El Bar?a no perdona en Europa

El Bar?a se arrastrar¨¢ en la Liga, pero en Europa va como un cohete. Los azulgrana lograron ayer una c¨®moda victoria en el Sant James Park que le servir¨¢ para despejar sus dudas y a?adir un eslab¨®n m¨¢s a su brillante cadena en la Liga de Campeones: trece victorias y un empate. Un expediente tan brillante como impecable. Los azulgrana cuajaron una discreta primera parte y maquillaron el marcador en la segunda con una eficacia demoledora: Kluivert aprovech¨® un estrepitoso fallo del central Bramble y luego Motta marc¨® a bocajarro un gol espectacular y sorprendente, m¨¢s que nada porque el equipo llevaba largo tiempo sin marcar en jugada de estrategia. Los dos goles nacieron de las botas de Riquelme, que parece un planeta dentro del equipo, pero que un par de gestos le sirven para reivindicarse. Antic, enamorado del f¨²tbol ingl¨¦s, podr¨¢ estar satisfecho: no quer¨ªa que su equipo actuara de turista y logr¨® su objetivo: reafirmar su autoridad en esta competici¨®n.

Posiblemente, el Newcastle, liderado por un brillante Bellamy, mereci¨® mejor suerte. Pero el equipo de Bobby Robson pareci¨® empe?arse en desperdiciar las pocas posibilidades que ten¨ªa para clasificarse. Una y otra vez, err¨® todas las oportunidades que gener¨®. Tampoco tuvo suerte: Bellamy envi¨® al palo un centro de Shearer. El partido fue una copia al final del amistoso celebrado en agosto (acab¨® entonces 0-3). Los ingleses se mostraron negados ante puerta y al Bar?a, bien resguardado por V¨ªctor Vald¨¦s -volv¨ªa al equipo tras su castigo- y mejor defendido, le bast¨® la eficacia y el oficio para llevarse el partido. Otra cosa es si este equipo tendr¨¢ suficiente nivel como para superar, a rivales de mucho mayor calado (Madrid o Ajax o Juventus) en la ronda de cuartos de final.

El partido acab¨® bien al final para el Barcelona, pero nada hac¨ªa prever un resultado as¨ª. El Newcastle someti¨® en el arranque al Bar?a a un firme acoso que result¨® est¨¦ril. Bellamy gan¨® cuando cuantas veces quiso la espalda a los defensas, que se defendieron sin arrugarse. La zaga, liderada por un impecable Frank de Boer, funcion¨®, pero el equipo, de cintura para arriba, no existi¨®. No estaba Saviola (lesionado) y Kluivert, muy solo, dio asistencias que nadie aprovech¨®. El Bar?a divag¨® sin acercarse a Given y repiti¨® el partido sopor¨ªfero de Vitoria. Mendieta ratific¨® que ya no es que era y desperdici¨® toda su banda derecha. A Rochemback, le sobr¨® ¨ªmpetu por la izquierda. La balanza est¨¢ desequilibrada: el Bar?a ha acabado pagando muy cara la baja de Cocu (el equipo ha ca¨ªdo desde entonces). La mejor noticia es que Riquelme empieza a entrar en juego. Antes de los dos goles, dio dos pases a Rochemback y Mendieta. El vasco se hizo un l¨ªo en el ¨¢rea.

Antic prob¨® a Gerard por Xavi tras el descanso y el gui¨®n no se alter¨®. El Newcastle, apremiado por el gol del Inter, sigui¨® apretando hasta que el Sant James se qued¨® helado. Ni Shearer, ni Bramble ni Bellamy lograron superar a Vald¨¦s. Riquelme dio entonces un pase a Kluivert que fue a parar al final a los pies de Bramble. El bal¨®n no comportaba ning¨²n peligro, pero le dio un pase suicida a su portero y s¨®lo bast¨® un toque del holand¨¦s para marcar. Casi ni lo celebr¨®. Poco despu¨¦s, Motta acab¨® con cualquier ilusi¨®n inglesa tras golpear en el aire un perfecto centro del argentino a la salida de una falta.

El partido ya estaba escrito y el t¨¦cnico azulgrana se dedic¨® a dar minutos a los canteranos: salieron Iniesta y Sergio Garc¨ªa, que estuvo a un paso de marcar. No se oy¨® ni un solo reproche en el estadio. El Sant James Park primero despidi¨® a Kluivert con una ovaci¨®n (el gol le servir¨¢ para acallar su falta de punter¨ªa) y se deshizo en aplausos con su equipo. Sir Bobby Robson, satisfecho de llegar donde ha llegado, mir¨® a la grada y levant¨® los brazos saludando a la hinchada.

El Barcelona no perdona en Europa.