"La publicidad miente sin inocencia y crea frustraciones"
Salvador Comp¨¢n acaba de publicar su ¨²ltima novela, Tras la mirada, en la editorial Planeta. El escritor ubetense da un nuevo paso en una trayectoria narrativa en la que figuran las novelas El Guadalquivir no llega hasta el mar (Premio Ciudad de Ja¨¦n de 1995), Madrugada (Premio Gabriel y Gal¨¢n de 1995), Un trozo de jard¨ªn (Premio Ciudad de Badajoz y Premio Andaluc¨ªa de la Cr¨ªtica de 1999) y Cuaderno de viaje (finalista del Premio Planeta de 2000). Fue esta ¨²ltima novela la que le consagr¨® y propici¨® que Comp¨¢n entrara en el d¨ªficil ruedo literario nacional. Tras la mirada tiene como protagonista a Antonio Artigas, un agente publicitario residente en Bruselas que vive anclado a una vida rutinaria y mon¨®tona. La llamada de una prima que le informa de la agon¨ªa de su t¨ªo C¨¦sar Artigas revivir¨¢ unos fantasmas que Antonio no ha conseguido exorcizar. C¨®rdoba, ciudad secreta y laber¨ªntica, dar¨¢ aliento a su b¨²squeda de una vida m¨¢s aut¨¦ntica.
"C¨®rdoba ha conservado su cara con mucha altivez y pureza"
Pregunta. ?sta es su quinta novela en una trayectoria marcada por los premios. ?Qu¨¦ balance hace?
Respuesta. Tengo cierta incapacidad para hacer un balance. Tengo una perspectiva demasiado pr¨®xima y apasionada. Teniendo en cuenta esto, cada novela es un reto. Busco cosas nuevas respecto a las anteriores. Pongo toda la carne en el asador en cada nuevo relato. Pretendo que ese relato sea mi pasi¨®n, mi mejor amor, mi texto definitivo.
P. Tras la mirada es un t¨ªtulo que se presta a muchas interpretaciones.
R. El t¨ªtulo est¨¢ lleno de ambig¨¹edad. Es una ambig¨¹edad calculada. Planteo dos lecturas para el t¨ªtulo. Una primera lectura se refiere a lo que est¨¢ m¨¢s all¨¢ de los ojos y que tiene una importancia fundamental porque la novela es la historia de una b¨²squeda. La segunda lectura se refiere a la mirada como lo que hay desde los ojos a la mente. Y la mente distorsiona las im¨¢genes y las carga de un sentido. Ese sentido es, a veces, disparatado, pero est¨¢ tan vivo para el protagonista que lo cree lleno de realidad.
P. En su novela se plantea la fascinaci¨®n de los adolescentes hacia cierto tipo de adultos en una ¨¦poca de la vida en que los j¨®venes buscan modelos y referentes.
R. Esa mirada est¨¢ presente en Marta, que ve al personaje protagonista como un personaje mitificado. La adolescente lo envuelve en un halo que ella desea: ese mundo de la imagen en el que trabaja el protagonista, que es creativo publicitario. Ese mundo de la imagen fascina hoy en d¨ªa a muchos adolescentes.
P. En la novela hace alusi¨®n a un ambiente de comodidad y riqueza en el que viv¨ªan unos cuantos privilegiados durante la posguerra. Largos veraneos en las playas del norte, cita anual en Salzburgo... Es un ¨¢mbito injusto pero que fascina a mucha gente.
R. Es la fascinaci¨®n de lo excepcional de un mundo lento que no estaba perseguido por el consumo urgent¨ªsimo de adquirir productos basura. C¨¦sar Artigas es un pseudodandi cordob¨¦s que reivindica los t¨®picos m¨¢s negativos de Andaluc¨ªa. Quise que estuviesen presentes esas connotaciones del veraneo en el norte de la antigua burgues¨ªa. C¨¦sar representa un mundo caduco. Va a tirar de la nostalgia del protagonista que, sin embargo, no es una persona nost¨¢lgica sino reflexiva, una persona que quiere exorcizar y deglutir una serie de cosas para dejarlas en reposo.
P. La novela opone la vida adulta, acomodada y rutinaria del protagonista en Bruselas a otro tipo de vida m¨¢s aut¨¦ntica.
R. Hay un contrapeso de dos ciudades: Bruselas, que representa el norte de Europa, y C¨®rdoba, que representa el sur. Bruselas simboliza una ciudad coartada por la monoton¨ªa, llena de tiempo medido y rutina. C¨®rdoba representa la huida de Bruselas: es una especie de no Bruselas en la b¨²squeda de identidad del protagonista. ?ste deja un espacio de raz¨®n, en el que est¨¢ su mujer, para buscar en C¨®rdoba un laberinto de sentimientos.
P. Un personaje define a C¨®rdoba como una ciudad "tapiada, interior, silenciosa, secreta".
R. Tomando una met¨¢fora futbol¨ªstica, C¨®rdoba es el jugador n¨²mero 12 de la novela. C¨®rdoba es una especie de personaje n¨²mero 12. Hay en esta obra un homenaje a una ciudad desperdiciada para la mirada de los andaluces, una ciudad que se queda en un itinerario muy corto y muy pobre para el visitante. C¨®rdoba ha conservado su cara con mucha altivez y pureza. C¨®rdoba es el espacio del laberinto y la memoria. La ciudad medieval funciona bien como met¨¢fora para un hombre perdido que busca su libertad en esa ciudad de encrucijadas que es C¨®rdoba.
P. ?La publicidad, sector en el que trabaja el protagonista, es una met¨¢fora de una vida carente de autenticidad?
R. La publicidad miente sin inocencia. Crea modelos de personas inalcanzables, crea necesidades y frustraciones. Antonio Artigas siente que est¨¢ creando un mundo de enajenaci¨®n simbolizada por un anuncio en el que el poeta G¨®ngora juega un papel fundamental. La actividad de Antonio demuestra que se puede usar la figura de un poeta exquisito que cree en la fuerza y belleza de la palabra y prostituirla. La publicidad puede prostituir hasta algo tan sagrado e intocable como la poes¨ªa de G¨®ngora. Y la prostituye con una cosa aceitosa y pringosa: unas patatas de bolsa.
P. En la novela tiene un papel clave el concepto del secreto. Hay gente que piensa que los secretos son fundamentales para que la vida contin¨²e.
R. Es lo que pasa con C¨¦sar Artigas. Conserva ese territorio intocable que defiende el secreto, la intimidad que debe mantenerse siempre. Es el territorio de lo m¨¢s ¨ªntimo, algo gratuito y tan arbitrario que es incompartible con nadie. Su sobrino descubre casualmente su secreto cuando comprende que hay puertas que no se deben abrir. Se produce una paradoja: cuando quiere no saber, sabe.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.