Anoche tuve un sue?o

Anoche estaba sentada en mi mullido sill¨®n viendo el informativo de la noche y de repente salta la noticia; el se?or Bush, para evadirse de los terribles problemas de conciencia que le reporta la invasi¨®n y el genocidio de la poblaci¨®n irak¨ª, degustaba unas galletitas mientras visionaba un partido de baseball y de repente hab¨ªa ca¨ªdo desvanecido al suelo, no sin antes emitir unos sonidos guturales francamente preocupantes. A pesar de la r¨¢pida asistencia de un equipo m¨¦dico, Jorge Bush se encuentra en estado de coma profundo, debido, seg¨²n todos los indicios, a la gula con que se zamp¨® una de las galletitas en cuesti¨®n.

Seg¨²n indican los informativos, el pseudoprimer ministro brit¨¢nico y el jefe del desgobierno espa?ol, al enterarse de la noticia, han entrado en estado de crisis. El primero, preso de una enajenaci¨®n mental, se ha vestido de lagarterana y se encuentra subido en una silla en pleno Hyde Park lanzando amenazas contra el inquilino de Downing Street. El segundo se ha ido a una tienda de disfraces y ha salido convertido en un ansar.

Los informativos repiten incansablemente una frase: "La guerra ha terminado".

Son las ocho de la ma?ana del 22 de marzo de 2.003, me acabo de despertar, y compruebo con dolor que todo ha sido un maravilloso sue?o.