento de las lesiones de tibia, ya que alcanzan incluso el 60% de los casos. En el 20% de los pacientes, el fracaso de la consolidaci¨®n terminar¨¢ siendo absoluto. De ah¨ª la innovaci¨®n que supone la aplicaci¨®n de los factores de crecimiento, que reducen considerablemente el tiempo necesario para unir los fragmentos del hueso da?ado. "Se considera que la velocidad de uni¨®n aumenta el 50%, dependiendo del tratamiento anterior, la localizaci¨®n y el ambiente local de la fractura", apunta Daniel Hern¨¢ndez.

Para este experto, el futuro del tratamiento de las lesiones de los huesos pasa por la combinaci¨®n de los factores de crecimiento y los sustitutos ¨®seos. Los primeros aportan la estimulaci¨®n del crecimiento del tejido y los segundos proporcionan el soporte para que ese crecimiento tenga lugar. "La combinaci¨®n de m¨¦dula ¨®sea y BMP recombinante, junto con un pol¨ªmero biodegradable como soporte, act¨²a sin¨¦rgicamente para rellenar defectos ¨®seos. Parece acertado esperar que en el futuro ser¨¢ posible crear una estructura que combine propiedades osteoinductoras, osteoconductoras y osteog¨¦nicas", explica Hern¨¢ndez.

No obstante, el tratamiento con sustitutos ¨®seos y factores de crecimiento no est¨¢ indicado para todos los tipos de debilitamiento de los huesos que no responden a los m¨¦todos convencionales. De momento, seguir¨¢n siendo necesarias las pr¨®tesis a la hora de combatir los efectos de las enfermedades degenerativas, como la artrosis y la osteoporosis. Donde s¨ª parecen ser efectivas las nuevas t¨¦cnicas es en las lesiones de origen traum¨¢tico, tumoral, infeccioso y cong¨¦nito, y en las causadas por la radioterapia y la quimioterapia.

Los expertos recuerdan, sin embargo, que los tratamientos convencionales con escayola, clavos y placas de fijaci¨®n seguir¨¢n siendo las t¨¦cnicas adecuadas para la curaci¨®n de la mayor¨ªa de las lesiones. Adem¨¢s de ser muy efectivas, son m¨¢s baratas que las prote¨ªnas morfogen¨¦ticas, que cuestan alrededor de 4.000 euros por aplicaci¨®n. Un coste que puede verse reducido cuando la terapia g¨¦nica facilite su producci¨®n.

"La terapia g¨¦nica se considera un instrumento oportuno para proporcionar ciertas prote¨ªnas activas a c¨¦lulas y tejidos de tal modo que el gen insertado en ellos pueda pasar a constituir una fuente permanente de alguno de los factores de crecimiento conocidos", dice Munuera.