El rostro del cham¨¢n

El oro fue en la Am¨¦rica precolombina un metal que acercaba al hombre con lo divino. El cham¨¢n era el intermediario, y la relaci¨®n con el m¨¢gico universo animal y vegetal dio pie a representaciones fant¨¢sticas que fund¨ªan lo humano con el esp¨ªritu de esos seres. A menudo, en sus ceremonias emplean diversas plantas para entrar en contacto con los due?os de los animales, plantas o sus propios antepasados. Una gran diversidad de adornos corporales con figuras zoomorfas han dejado testimonio de la riqueza expresiva de esas culturas.

El Museo del Oro de Colombia, radicado en Bogot¨¢, ha cedido a la Fundaci¨®n La Caixa y a la Universidad de Salamanca para su exposici¨®n actual en el Gran Hotel de Palma de Mallorca una colecci¨®n de 270 piezas de orfebrer¨ªa, cer¨¢mica, madera, piedras y huesos. Es la llamada muestra de Los esp¨ªritus, el oro y el cham¨¢n, un repaso a la iconograf¨ªa de rico universo simb¨®lico y de fant¨¢sticas formas que se traz¨® en el seno de las culturas previas a la conquista hisp¨¢nica. La comunicaci¨®n entre la naturaleza y la cultura, la identidad y la figura del cham¨¢n, quedan perfiladas en las colecciones de figuras y adornos de las sociedades amerindias. En la cara del cham¨¢n, las m¨¢scaras de jaguares, ¨¢guilas o anacondas representaban en cada momento el lazo del intermediario entre lo real y lo m¨¢gico, la naturaleza y los hombres.

Las piezas corresponden a las ¨¦pocas que van entre los 500 a?os antes de Cristo y el 1600 de la era actual, cuando la conquista y colonizaci¨®n espa?ola, en busca del oro y del poder, desbarat¨® las viejas sociedades aut¨®ctonas y sus tradicionales expresiones rituales. El rango social, la concepci¨®n filos¨®fica y religiosa y su expresi¨®n de la belleza y la moda de las sociedades desaparecidas se plasman en la presentaci¨®n.