Sanidad acusa de tener "intereses personales" a los dos m¨¦dicos que rechazan Osabide

El director de Asistencia Sanitaria de Osakidetza, Jon Darp¨®n, acus¨® ayer de tener "intereses personales" a los dos m¨¦dicos que han sido inhabilitados por negarse a utilizar el programa Osabide, creado para centralizar las historias cl¨ªnicas de los pacientes vascos. Darp¨®n se mostr¨® as¨ª de contundente durante su intervenci¨®n en la comisi¨®n de Sanidad del Parlamento, que tambi¨¦n recibi¨® a los principales implicados en esta historia: los m¨¦dicos ?ngel Ruiz T¨¦llez y Paz P¨¦rez Gortari, suspendidos dos a?os de empleo y sueldo. Ambos rechazaron tajantemente la acusaci¨®n.

Tanto Ruiz como P¨¦rez se afanaron en desmontar las imputaciones realizadas por los directivos de Osakidetza y por el propio consejero, Gabriel Incl¨¢n, quien en su momento habl¨® de "intereses econ¨®micos". Darp¨®n se mostr¨® igual de firme que el consejero, aunque evit¨® mencionar "intereses econ¨®micos". Record¨® que los dos m¨¦dicos pertenecen a la junta directiva de la asociaci¨®n Instituto @pCOM que, entre otras actividades, ofrece cursos de formaci¨®n del programa OMI-AP, el que empleaba Osakidetza antes de Osabide, por los que cobran.

El Servicio Vasco de Salud comenz¨® la implantaci¨®n de Osabide en 1998, pero fue en abril de 2002 cuando lo instaur¨® en el centro de salud de Sansomendi, en Vitoria, y comenzaron los problemas. Su directora en ese momento, la doctora P¨¦rez Gortari se opuso y fue secundada por Ruiz T¨¦llez.

Motivos de la oposici¨®n

Ambos reiteraron ante los parlamentarios los motivos de su oposici¨®n: Osakidetza ten¨ªa que haber informado previamente a los pacientes y pedirles su consentimiento para trasvasar sus datos de la base de datos del centro de salud a Osabide, que es com¨²n para toda Euskadi. En mayo se les abri¨® expediente, que concluy¨® este mes con la imposici¨®n de la suspensi¨®n de empleo y sueldo por dos a?os.

P¨¦rez enfatiz¨® que s¨®lo han sido intereses "¨¦ticos y deontol¨®gicos" los que le han llevado a oponerse a la centralizaci¨®n. "Nunca he trabajado para la empresa que comercializa el programa OMI-AP", resalt¨® en alusi¨®n a Stacks, cuyo presidente es la misma persona que act¨²a de tesorero en Instituto @pCOM, seg¨²n el director de Asistencia Sanitaria de Osakidetza. Este extremo fue desmentido por la doctora.

Ruiz T¨¦llez, por su parte, advirti¨® de que las "calumnias" sobre sus supuestos "intereses personales o econ¨®micos" tendr¨¢n una "respuesta judicial". Ruiz explic¨® que cuando se realiz¨® el cambio de sistema y el trasvase de historias de su centro, en abril de 2002, adem¨¢s de perderse informaci¨®n, los apartados m¨¢s confidenciales de los historiales perdieron esta categor¨ªa. Quedaron durante meses a disposici¨®n de los m¨¦dicos y enfermeras de Osakidetza que quisieran entrar en el sistema.

Mientras, Darp¨®n asegur¨® que Osabide es un sistema "seguro", que preserva la confidencialidad m¨¦dico-paciente. Tambi¨¦n indic¨® que los sistemas sanitarios tienden hacia la centralizaci¨®n. Respecto a la petici¨®n del consentimiento, recurri¨® a la Ley de Protecci¨®n de Datos para justificar la ausencia de este permiso. "No es necesario pedir el permiso cuando los datos sean necesarios para la prevenci¨®n, el diagn¨®stico m¨¦dico y la asistencia sanitaria", cit¨®.