"Si la globalizaci¨®n de la salud es un asunto de mercado, estoy en contra"
Vivimos en un mundo lleno de paradojas, en el que unos destruyen y matan y otros luchamos por la vida y la salud, que es uno de los primeros derechos del ser humano. Llevo trabajando muchos a?os en salud p¨²blica y, personalmente, me deprime pensar que una guerra puede destruir en un solo d¨ªa todo lo que ha costado construir tantos a?os", afirma Marc Danzon, director regional para Europa de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Danzon se pronuncia a favor de la globalizaci¨®n de la salud "si esto significa que es una responsabilidad de todos los gobiernos bajo los criterios de universalidad, igualdad y equidad". Pero si se trata s¨®lo de un asunto de mercado, agreg¨®, "estoy totalmente en contra".
"Los trabajadores de la salud no entendemos la guerra, que siempre va contra la vida"
"El principal problema de un sistema p¨²blico de salud, rico o no, es la financiaci¨®n"
La OMS, que tiene su sede europea en Copenhague (Dinamarca), est¨¢ organizando unos planes de emergencia ante la eventual situaci¨®n de un ataque biol¨®gico. "Confiemos en que el riesgo de una guerra de estas caracter¨ªsticas, o de cualquier tipo, s¨®lo sea te¨®rico. Ser¨ªa terrible que la humanidad volviera a sufrir la viruela, una infecci¨®n erradicada gracias a las campa?as universales de vacunaci¨®n", propone este experto, que viaj¨® recientemente a Madrid para participar en el Foro Europeo de las Asociaciones Nacionales de Enfermer¨ªa, creado en Espa?a en 1996, y que desde entonces se celebra anualmente en un pa¨ªs diferente. En 2003 la sede se ha establecido en Madrid.
Este m¨¦dico, nacido en la ciudad francesa de Toulouse, dirige desde Copenhague los destinos de la OMS en Europa, que aglutina a 51 pa¨ªses europeos, y encabeza un equipo de 700 expertos responsables de dise?ar pol¨ªticas sanitarias en este territorio bajo los principios de igualdad y equidad.
"Nuestras decisiones no tienen car¨¢cter vinculante para los estados miembros", matiza, "s¨®lo de recomendaci¨®n. Otra cosa diferente es la pol¨ªtica sanitaria com¨²n de la Uni¨®n Europea, una comunidad muy poderosa pero lenta. Nosotros no tenemos tanto poder, pero somos innovadores y vamos poco a poco".
Seg¨²n Danzon, dentro de Europa existen diferencias entre los pa¨ªses del Este y los del Oeste, aunque en esencia los problemas sanitarios son los mismos: "Si sentara ante mi mesa a los ministros de sanidad de un pa¨ªs rico y de otro no tanto, ambos coincidir¨ªan en que el primer problema de un sistema sanitario p¨²blico es la financiaci¨®n. Las enfermedades no son muy diferentes entre sendos grupos, si bien en el oeste es ligeramente superior la mortalidad perinatal y de la gestante. Pero las grandes desigualdades que vienen de la mano de la pobreza se observan tambi¨¦n en los estados m¨¢s desarrollados". A juicio de este experto, en los propios pa¨ªses hay clases desfavorecidas, grandes bolsas de pobreza. Y donde hay pobreza "no existe igualdad de acceso a la salud, ni siquiera en un sistema p¨²blico".
Danzon argumenta que la pobreza va mucho m¨¢s unida a la enfermedad que la riqueza. "Los m¨¢s marginales", dice, "no consumen m¨¢s recursos de salud en un sistema p¨²blico, pese a su gratuidad, pues la pobreza va ¨ªntimamente ligada a una escasa educaci¨®n sanitaria y cualquier ciudadano que no conozca bien sus derechos como paciente no podr¨¢ hacerlos valer. Su situaci¨®n es de mucha m¨¢s indefensi¨®n".
La pobreza, seg¨²n subraya el director regional de la OMS, supone adem¨¢s menos nivel de informaci¨®n, de salubridad, de higiene y de nutrici¨®n y a veces esto lleva aparejado un incremento de las enfermedades infecciosas, como el sida o la tuberculosis.
"Todos nuestros informes", advierte, "sugieren que el impacto m¨¢s directo de la pobreza sobre la salud es el incremento de las infecciones". Por ello puntualiza que ¨¦stas siguen siendo un reto tambi¨¦n en los pa¨ªses ricos.
No obstante, mantiene que las enfermedades m¨¢s ligadas al estado de la opulencia son las cardiovasculares y todos sus factores de riesgo (hipertensi¨®n, colesterol elevado en sangre, diabetes, obesidad, tabaquismo y sedentarismo), as¨ª como el conjunto de c¨¢nceres directamente relacionados con un estilo de vida no saludable y otros problemas relacionados con el envejecimiento.
"No nos cansamos de insistir", a?ade, "en que hay que respetar la dieta mediterr¨¢nea, cuyos efectos ben¨¦ficos est¨¢n sobradamente demostrados. La OMS considera que la educaci¨®n para una alimentaci¨®n sana y equilibrada, que prevenga la obesidad y otros riesgos, debe empezar en los colegios. No podemos seguir sosteniendo ese terrible absurdo de que mientras una parte del mundo se muere de desnutrici¨®n, la otra se muere por sobrealimentaci¨®n".
El tabaquismo y otros frentes
Un informe del Banco Mundial, con sede en Washington, auspiciado por la OMS, revelaba que el tabaco se ha cobrado en el siglo XX unos 100 millones de muertes. Este documento, presentado en abril de 2000 en una reuni¨®n organizada por el Ministerio de Sanidad y Consumo espa?ol y el Comit¨¦ Nacional de Prevenci¨®n del Tabaquismo, recog¨ªa una serie de estrategias para luchar contra el tabaquismo sin da?ar la econom¨ªa, entre las que destacaba el incremento de los impuestos de los cigarrillos. "Est¨¢ previsto firmar en mayo un convenio que tendr¨¢ car¨¢cter vinculante para los pa¨ªses que lo suscriban, con el fin de intervenir sobre la normativa publicitaria del tabaco, hacer ver a¨²n m¨¢s claramente los efectos devastadores del tabaco sobre la salud, educar a las j¨®venes generaciones para que no se incorporen a este h¨¢bito y ayudar a quienes deseen abandonarlo", explica Marc Danzon, director regional para Europa de la OMS.
Adem¨¢s, la OMS colabora con las autoridades sanitarias de los Balcanes para dise?ar un plan de estabilizaci¨®n. Uno de sus objetivos prioritarios es trabajar por la salud mental de los ni?os que han sufrido las consecuencias de la guerra. Danzon defiende, como mantiene la OMS, que la salud no es s¨®lo "ausencia de enfermedad, sino un estado de bienestar y de calidad de vida". Y sentencia, rotundo, que esta batalla s¨®lo puede librarse desde la paz.
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