San Sebasti¨¢n expone los hitos de la evoluci¨®n desde los primates al hombre
El bipedismo, la fabricaci¨®n de herramientas, el dominio del fuego, la autoconciencia y el conocimiento abstracto son cinco momentos clave en la evoluci¨®n humana, cinco hitos que sirven de hilo conductor a la exposici¨®n De mono a hombre. Producida por la Fundaci¨®n La Caixa y comisariada por Luis Batista bajo la supervisi¨®n del codirector de Atapuerca, Eudald Carbonell, la muestra se puede visitar desde hoy y hasta el 3 de mayo en la carpa instalada en la explanada donostiarra de Sag¨¹¨¦s.
La exposici¨®n arranca en una selva europea de hace diez millones de a?os, en la que se contempla la reproducci¨®n de un Dryophitecus, mono de los ¨¢rboles. Pero enseguida el visitante baja al suelo o, lo que es lo mismo, se adentra en el primer gran hito de la evoluci¨®n humana: la locomoci¨®n b¨ªpeda. En este apartado podr¨¢ ver la copia del primer rastro f¨®sil de un hom¨ªnido b¨ªpedo, impreso hace 3,6 millones de a?os, o las esculturas de tama?o natural que representan los g¨¦neros Australopithecus y Paranthropus.
La muestra se detiene a continuaci¨®n en la fabricaci¨®n de herramientas a partir de objetos naturales, una capacidad que distingue al g¨¦nero homo de los hom¨ªnidos anteriores. A trav¨¦s de m¨®dulos interactivos, el p¨²blico comprobar¨¢ que muchos de los utensilios actuales son evoluciones, en otros materiales, de las piezas de s¨ªlex que se usaban hace miles de a?os.
El visitante conocer¨¢ tambi¨¦n la revoluci¨®n que supuso para las comunidades primitivas el dominio del fuego. Las pruebas m¨¢s antiguas de este control se remontan a hace 400.000 a?os. El p¨²blico encontrar¨¢ en este espacio la reconstrucci¨®n de un grupo de Homo erectus reunidos en torno a una hoguera y experimentar¨¢ la sensaci¨®n de conseguir fuego mediante la frotaci¨®n.
La informaci¨®n sobre los primeros enterramientos humanos aparece en la exposici¨®n como reflejo de que el hombre empieza a tomar conciencia de su propia existencia. El ¨²ltimo cap¨ªtulo es la aparici¨®n y evoluci¨®n de las muestras de arte. As¨ª, la carpa acoge por ejemplo la recreaci¨®n de un Homo sapiens pintando un caballo o un bisonte.
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