Con la guerra a cuestas

Es mi¨¦rcoles, y Esperanza Aguirre, candidata del Partido Popular a la Comunidad de Madrid, regresa de un acto de la precampa?a que inici¨® en octubre. Viaja en su monovolumen, cuando suena el m¨®vil. Es un compa?ero de partido.

-"?A ti no te han dicho nada?", le contesta. "Pues te gano. Que sepas que a m¨ª lo m¨¢s suave que me han llamado hoy es 'zorra' y 'asesina de ni?os".

No es f¨¢cil estos d¨ªas ser candidato del PP. Los ciudadanos que protestan contra la guerra de Irak han convertido los actos de precampa?a a las elecciones auton¨®micas y municipales del pr¨®ximo 25 de mayo de los populares en el foco de su movilizaci¨®n. Durante toda la semana se han conocido diversas agresiones y boicoteos contra representantes del PP, pero hasta los medios s¨®lo han llegado las situaciones m¨¢s graves.

Tras acompa?ar durante una semana a Aguirre -una de las candidatas auton¨®micas del PP m¨¢s conocidas en todo el pa¨ªs porque fue ministra de Educaci¨®n y presidenta del Senado- en sus actos preelectorales, el balance es rotundo. La guerra ha entrado de lleno en su campa?a. En cada una de sus visitas sus ayudantes est¨¢n pendientes de la posibilidad de que sea atacada por quienes blanden pancartas y evitan que tenga que pasar a pie por delante de los manifestantes. A veces son pocos, pero incluso entonces hay que evitar el peligro.

El d¨ªa en que mantuvo la conversaci¨®n citada m¨¢s arriba ni siquiera le rozaron huevos o tomates, como le ocurri¨® el pasado 20 de marzo, cuando su coche se vio salpicado de ellos en un pol¨ªgono del municipio madrile?o de Collado-Villalba. Pero s¨ª se qued¨® en la ventana de su monovolumen un salivazo lanzado por un manifestante a la salida de un acto de su partido en Fuenlabrada. Antes, el candidato a esa alcald¨ªa, Juan Barranco Fern¨¢ndez, le hab¨ªa explicado que su coche hab¨ªa amanecido con las cuatro ruedas pinchadas.

El resultado de este constante acoso es que se refleja en el ¨¢nimo del equipo electoral y est¨¢ presente en sus conversaciones, donde plantean la sospecha de que la oposici¨®n de izquierda anda detr¨¢s de los incidentes: "Es curioso que de la noche a la ma?ana nos sigan los mismos espont¨¢neos, espont¨¢neamente organizados y en un autob¨²s espont¨¢neo", se?ala Juanjo G¨¹emes, uno de los asesores de campa?a de Aguirre.

El acoso no implica que tengan que salir corriendo de cada acto. Pero en la mayor¨ªa aparece de alguna forma el tema de la guerra, incluso en una ambiente distendido. Como en la visita que hizo Esperanza Aguirre a la f¨¢brica de papel Holman Paper. Tras recorrer las instalaciones, se entrevist¨® con el comit¨¦ de empresa. Y cada representante sindical apareci¨® con una pegatina de No a la guerra. "S¨®lo le pedimos un favor, que escuchen al pueblo", le dijo uno de ellos. "De esto hay que hablar con m¨¢s calma y no es el momento", contest¨® ella. No es un incidente de gravedad, pero una vez m¨¢s qued¨® de lado el mensaje electoral.

"La capacidad de penetraci¨®n de nuestras propuestas es ahora m¨¢s limitada", concede Miguel ?ngel Villanueva, su jefe de campa?a y n¨²mero dos en la lista del PP a la Comunidad de Madrid. Pero tambi¨¦n asegura que nada les ha hecho modificar lo previsto: "No hemos cambiado los actos programados, son m¨¢s o menos los que hab¨ªamos fijado en enero".

Quiz¨¢s lo que m¨¢s les perjudica es que, al contrario que otros partidos, el PP no hab¨ªa desgranado a¨²n toda su oferta electoral. Contaban con soltar poco a poco sus grandes apuestas y ahora est¨¢n a la espera de que la guerra termine pronto, para hablar a fondo de sanidad, infraestructuras o educaci¨®n, los tres pilares de su programa en Madrid, y eliminar las alusiones al conflicto iraqu¨ª.

Mientras, Esperanza Aguirre procura tomarse la amarga pastilla con humor, pues se toma el asunto con deportividad: "Hasta lo de Villalba estaba preocupada. Hab¨ªan boicoteado a [Alberto] Ruiz-Gallard¨®n [candidato al Ayuntamiento de la capital] y a Ana Botella. Si no te toca, es que eres un gusano en pol¨ªtica, casi como no tener gui?ol en Canal +".