?Cu¨¢nto durar¨¢ la guerra?
El historiador griego Tuc¨ªdides escribi¨® Historia de la Guerra del Peloponeso, donde los estrategas modernos buscan reflexiones que ayuden a entender los conflictos actuales. El autor escribi¨® su obra con la experiencia de la derrota, despu¨¦s de ser destituido como jefe de la flota ateniense por no haber llegado a tiempo para salvar la ciudad de Anfipolis de un ataque espartano. No es un caso aislado; la derrota y no la victoria es la que m¨¢s ense?a. Sadam Husein perdi¨® la guerra del Golfo de 1991 contra las tropas aliadas y ha sabido extraer ense?anzas. La consecuencia es que las fuerzas anglo-estadounidenses progresan m¨¢s lentamente de lo previsto.
?Cu¨¢nto tiempo puede durar esta guerra? No es posible responder con certeza. El final pasa por librar la batalla de Bagdad y por lo tanto hay que plantearse una cuesti¨®n previa: ?cu¨¢ndo lanzar¨¢n los aliados su ataque sobre las unidades que defienden la capital?
La toma de Kerbala, la ciudad santa shi¨ª, est¨¢ condicionada por su significado religioso
Las tropas en vanguardia consumen m¨¢s de un mill¨®n de litros de agua al d¨ªa
El avance de las fuerzas de la coalici¨®n se realiza siguiendo dos grandes ejes: el Eje A, que transcurre al Oeste junto al r¨ªo ?ufrates; y el Eje B, por el Este hacia la ciudad de Kut para progresar junto al r¨ªo Tigris. El lanzamiento simult¨¢neo de paracaidistas en el norte de Irak trata de abrir un nuevo eje de progresi¨®n, cuyo objetivo es obligar a Sadam a emplear unidades en esta zona, en detrimento de la defensa de Bagdad.
El Eje A se bifurca en los alrededores de Nayaf, a unos 160 kil¨®metros de Bagdad. Aprovecha la existencia de cuatro puentes para cruzar el ?ufrates y seguir la carretera que conduce al sur de la capital entre ambos r¨ªos. Estos puentes son un punto de paso obligado donde se est¨¢n librando fuertes combates. Es significativo que no hayan sido destruidos por los iraqu¨ªes, lo que implica que no los dan por perdidos y eso es s¨ªntoma de que su moral y su voluntad de combate est¨¢n lejos de ser doblegadas. Las unidades que siguen por la otra rama de la bifurcaci¨®n del Eje A est¨¢n detenidas en Kerbala, la ciudad santa de los shi¨ªes, situada en una zona de tr¨¢nsito obligado hacia Bagdad. Se trata de un pasillo de unos 30 kil¨®metros de ancho, limitado por el lago Razzaza y el r¨ªo ?ufrates.
La ciudad ocupa una superficie de diez kil¨®metros de di¨¢metro, lo que implica que las tropas de la coalici¨®n no pueden avanzar sin tomarla antes. Para evitar Kerbala habr¨ªa que rodear la zona de los lagos recorriendo 350 kil¨®metros m¨¢s, pero la conquista de la ciudad est¨¢ condicionada por dos importantes factores: el significado religioso de algunos de sus edificios y los posibles da?os a la poblaci¨®n civil. Todo esto retrasar¨¢ la progresi¨®n algunos d¨ªas, antes de lanzar el ataque sobre Bagdad.
Las fuerzas que progresan por el Eje B est¨¢n muy retrasadas debido a las dificultades en el sur de Irak, sobre todo en Nasiriya, y es previsible que encuentren fuerte resistencia en las inmediaciones de Kut, a 170 kil¨®metros de Bagdad. Esto significa que se podr¨ªan necesitar dos semanas o m¨¢s para alcanzar la posici¨®n defensiva de la capital por el Este.
Por otro lado, las fuerzas de la coalici¨®n tienen su base log¨ªstica a unos 300 kil¨®metros de distancia. La carretera por donde circula la corriente de suministros est¨¢ sometida a ataques de guerrilla a cargo de unidades del Ej¨¦rcito iraqu¨ª y milicianos, con el riesgo de desabastecimiento a las unidades m¨¢s adelantadas. Sirva como ejemplo un dato: las tropas en vanguardia consumen m¨¢s de un mill¨®n de litros de agua embotellada al d¨ªa. Llegados a este punto, ?qu¨¦ alternativas tiene el mando y qu¨¦ tiempo requiere cada una de ellas?
- La primera opci¨®n es vencer las resistencias en Kerbala y Nayaf y lanzar el ataque con la 3? Divisi¨®n Mecanizada, que progresa por el Eje A. Esta opci¨®n necesitar¨ªa al menos una semana antes de atacar. Esta l¨ªnea entra?a graves riesgos por la debilidad de las l¨ªneas de suministro y porque se expone a los contraataques iraqu¨ªes.
- La segunda alternativa es esperar a que las tropas que avanzan por el Eje B alcancen las posiciones defensivas situadas al este de Bagdad para lanzar el ataque simult¨¢neamente con las unidades del Eje A, obligando a los iraqu¨ªes a dividir su esfuerzo defensivo. Esta opci¨®n demorar¨ªa el inicio del ataque al menos dos semanas.
- La tercera opci¨®n es esperar a que la 4? Divisi¨®n estadounidense, cuyo material navega en 40 buques por el mar Rojo, se despliegue en Kuwait e inicie la marcha hacia Bagdad por el eje que se decida, en funci¨®n de la situaci¨®n del momento. Esta divisi¨®n contribuir¨ªa a proteger las rutas de suministro. Previsiblemente estas fuerzas no estar¨ªan desplegadas para el ataque antes de tres semanas.
- La cuarta posibilidad es esperar a los 30.000 hombres con su material, que ahora est¨¢n partiendo de EE UU hacia Kuwait. Esta l¨ªnea de acci¨®n no parece deseable, porque estar¨ªamos hablando de demorar el ataque sobre Bagdad cinco o seis semanas y el tiempo corre a favor de Sadam.
Lo m¨¢s probable es que se elija la segunda y la tercera opci¨®n; es decir que se trate de progresar por el Eje B, dando tiempo a que la 4? Divisi¨®n se incorpore al despliegue para atacar Bagdad por el este, sur y oeste sin esperar a las unidades que vienen de EE UU. Esto implicar¨ªa lanzar el ataque sobre Bagdad no antes de tres semanas.
No es posible saber cu¨¢nto tiempo va a durar la batalla por Bagdad. Hay que recordar que la guerra es una lucha de voluntades. La coalici¨®n intentar¨¢ provocar la rendici¨®n de las tropas iraqu¨ªes antes de entrar en la capital, convenci¨¦ndoles de que su resistencia s¨®lo les llevar¨ªa a arriesgar su vida y a demorar lo inevitable, la derrota militar. Algo que podr¨ªa tener una gran incidencia es que Basora sea tomada por las tropas aliadas, y ¨¦stas puedan presentar ante los bagdad¨ªes una imagen de Basora donde sus habitantes disfrutan de una situaci¨®n de paz con abundante ayuda humanitaria.
Las guerras se sabe cu¨¢ndo empiezan, no cu¨¢ndo acaban, y todo parece indicar que ¨¦sta acaba de empezar aunque por las estrategias en juego tampoco puede ser muy larga.
Miguel ?ngel Ballesteros es teniente coronel jefe del Departamento de Estrategia de la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas.
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