El 'asesino del naipe'

Si la inseguridad ciudadana ya estaba en Madrid fuera de control, la actuaci¨®n de quien parece ser un asesino en serie viene a complicar a¨²n m¨¢s la situaci¨®n. El juego macabro protagonizado por este pistolero, que en mes y medio ha asesinado a dos pesonas y herido a otras dos (una de las cuales est¨¢ cl¨ªnicamente muerta), ha desatado la alarma. Las ¨²ltimas v¨ªctimas son una pareja de inmigrantes rumanos tiroteados en Arganda del Rey la noche del pasado martes.

El homicida ha firmado todos sus cr¨ªmenes con un naipe. En la primera de sus agresiones probadas (el 5 de febrero) abandon¨® junto al cad¨¢ver de su v¨ªctima un as de copas. En la ¨²ltima ocasi¨®n, rubric¨® el asesinato con el cuatro de copas. Los datos disponibles hacen temer que podr¨ªa tratarse de un asesino en serie que tratar¨ªa de desafiar a las fuerzas de seguridad. Un problema a?adido a la imparable escalada criminal que sufre Madrid, comunidad en la que 28 personas han muerto de forma violenta desde comienzos de a?o: una cada tres d¨ªas.

El Gobierno prometi¨® "barrer" a los delincuentes de las calles con m¨¢s polic¨ªas y una serie de reformas legales para acelerar el enjuiciamiento de los detenidos. Madrid, de hecho, es una de las regiones con una plantilla policial m¨¢s mermada y envejecida. La realidad demuestra d¨ªa a d¨ªa que el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y la Guardia Civil est¨¢n desbordados por las nuevas formas de criminalidad: grupos de corte mafioso, perfectamente organizados, con entrenamiento casi militar, campan a sus anchas. Las hachas y navajas de anta?o han sido sustituidas por pistolas y subfusiles, lo que prueba la extrema violencia de estas bandas, integradas tanto por espa?oles como por extranjeros.

La situaci¨®n de inseguridad es proporcional a la amenaza y requiere una respuesta a la misma altura: reforzando los medios de investigaci¨®n y la colaboraci¨®n internacional contra las mafias instaladas en Espa?a que en numerosos casos tienen ra¨ªces fuera. Pero tambi¨¦n una mayor especializaci¨®n policial frente a las nuevas formas de delincuencia. Entre ellas, la novedosa actuaci¨®n de este aparente psic¨®pata que escoge a sus v¨ªctimas de forma aleatoria y firma enigm¨¢ticamente sus asesinatos para subrayar la provocaci¨®n. Si no es detenido pronto, no es descartable que surjan imitadores. Por eso es tan urgente localizarlo y detenerlo. La seguridad ciudadana no se mide ya s¨®lo en funci¨®n de la incidencia de la peque?a delincuencia. En Madrid, al menos.